Dos escritores chinos, en Unrestricted warfare que se traduce por “Guerra sin restricciones”, analizan la moderna estrategia imperialista de dominio y acaparamiento de los recursos naturales del planeta. Viendo que solo la ocupación militar y el dominio por el terror no es suficiente y, muchas veces contraproducente (Corea, Vietnam…) hoy, cada vez más agresivo, uno de los dos imperios, el que empieza a dar síntomas de decadencia, ha cambiado de táctica, con distintos resultados.
En los últimos tiempos, el poderío militar USA, empleado preferentemente en modo disuasivo, con la ayuda del FMI, las grandes corporaciones, con un dominio brutal de los medios y agencias de prensa, y, últimamente, de jueces y fiscales (salen baratísimos) dan sus golpes de estado (lawfare) “legales”, (Paraguay, Ecuador, Brasil) cambian gobiernos, redirigen las grandes decisiones políticas en el rumbo que les conviene… en fin, han logrado lo que con solo los marines no podían hacer: nuevas y provechosas conquistas allá donde su poderoso ejército empezaba a patinar: lo han conseguido en Oriente Medio, de donde se lleva el petróleo con solo una pequeña y testimonial presencia militar, un lugar en el que parece haberse garantizado su tranquilidad después de dividir a los árabes en mil fracciones.
También en América Latina, con la compra de jueces y medios, más la presión de grandes multinacionales y el FMI, han derrocado a Lula y Dilma en Brasil, en Argentina a la Kichner, en Ecuador a Correa, en Paraguay a Fernando Lugo, en Bolivia a Evo Morales y García Linera… Y continúan en campaña intentando derrocar a Maduro, para ello han recurrido a intentos de secuestro, asonadas militares, nombramiento de Presidente de Paja, bloqueo marítimo terrestre para incitar a que el pueblo, hambriento, se levante contra su propio gobierno. Como todo hace prever que este volverá a ganar las elecciones, ahora están realizando un ilegal y feroz bloqueo de las cuentas y reservas de oro de ese país democrático, un país hermano, llamado Venezuela. Lo mismo que hacen con Cuba.
Desde hace tiempo que resolvieron que todo vale y que todo no va a ser invadir paises, la nueva doctrina del Warfare, absolutamente ajena a los Derechos Humanos, les resuelve más “limpiamente” los problemas. Tengo la sensación que algún libro de Henry Kissinger acerca del Warfare ha llegado recientemente a la Fundación FAES, porque si no, no se explica que un partido que solo tiene 89 diputados, esté jugando a derrocar judicialmente a un gobierno perfectamente legítimo, antes de las no tan próximas elecciones. Para ello no dudan en emplear todos los medios ilegítimos a su alcance, como es el uso y abuso de su domesticada cúpula del poder judicial.
¿Será España la próxima víctima del Lawfare en Europa?
