Decía en mi anterior artículo que El Puerto nace cuando gran parte de los trabajadores que vinieron al principio a construir el embarcadero de la Compañía Minera de Sierra Menera y terminar la construcción del ferrocarril, se asientan en estas tierras, y vivían o en las casas abandonadas –que las había de tipo chabola– o, a veces, también hasta aprovechando árboles grandes, como olivos sueltos, o algarrobos... pues con maderas se construían las pequeñas chabolas. Pero alguien me ha preguntado de quiénes eran las casas abandonadas puesto que aún no existía la población como tal. Pues bien eran esas clásicas casas abandonadas de los labradores para meter el caballo, arreos de labranza... o los pescadores… pero no tenían luz, ni water, ni cocina, en fin… nada.
Bueno, pues hoy, puesto que hay varias personas que me lo han pedido, voy a continuar con el nacimiento de nuestra población, partiendo precisamente de la construcción del citado ferrocarril, que serviría para dar salida al mineral de la Compañía Minera de Sierra Menera, empresa constituida en Bilbao el 3 de septiembre de 1900, con un capital de 32 millones de pesetas, representado por 64.000 acciones de 500 pesetas cada una. Esta compañía, creada por Ramón de la Sota, extraería el mineral de las minas de Ojos Negros (Teruel), Setiles y Tordesillas (Guadalajara) con bajos costes de extracción, pues podía realizarse a cielo abierto.
Sota y Aznar, propietarios de 16.000 acciones (Cosme Echevarrieta, anterior propietario de las minas tenía 8.000, y el resto hasta las 64.000 pertenecían a 600 pequeños accionistas) tenían en mente, desde el principio no sólo la explotación de las minas, sino la fabricación de lingote y sus derivados, es decir una siderúrgica integral, aunque el principio proyectaron solamente la explotación del mineral de Ojos Negros y embarcarlo hacia los centros de consumo. Como ya es sabido, pronto Sota y Aznar se convirtieron en gerentes de la sociedad y gozaron de plena independencia en su dirección.
Pero volvamos al ferrocarril. En principio Sota y Aznar pensaron utilizar el que la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón les había ofrecido, para lo que no tenían más que construir un ramal desde las minas hasta la estación de Santa Eulalia, que estaba muy cerca, pero finalmente, aunque la propuesta era lógica, no fue aceptada por dos razones:
En primer lugar, como ya se ha comentado mucho a nivel popular, fue por el precio ofrecido por la Central de Aragón, de cinco céntimos por tonelada y kilómetro, lo que suponía diez pesetas la tonelada, que echaba por tierra los cálculos realizados por los responsables de la Compañía Minera de Sierra, ya que absorbía casi todo el beneficio previsto; motivo por el que Sota y Aznar no estaban dispuestos a pagar más de dos céntimos por tonelada y kilómetro. La segunda razón y no menos importante es la incertidumbre que les quedaba a los responsables de la compañía minera de no tener certeza de si siempre podrían contar con el ferrocarril cuando lo necesitasen, o tendrían prioridad los viajeros. Así, pues, se decide construir un ferrocarril propio, contando además con la experiencia de Ramón de la Sota en la construcción de este tipo de ferrocarriles para acarrear el mineral de la mina de Setares (Cantabria) y de Sierra Alhamilla (Almería).
Vemos, pues, que la leyenda que circuló muchísimo de que por tres céntimos no se utilizó el ferrocarril de la Central de Aragón, queda bastante aclarada por lo dicho anteriormente. También hubo sus más y sus menos a la hora de elegir el puerto donde desembarcar el mineral, pues se pensó en los de Valencia y Castellòn, pero, una vez más, por no tener que pagar los derechos a los citados puertos y, sobre todo, por preferir tener un embarcadero propio, se optó por esta segunda opción. Para ello contaban con la oferta de los ayuntamientos de Burriana y Sagunto, eligiendo finalmente el de Sagunto porque era el trazado más barato al seguir el valle del río Palancia.
La construcción no empieza hasta 1902, fecha del nacimiento del Puerto, y el primer tren con mineral de Sierra Menera llega al Puerto en julio de 1907, pero, cuando se probó el mineral en los hornos altos de las empresas a las que se había suministrado, comprobaron que el 40% del mismo era pulverulento, lo que resultaba muy dificultoso para su empleo en los hornos. Esto tiene como solución la construcción de una fábrica de briquetas, cosa que se lleva a cabo en 1908 en Ojos Negros, a pie de mina, pero no dio buen resultado por el coste de tener que llevar el carbón hasta allí. Así que de 1908 a 1910 se construyen otras fábricas de briquetas y nudolización en El Puerto, que lógicamente va creciendo al amparo de estas industrias.
En cuanto al nombre de la población que iba creciendo, al principio, según el primer censo hecho en Sagunto en 1916, constan como residentes en el muelle, por el puerto de mar, aunque también baja a trabajar gran cantidad de personal de Sagunto. Sin embargo, la sabiduría popular pronto empieza a cambiar la denominación de “muelle” por la de “Puerto”, y así se ha quedado. (Continuará)
