Nace la siderúrgica

Martes, 11 Noviembre 2014 16:33

Siguiendo con la historia que vengo repasando sobre El Puerto, toca ahora hablar de aquel censo de habitantes del entonces llamado Muelle, hoy Puerto. Como ya decía en mis anteriores escritos, sigo utilizando, entre otros, los datos que el gran maestro e historiador Fausto Llopis Caruana me facilitó en la entrevista que le hiciéramos para el programa de radio Sagunto Volver a Empezar el 12 de mayo de 1986 y que junto con mi esposa editamos en el libro del mismo nombre en 2010.

Al parecer en el censo de 1910 que figuraba como “Muelle”, se encontraban  entre otros, como fundadores de nuestro actual Puerto: Avelino Biosca Gómez, que cuando vino tenía 35 años, era de Fuente la Higuera y figuraba como capataz. Posteriormente, en la década de los 50, Su hijo Avelino fue profesor de Química en la Academia de Enseñanza Media. Todavía viven los hijos de éste: Avelino y Vicente. Otros que figuraban en el censo eran los Ugarte, los Ocerin... Jesús Ocerin fue uno de los primeros que nació en el Puerto, aunque, lógicamente le bautizaron en Sagunto, en la Iglesia del Arrabal, que era la que le correspondía. También Jesús Ocerin fue profesor en la academia antes citada, impartiendo la asignatura de Física. Siguiendo con el censo estaba también Dúo, el padre de Félix, que fue uno de los maestros fundadores del Colegio de Nuestra Señora de Begoña… la lista del censo es larga; podemos citar a Santiago Pastor, García Sinestierra, Sanz Cotanda, Molins, Espartero, Martí, De Sanjuán, Evaristo, Gómez, Abelardo, Mauri, Malo, Julián, Fernando, Sierra, Robert, Gil, González, Cabo, Martínez,  Villanueva, Casado, Pérez, Canós, Vivanco, Calderaro, Zabaleta, Borrajo, Alós, Benlloch, Ferrer, Mar, Caballero, Sancho, Sáez, Blasco López, Ballester, Castelló, Redondo... y una larga relación  imposible de transcribir aquí, aunque sí el total de personas que en 1910 habitaban El Puerto: 534 agrupadas en 109 familias, de las que es curioso que 76 eran los matrimonios que vivían ambos, 21 matrimonios no tenían hijos, 8 viudas con hijos, 4 viudos con hijos, 132 hijos eran varones... y la media era de 8 años; 126 hijos eran hembras y la media era de 7 años; la edad media de los varones casados con hijos era 39 y en el caso de las hembras casadas con hijos la media era 34. Casi 3 era la media de hijos por matrimonio... Viendo esto se ve bien claro que eran todos jóvenes... Pero en cambio sí que es una nota a tener en cuenta que, entonces,  la proporción de analfabetismo era elevadísima: sólo había 47 que escribiesen marido y mujer.

Al principio para asistir a la escuela tenía que desplazarse a Sagunto y lo hacían en un tren entonces llamado “la bicicleta”, que transcurría por el carril, y uno en cada punta iban dándole a la manivela para subirles. Iban muchos del Puerto a Sagunto a estudiar y allí se juntaban con gente de Sagunto.

En cuanto a la compañía siderúrgica como tal, nace como consecuencia de la necesidad de dar salida al exceso de producción de los minerales de la Compañía Minera de Sierra Menera, cuando empezaron a fallar los mercados exteriores. Era una forma de satisfacer a los accionistas, a los que en muchas ocasiones se les había dado esperanzas con la perspectiva de construir una empresa siderúrgica, y que desde 1914 no habían cobrado dividendos.
Así pues, Sota y Aznar encargan proyectos a ingenieros ingleses, norteamericanos y alemanes, eligiendo finalmente al presentado por Franck C. Roberts, estadounidense, en el que se preveía la obtención de 300.000 toneladas de acero, con las instalaciones integrales de: baterías de cok, cuatro hornos altos, diez hornos de acero Martin Siemens básicos, un tren desbastador (Blooming), talleres estructurales y de forja. Todo esto realizado en tres fases: la primera de 100.000 Tm., la segunda acumularía 200.000 y la tercera 300.000, aunque ésta última sólo se llevaría a efecto si había suficiente demanda. La primera fase se presupuestó en cerca de 50 millones de pesetas. Para ello se crea la primera empresa en Sagunto, que se llama  “Fabrica de Hierros y Acero de Sagunto”. La escritura de esta sociedad se firma el 20 de abril de 1917, aunque meses después  todos sus activos pasan a la compañía Siderúrgica del Mediterráneo, constituida en Bilbao en agosto del mismo año… y, según me decía Fausto Llopis, su abuelo Fausto Caruana quedó como abogado de las dos empresas, la minera y la siderúrgica.

Pero la construcción de la siderúrgica  fue más complicada de lo previsto y tuvo que retrasarse la puesta en marcha hasta enero de 1923. Concretamente en la madrugada del 6 al 7 de enero del citado año el horno alto nº 1 da su primera colada.


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