Un mundo feliz

Viernes, 12 Enero 2024 21:09

Los finales de legislatura se caracterizan por ser periodos electorales, donde los políticos, da igual el color, se dedican a vender crecepelo, mucho crecepelo, tratando de engatusar a la ciudadanía y, de esta manera, crear el clima más propicio para que la gente le vuelva a confiar su voto. Es el arte del engaño. Sin embargo, en los principios de cada mandato es cuando los políticos aprovechan para tomar las medidas impopulares, así, cuando llegan las siguientes elecciones, el personal no se acuerda y les vuelve a dar la papeleta. En las municipales del pasado 28 de mayo, al PSOE le votaron 13.798 personas, si se descuidan los socialistas, se salen de la gráfica. Una vez recogidos los votos y las actas de los escaños, lo primero que hicieron fue subirse el sueldo, que es una medida muy gratificante, aunque está muy mal vista, pero como ya no se volverá a votar en otras municipales hasta 2027, para entonces no se acordará ni el Tato, después nos subieron los impuestos y ayer, en el consejo de administración de Aguas de Sagunto, tanto el PSOE como EU-UP y Compromís, votaron a favor de que suba el recibo del agua un tres por ciento. Es verdad que estos aumentos de tasas e impuestos no son muy cuantiosos por separado, pero sumando ésta, aquélla y la de más allá, al final se le hace un buen descosido en el bolsillo de la ciudadanía.

Para que nadie se llame a engaño, el que suscribe no está en contra de que se paguen impuestos, de hecho, no comparto todas esas rebajas que siempre favorecen a los que más tienen y que terminan afectando a los menos pudientes, que ven cómo se reduce el ya de por sí paupérrimo estado del bienestar. Sabido es que los neoliberales apuestan por la sociedad del bienestar, que parece lo mismo, suena casi igual, pero no tiene nada que ver una cosa con la otra. Sin embargo, lo que sí critico es que se tengan que subir los impuestos porque la gestión económica sea mediocre, ya pasó hace algunos años con la desproporcionada subida de la tasa de residuos y vuelve a suceder ahora en el ámbito municipal.

Creo que se gasta con mucha alegría, atendiendo más a criterios populistas, ya saben, pan y circo, que a motivaciones de eficiencia. A nadie en su sano juicio se le ocurre gastarse el dinero, yéndose de vacaciones, y dejar sin reparar las goteras de su casa, pero en la administración municipal sí suceden estas cosas porque el orden de prioridades no responde al interés general, sino a criterios de índole electoral. Lo mejor de todo es que, ante este cúmulo de circunstancias, en otra época, habría habido respuesta ciudadana, ahora aquí nadie dice nada, no sea cosa que le quiten la subvención. ¿Se acuerdan de la obra de Aldous Huxley, ‘Un mundo feliz’?, pues en esas estamos.


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

Modificado por última vez en Sábado, 13 Enero 2024 19:47
Más en esta categoría: « A medio gas No hay dinero »

 

 

SUCESOS

SALUD