Termina este 2023 y a la hora de hacer un balance a vuela pluma, la verdad es que, por tratarse de un año electoral, no se puede decir que haya sido un ejercicio particularmente fructífero. Los grupos políticos de la oposición, pero sobre todo del equipo de gobierno, se pusieron en modo electoral muchos meses antes de que se celebraran los comicios locales del 28 de mayo. El PSOE, al superar la mitad de la legislatura pasada, ya se colocó la urna en la cabeza. Sus resultados electorales han sido muy favorables. Los mejores desde la apertura democrática, superando los primeros comicios de 1979, con Manuel Carbó Juan como candidato, y los de 1991, con Manuel Girona Rubio de cabeza de cartel, en ambos casos obtuvieron 11 actas de concejal. No hay ninguna duda de que todo el marco propagandístico, construido entorno a la inversión de la futura gigafactoría, con la presencia del presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez y el jefe del Estado, Felipe VI, ayudó mucho a obtener esos resultados tan buenos.
Todo esto solo demuestra que la ciudadanía no ha valorado la gestión municipal y que el voto ha estado motivado por otras cuestiones, relacionadas más con la propaganda que con la eficacia. En cualquier caso, los socialistas han conseguido doce de los trece ediles que constituyen la mayoría absoluta de la corporación saguntina. El treceavo lo aporta Esquerra Unida-Unides Podem, que, si no llegan a unirse para los comicios del 28 de mayo, lo más seguro es que no hubiesen logrado ese escaño. No es lo mismo tener un representante o ninguno, pero se parece bastante. Que la izquierda transformadora haya llegado a esta situación, auténticamente marginal, es algo que los debería llevar a la reflexión. En las elecciones de 2015, entre Esquerra Unida y ADN Morvedre, la marca blanca de Podemos, se hicieron con siete actas de concejal, en 2019, los ‘podemitas’, que eran tres por cuatro calles, desaparecieron del mapa político municipal y Esquerra Unida perdió la mitad de lo que obtuvo en 2015. Es posible que esto haya ocurrido porque la ciudadanía progresista haya concluido que con las papeletas de la izquierda transformadora se está votando realmente al PSOE, eso sí, por delegación. Es que cuando las líneas son tan finas y las diferencias tan sutiles, al electorado le cuesta distinguir entre los social liberales y la izquierda transformadora.
En términos económicos la situación se ha enturbiado un poco en la recta final de 2023 con el anunciado cierre de Galmed, pero, pese a ello, las expectativas siguen siendo esperanzadoras, entre Mercadona y la Gigafactoría. Lo que hace falta es que, en esta legislatura, se hagan los deberes y se prepare el municipio para lo que se avecina. Trabajo tienen por delante y están mejor pagados que en la privada, lo que hace falta es que se apliquen y gestionen.
