«La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana», muy cierto. Este dicho clásico viene como anillo al dedo para retratar lo que ha ocurrido esta pasada semana con la apertura del lado este de la Gerencia, donde, el que más y el que menos, ha querido colocarse su medalla. Los más jóvenes no lo saben, pero esta zona tan emblemática se podía haber convertido en otro barrio más del Puerto, con la construcción de 240 viviendas, más los 21 chalés ya existentes. De hecho, en 1992, el Ayuntamiento de Sagunto aprobó el Plan General de Ordenación Urbana vigente, donde se le asignaba a este enclave esos derechos edificatorios que no tenía con anterioridad. Llamó la atención que un gobierno municipal progresista, el del PSOE, concediera a la empresa siderúrgica esta prerrogativa. Hasta Izquierda Unida votó a favor de aquel PGOU que, como ha demostrado el tiempo transcurrido, era manifiestamente mejorable.
Menos mal que, en 1995, se puso en marcha la Comisión Pro Gerencia Pública, plataforma que con su labor constante consiguió que los ciudadanos empezaran a ver de otra manera y valorar el patrimonio industrial de Puerto Sagunto, que es uno de los aspectos que le otorgan a esta parte del municipio identidad y singularidad propia. Aunque la mayoría de los que promovieron aquella iniciativa no eran segregacionistas, si contribuyeron a que los porteños empezaran a sentir como propias las pocas señas de identidad que tenían. No perdamos de vista que, si Puerto Sagunto no tuviera el legado de la industria siderúrgica, sería un barrio más de Sagunto, eso sí, el más grande, de ahí que algunos sectores quieran erradicar todo vestigio de este pasado, abandonando a su suerte ese patrimonio industrial que está pidiendo a gritos una mejor conservación, como, por ejemplo, el archivo industrial.
Desde el citado colectivo se reclamaba que la ciudad jardín fuera pública, pero pública ya es la Nave de Talleres que, como estamos viendo, también pide su momento. En todo caso, esa labor desarrollada durante varios años por la Comisión Pro Gerencia Pública, creó el clima idóneo para que el partido segregacionista, en el mandato 2007-2011, aprovechara su pacto de Gobierno con el PP en el Ayuntamiento de Sagunto para lograr algunos avances notables, entre ellos, el de la operación urbanística que permitió al municipio hacerse con la propiedad de la ciudad jardín, las oficinas generales y el economato, que, desde ese momento, son públicos y municipales. Es verdad que lo podía haber hecho cualquier gobierno municipal anterior, pero, seguramente, daba miedo asumir ese entorno en estado de ruina. Lo verdaderamente importante, más allá de las medallas y los minutos de gloria, es que la Gerencia es de propiedad municipal y para uso y disfrute de la ciudadanía.
