A través de los cauces de los ríos se descubren regiones bendecidas con viñedos, se vislumbran jardines que enmarcan nobles castillos o se perciben estampas inusuales

Chequia y el agua, un amor de verano

El agua es protagonista de muchas experiencias turísticas en la República Checa (Foto: Zuzana Reifova) El agua es protagonista de muchas experiencias turísticas en la República Checa (Foto: Zuzana Reifova)
Viernes, 03 Junio 2022 11:15

La chispa que enciende el verano, con sus días largos y azules, no sólo no se apaga con el agua sino que este elemento es capaz de avivar la llama y hacernos disfrutar aún más. Chequia encuentra en el agua uno de sus grandes aliados para ofrecer emocionantes experiencias a los viajeros durante el estío.

Refrescantes, románticas, excitantes, divertidas o relajantes, las experiencias que la República Checa brinda cada verano en torno al agua cuentan con todos los ingredientes necesarios para completar una escapada estival a este país centroeuropeo. Este elemento fundamental recorre todo el territorio transformado en ríos, canales, embalses y lagos e invita a los viajeros a interactuar de maneras divertidas y originales. A través de los cauces de los ríos se descubren regiones bendecidas con viñedos, se vislumbran jardines que enmarcan nobles castillos o se perciben estampas inusuales al reflejar la belleza arquitectónica de seductores pueblos. Pequeños cruceros, bucólicos paseos en balsa, descensos vertiginosos en canoa o privilegiados escenarios desde los que admirar el cielo iluminándose con fuegos artificiales… sólo es necesario decidir cuál es la experiencia que más nos motiva en función de nuestros gustos personales. ¿Una recomendación? Probar todas las opciones, pero eso lo dejamos a tu elección.

Navegar por grandes ríos

Es una experiencia tranquila, agradable y apta para todos los públicos, la amplia red de ríos y embalses de Chequia ofrece a los viajeros mil oportunidades de quedar extasiados ante grandes y pequeñas ciudades. La monumentalidad de Praga desde el río Moldava, con sus puentes, torres y palacios, es capaz de enamorarnos tanto si navegamos en barcos de época como en lanchas o góndolas. Una propuesta muy original durante el verano es realizar la travesía en barco de vapor, desde Praga hasta Slapy (fines de semana hasta el 25 de septiembre). El embalse de Orlík, el de mayor volumen de agua del país, también cuenta con barcos que llevan hasta Zvíkov a partir del 1 de julio, en este punto se puede bajar para admirar su castillo, que fue la sede de los primeros reyes checos. En el embalse, además, se puede pescar y bucear. Es habitual que los aficionados al submarinismo se sumerjan para ver la vieja iglesia de Těchnice, que quedó cubierta por las aguas.

Fuera de la capital también es posible vivir bonitas experiencias acuáticas, como navegar por el río Morava desde Olomouc (de mayo a octubre) mientras se disfruta de una cena romántica o se escuchan las historias de la ciudad. Incluso se podría realizar un itinerario náutico por el Moldava entre České Budějovice y la ciudad alemana de Hamburgo. No se trata de un crucero sino de pequeñas embarcaciones que pasan durante su travesía por la población de Hluboká nad Vltavou, con su romántico palacio, por las presas de Orlík y Slapy, Praga y Mělnik. A partir de esa ciudad, el Moldava desemboca en el Elba y continúa por el norte hasta Alemania.

Recorrer canales históricos

Admirar los atractivos naturales y culturales del país desde los canales, ya sea navegando en los mismos o siguiendo el itinerario por tierra, es una original manera de descubrir perspectivas insólitas de Chequia. Entre las propuestas más atractivas para el verano se encuentra el canal de Bat’a, en Moravia del Este. Este ingenio fue ideado por el prodigioso empresario del calzado Tomáš Baťa, quien, además de transformar la ciudad de Zlín y los procesos industriales, también proyectaba usar este canal para acercar materiales a sus fábricas (no lo llegó a ver terminado). Hoy día, su uso es totalmente turístico y las familias con niños, personas mayores o con movilidad reducida disfrutan enormemente de la navegación entre Kroměříž y Hodonín. El itinerario completo, con sus 13 compuertas y numerosos puentes, sobrepasa los 50 kilómetros. Las opciones para navegar también son variadas, en un barco turístico, pilotando una lancha, etc. Combinar la travesía con ratos de pedaleo por la senda ciclista que transcurre paralela, es otra tentadora propuesta.

La segunda propuesta, el canal náutico de los Schwarzenberg, nos lleva a la sierra de Šumava, en Bohemia del Sur. Este nombre se debe a su promotor, el conde Juan Nepomuceno I de los Schwarzenberg que ordenó su construcción a finales del siglo XVIII. Dicho canal, considerado Monumento Nacional de la República Checa, une los afluentes del río Moldava y el Danubio. De sus 90 kilómetros, 400 metros transcurren dentro de un túnel. Hoy día se ha reconstruido una parte y, aunque no es navegable, junto al canal discurre una senda cicloturista de unos 14 kilómetros que permite gozar del frescor del paisaje, de grandes bosques, puentes y compuertas, mientras se recuerda su misión original como medio de transporte de madera a Viena.

Descender aguas bravas

Pero no todo es sosiego en Chequia, además de las tranquilas experiencias en barcos turísticos o recorriendo canales históricos también es posible interactuar directamente con el agua. A los checos les encanta el piragüismo e incluso realizan recorridos de varios días por sus cauces más extremos. Eso sí, para practicar este deporte es imprescindible conocer el grado del descenso y saber un poco sobre el propio río. En Chequia se emplea el sistema alpino, que distingue dos categorías de ríos: los tranquilos (ZW) y los salvajes (VW), que se dividen en otros seis tipos.

dda12264 73d8 4915 a641 5d247c78e09aEl río más demandado para el piragüismo es el Moldava (Foto: Jan Hocek)

El río más demandado para el piragüismo es el Moldava (Vltava), como parte del mismo atraviesa el Parque Nacional de Šumava hay que pedir permiso para descender el río. No es necesario llevar ningún material porque todo se puede alquilar en empresas profesionales. Los más entregados a este deporte se pueden plantear una escapada temática de rafting como el descenso del Sázava, un afluente del Moldava que tiene emocionantes rápidos. A lo largo del río existe una gran cantidad de campings y de empresas de alquiler de material así que la aventura puede empezar y terminar donde el viajero decida.

Emocionarse en cauces tranquilos, embalses y entre desfiladeros

En casi cualquier rincón de la República Checa se encuentran actividades cerca del agua que son ideales para realizar en verano. Algunas invitan a retroceder varios siglos atrás, como el romántico paseo en balsa de madera por un meandro del Moldava a su paso por Český Krumlov. Al ritmo que va marcando el balsero, o incluso del grupo musical que acompañe en la embarcación, se descubre el perfil de esta ciudad de Bohemia del Sur que parece salida de un cuento de hadas. Al mismo tiempo, permite hacerse una idea de cómo se transportaba antaño la madera u otros productos como la sal, en zonas como esta.

Para probar la experiencia de capitanear un barco sólo hay que recorrer los 30 kilómetros que separan Český Krumlov del embalse de Lipno. En el mayor embalse de Chequia (44 kilómetros de largo y 10 de ancho) es posible convertirse en “lobo de mar” durante los meses de julio y octubre. También, practicar otras actividades en el agua, como paddle surf o pedalinas acuáticas, o fuera de la misma, ya que existen preciosas rutas ciclistas, pistas de patinajes, miradores de infarto y relajantes spas.

Si se quiere añadir un grado más de emoción, hay que dirigirse al Parque Nacional de la Suiza de Bohemia donde la naturaleza se muestra desbordante en cada uno de sus rincones. Allí es posible navegar por el río Kamenice, entre desfiladeros tapizados con grandes helechos, rocas cubiertas de musgo y casitas asomadas a lugares inverosímiles. El paseo brinda tantas postales románticas que es imposible dejar de hacer fotografías.

Para dar por concluido el viaje estival a la República Checa no hay nada mejor que un buen espectáculo de fuegos artificiales, ya que también se celebra junto al agua, en el embalse de Brno. La 25 edición del Festival Ignis Brunensis iluminará la capital de Moravia del Sur entre el 11 de junio y el 23 de julio.

La República Checa es un destino con grandes atractivos que se prestan a ser descubiertos en todas las estaciones del año, ya sea a través de escapadas urbanas, rutas en coche o itinerarios temáticos. En Destino Chequia encontrarás inspiración para tus artículos.


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