En primer lugar, felicitar a la primera autoridad local porque, por fin, el Ayuntamiento de Sagunto ha sido sensible a las quejas vecinales del barrio del Padre Jaime y, a principios de semana, envió una brigada para que adecentara la acera de la Avenida del Delta del Río, que es la que separa el casco urbano de los terrenos del Palancia. Lo ocurrido demuestra que, cuando hay voluntad de hacer las cosas bien, todo es muy fácil. Repito, señor alcalde, mi felicitación por atender esta reclamación vecinal.
Y ahora, vayamos al tema. Ayer se presentó el proyecto de presupuestos municipales para 2016, que ha elaborado el tripartito que conforman Compromís, Esquerra Unida y ADN Morvedre. Los tres ediles que intervinieron en esta comparecencia ante los medios: Teresa García, Guillermo Sampedro y Sergio Moreno, pusieron de relieve el esfuerzo del nuevo equipo de Gobierno por potenciar las políticas sociales. Guillermo Sampedro fue más allá, al asegurar que se trata de unos «presupuestos muy ideologizados desde la izquierda».
Con los datos que ayer facilitaron en este acto, se puede concluir que el Ayuntamiento de Sagunto destinará en 2016 un total de 3.420.000 euros para el capítulo de los Servicios Sociales. Hasta la fecha, lo que se invertía en este apartado era bastante menos, exactamente 2.600.000 euros. Es decir, que el nuevo Gobierno municipal ha decidido ampliar esta consignación presupuestaria en 820.000 euros. Además, preparan otra partida, en este caso de un millón de euros, para la emergencia social. Por tanto, de los presupuestos de 2016, se comprometen 4.420.000 euros para el área social.
Sin embargo, no es verdad que el nuevo Gobierno va a destinar más recursos a la ayuda social que el anterior. Efectivamente, si el Partido Popular dotaba el área de los Servicios Sociales con 2.600.000 euros y destinaba al Plan de Empleo 3.500.000, la suma de ambas cifras es de 6.100.000 euros. No hace falta ir a estudiar a Salamanca para darse cuenta de que, entre los 6.100.000 euros y los 4.420.000 euros, hay una diferencia de 1.680.000 euros, que es exactamente en lo que se reduce el gasto social.
Cuestión distinta es que los fondos se gasten de una manera o de otra y de que, en función de cómo se inviertan, se aprovechen mejor o peor. No es ningún secreto que existe una opinión muy extendida de que los planes de empleo son poco útiles y solo sirven para malgastar el dinero público. Por consiguiente, es posible, probablemente, que 4.420.000 euros puedan ofrecer una rentabilidad social mayor que 6.100.000 euros; aunque, naturalmente, todo es opinable.
