Que Dios nos asista

Viernes, 11 Diciembre 2015 17:56

Con la de hoy, es la tercera vez que este periódico se hace eco de las quejas vecinales por el clamoroso abandono que sufre el barrio del Padre Jaime, donde la acera norte de la avenida Delta del Río, que es la que separa el casco urbano del río Palancia, se encuentra completamente invadida por los matorrales. En algunos tramos, la maleza ya alcanza la propia calzada. Los vecinos han ido, al menos en tres ocasiones, a denunciar la situación ante el servicio de mantenimiento del Ayuntamiento de Sagunto, pero aquí nadie hace ni caso.

Seguramente, si esto ocurriera en otra parte más distinguida del municipio, ya se habría dado la orden pertinente a la SAG para que sus operarios, urgentemente, procedieran a la limpieza y adencentamiento de esta zona, pero como ahí viven personas humildes, nadie se molesta en solucionar un problema que se viene arrastrando desde el verano. Repito, desde el verano. Lo que significa que todos los visitantes se habrán llevado una impresión deplorable de esta parte del municipio que, supuestamente, quiere vivir del turismo. Menuda patraña.

Como aquí nadie hace ni caso, los vecinos ya han colocado un modesto cartel, tachando la situación de vergonzosa y pidiéndole al alcalde que resuelva el problema. Esperemos que la primera autoridad local pueda dedicar unos minutos de su valioso tiempo para que se dé una solución a este barrio, en vistas de que sus bien pagados colaboradores no han sido capaces, en cuestión de seis meses, de zanjar satisfactoriamente este problema de tan escaso calado. Y, por favor, no me vengan con el cuento de que los solares tienen dueño y que por eso se retrasa todo mucho, que para otras cosas sí que se dan prisa.

No me extraña que los vecinos estén alucinados, hartos y aburridos, ante el nulo caso que se les hace desde la instancia municipal. Flipan en colores porque no aciertan a comprender que una cuestión de tanta simpleza, que requiere tan poco desarrollo, no se haya podido solucionar en casi medio año. Y es que, ciertamente, cuesta mucho de creer que esta parte de la ciudad presente un aspecto tan deplorable, de tanto abandono, y nadie se interese por ello, con lo preocupados que están todos con el turismo de calidad. Aquí, la verdad, preocuparse, preocuparse, por las piedras del castillo y poco más, porque hasta se han tenido que suspender las visitas al monumento del Horno Alto por que la Fundación que lo gestiona no tiene 400 euros, repito, 400 euros, para pagar el seguro de responsabilidad civil. Esto también es de nota y matrícula de honor. Que Dios nos asista.


Si le ha interesado esta información, puede unirse a nuestro canal de Telegram y recibirá todas las noticias que publicamos para el Camp de Morvedre. Síganos en https://t.me/eleco1986

 

 

SUCESOS

SALUD