Los socialistas de Sagunto, en petit comité, reconocen que salir de las elecciones municipales de mayo de 2019 con cinco actas de concejal, que son dos más de las que tienen ahora, sería un buen resultado. Son conscientes de que el voto está muy fragmentado, pero confían en que el efecto Sánchez les dé el empujón que necesitan para mejorar los resultados que se lograron en 2015. Aunque siempre puede ser peor, es verdad que al PSOE de Sagunto, después de caer tan bajo, solo le queda arrastrarse por el fango, por eso, precisamente, se presume que puedan empezar a crecer en mayo de 2019, a poco que se lo propongan.
Lo que más ha llamado la atención de Darío Moreno, es que se trata de una persona muy joven, es decir, se ha transmitido la imagen de que los ‘carcamales’ del partido han dado un paso atrás o, simplemente, han sido inhabilitados, como es el caso de Francisco Crispín, que al verse envuelto en un proceso penal, junto a cuatro funcionarios municipales, por cuestiones relacionadas con su trabajo; ya saben: la compra de ropa laboral, el partido lo ha condenado ante la opinión pública, antes que el juzgado, suspendiéndolo cautelarmente de militancia.
Según me cuentan, hasta el número tres de la lista ya tiene anotada la reserva, incluso el cuarto puesto está ahí, ahí. El dos será una mujer y el tres un hombre, o sea, una lista cremallera. Como Crispín no estará y Miguel Chover tampoco, porque se retira a los cuarteles de invierno, se desconoce cual va a ser el futuro político de Natalia Antonino, que, como todo el mundo sabe, es una militante del partido vinculada desde siempre al sector de Crispín. Podría ser que esto la penalizara, en cuyo caso, se perdería un activo importante que después de cuatro años como concejal con experiencia de Gobierno, empieza a conocer bastante bien la mecánica municipal. Si finalmente van en los primeros puestos los que me han asegurado que irán, no le conviene al candidato ir desperdiciando gente que sepa cómo funciona el Ayuntamiento, no obstante, doctores tiene la iglesia.
El partido abriga la esperanza de que Darío Moreno, mucho más conocido en Sagunto que en El Puerto, sea capaz de segarle la hierba a Compromís en el casco histórico, que es su feudo natural. Los nacionalistas saben que, por no votar a la candidatura encabezada por Crispín, muchos socialistas le dieron su apoyo en las elecciones de 2015, es decir, que ese voto prestado entonces, podría volver en mayo de 2019 a su granero original. De cualquier forma, al candidato socialista no le espera un paseo en barca, al presentarlo seis meses antes de las elecciones, se ha convertido en una diana móvil. Veremos cómo juega el marketing político. Atentos.
