El 45 Presidente USA, como era de prever se está rodeando de una pandilla con un curriculum vitae que da pavor. Sabido es que lo más reaccionario y casposo de la Iglesia Católica norteamericana le ha apoyado en su campaña, por ello el premio de la curia ha sido conseguir seis altos puestos en el gabinete presidencial…pero…
Da miedo ir enterándose cómo se va a concretar la era Trump a tenor de los nombramientos que está realizando. Al parecer se está rodeando de lo mejor de cada casa, por ejemplo: al conocido negacionista del cambio climático Scott Pruitt le da la Agencia de Protección del Medio Ambiente. Y esa es la tónica: ¿Se necesita alguien para presidir el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano? Pues nombramos a Ben Carson un conocido detractor de los Programas de Bienestar Social ¿Quién mejor podría desempeñar ese cargo?
Siguiendo con esa su lógica y cumpliendo con lo que venía diciendo en su campaña nombra a Tom Price, un enemigo del Obamacare, responsable de Sanidad. ¡Ahora sí se van a enterar los menos pudientes de lo que cuesta una operación por simple que sea!. Nombra a una multimillonaria, Betsy DeVos, para dirigir el Departamento de Educación. ¿Qué sabe esta mujer de educación? Muy sencillo, Trump la conoce porque es una defensora de acabar con la escuela pública privatizando toda la enseñanza norteamericana ¿Quién mejor que ella para regir el Departamento de Educación?
Un exejecutivo de Golman Sachs llevará el Departamento de Hacienda. Su principal mérito es haber destacado ejecutando desahucios hipotecarios. Su record personal es haber echado a la calle a una anciana de 90 años que no acertó a liquidar una deuda de 27 centavos de dólar. En Golman Sachs le estarán eternamente agradecidos. El Departamento de Energía lo llevará Rex Tillerson, otro magnate millonario que, entre otros cargos, fue Director Ejecutivo de la Exxon Mobil. La zorra a cuidar del gallinero.
Empieza a no caber duda de que Trump es un hombre de palabra: las barbaridades que dijo a lo largo de la campaña parece que no eran palabrería para atraer al votante bestia, pueblerino y cazurro. Se va viendo que la dirección que está tomando en la práctica es la misma que decía tener a micrófono abierto. Si hasta ahora escucharlo sonaba horroroso ahora viene lo peor y es que al parecer existen muchas posibilidades de que lleve a la práctica las barbaridades prometidas.
Si todo esto fuese en otro país tendríamos que compadecer a sus gentes por lo que se les viene encima, pero siempre podríamos pensar que allá ellos con las consecuencias de sus votos. El problema es que tratándose de los reyes del mundo, de un país como Norteamérica, los platos rotos los vamos a pagar todos y ni siquiera nos han dejado votar.
