A raíz de la información titulada: «La oposición municipal censura que la Alcaldía haya recuperado el coche oficial», publicada por El Económico el pasado viernes, el alcalde emitió un comunicado el lunes, que este periódico publicó ese mismo día. Entre las argumentaciones esgrimidas en él, destacaré la siguiente: «Si el señor González, con la connivencia de algún medio de comunicación local que publica noticias sin contrastar con la única finalidad de desprestigiar, piensa que esta es la manera de hacer política, allá él».
Como el alcalde se refiere a El Económico, aunque no lo cita, me veo en la obligación de hacer algunas puntualizaciones. En primer lugar, señor Fernández, debe saber usted que este periódico, desde 1986, que es cuando se fundó, ni es connivente ni dependiente de nadie. Esta afirmación está sobradamente acreditada con nuestra línea editorial que, a lo largo de estos 30 años, ha sido crítica con todos los que han ostentado el poder consistorial, desde el PSOE hasta el PP o los propios segregacionistas. En nuestra hemeroteca encontrará las ediciones que respaldan esta afirmación. En ese mismo archivo hallará portadas y portadas reproduciendo en lugar bien principal sus denuncias y críticas contra los ocho años de Gobierno del señor Castelló.
En cuanto a que no contrastamos las noticias, le diré, señor alcalde, que esa es una afirmación falsa. En el acta de la Junta Local de Gobierno del 1 de abril de 2016, en el punto 62, página 60, se detalla el acuerdo adoptado para el pago del impuesto correspondiente al cambio de titularidad del Audi A4, por importe de 731,79 euros. En el enunciado de dicho punto se indica que se trata de «Vehículo Alcaldía». Si prefiere que se denomine así, en lugar de «coche oficial», no hay ninguna objeción, ahora bien, si usted entiende por contrastar las noticias que le llamemos para pedir su aquiescencia, eso, señor Fernández, es harina de otro costal.
Por último, alcalde, sepa usted que no está en mi ánimo desprestigiarle, nos conocemos desde hace muchos años y no le negaré que le tengo aprecio, pero con esa misma sinceridad le diré también que usted solito se sobra y se basta para malgastar la credibilidad con la que llegó al cargo, después de un año y medio de gestión con muchas más sombras que luces. Sin perder de vista, además, que cuando estaba en la oposición predicaba unas cosas y ahora, desde el Gobierno, hace las contrarias. Recuerde, señor Fernández, que es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio. Y una última cosa, ordene a su asesor más fiel que todas las mañanas le recuerde que es usted mortal. Memento moris.
