Al final, en el pleno de marzo, no se incluyó en el orden del día la subida salarial de los 11 jefes de sección y el recaudador municipal, que, en números redondos, suponía un incremento en la nómina de unos 375 euros mensuales. Tal y como adelantó este periódico el pasado viernes, un informe de la Intervención Municipal que ponía ciertos reparos, ha sido la excusa a la que se ha agarrado el equipo de Gobierno para dejar el tema en vía muerta y no tener que tomar una decisión tan polémica y tan contestada socialmente, a pocas semanas de las elecciones municipales. Aunque habrá sido por casualidad, la verdad es que el informe del señor interventor les ha venido de perlas para darle una patada a este asunto y lanzarlo directamente a la siguiente Corporación municipal; la que surja en las elecciones del 24 de mayo.
Si el asunto hubiese ido al pleno, seguramente habría salido adelante con los votos del PP y SP, puesto que los del PSOE, probablemente, no habrían respaldado esta medida, al menos 4 de los cinco ediles. Es verdad que la edil socialista Natalia Antonino votó a favor de la medida en la Comisión Informativa de Personal, por lo que también hubiera apoyado esta propuesta en el propio pleno, pero ¿qué habrían hecho el resto de sus compañeros de grupo? ¿Pronunciarse en contra? ¿Abandonar la sesión en le momento de la votación para no apoyar la medida? Entre estas dos opciones está la respuesta. Me inclino pos la segunda, que es la más discreta.
Como no podía ser de otra manera, los sindicatos están la mar de contentos porque este asunto haya quedado aparcado, al menos, temporalmente. Como dice el veterano Calomarde, después de las próximas elecciones se abre un periodo de 4 años para negociar con calma la Relación de Puestos de Trabajo, que es lo que se tenía que haber hecho hace ya mucho tiempo. En este punto recordaré que el último catálogo de la plantilla municipal lo negoció con los sindicatos el desaparecido Miguel Almor Marzal, que, como concejal de Personal en el Ayuntamiento de Sagunto tras el voto de censura contra Girona, hizo una gestión magnífica. Tanto es así, que, desde entonces, ningún equipo de Gobierno posterior se atrevió a meterle mano a la RPT.
Aprobar la subida salarial a este colectivo de funcionarios de élite del Ayuntamiento de Sagunto en las circunstancias planteadas, descalificaba a los políticos promotores de la iniciativa y, sobre todo, ponía bajo sospecha a los técnicos que se beneficiaban por este aumento de sueldo. No nos engañemos, todo esto, planteado de la forma que se ha hecho, parecía un apaño para pagar favores.
