La prórroga

Viernes, 21 Junio 2019 15:53

Decía el anterior alcalde, el nacionalista Francesc Fernández, que las legislaturas deberían ser de seis u ocho años, puesto que con cuatro no hay tiempo suficiente para materializar los proyectos. De alguna forma, estaba pidiendo una segunda oportunidad. Al final, las urnas han permitido que el PSOE, Compromís y Esquerra Unida, sigan al frente del Gobierno municipal de Sagunto, lo que, en cierto modo, representa esa prórroga que Fernández reclamaba. Es verdad que el alcalde no es el mismo, que Esquerra Unida ha perdido la mitad de la representación y que los saguntinos de Compromís, pese a perder alrededor de 1.250 votos, mantienen el mismo número de concejales. A pesar de estos cambios, estamos ante un equipo claramente continuista, donde los de Compromís van a seguir teniendo mucho peso, son, sin ninguna duda, los que más experiencia tienen, mientras que, los del PSOE, exceptuando a Natalia Antonino, se estrenan en estas tareas.

Durante la pasada legislatura, el anterior cuatripartito fue incapaz de sacar adelante las inversiones, me refiero a los proyectos que tenían preparados y con fondos económicos para su adjudicación. No dotaron el Departamento de Patrimonio y Contratación del personal necesario para superar con esa ayuda extra los escollos de la nueva ley de contratos del sector público. Tanto es así que, el pasado 2018, de 22,5 millones de euros disponibles para obras, solo pudieron tramitar el 10%, o sea 2,5 millones de euros. Lo ocurrido, obedece más a la pésima calidad de los gestores que a la duración de la legislatura, pues, por ejemplo, el Ayuntamiento de Valencia, con la misma ley de contratos, pudo materializar entorno al 50% del presupuesto para inversiones. Sin embargo, esto ya es agua pasada, los tres partidos que repiten al frente del consistorio tienen cuatro años de prórroga para sacar adelante lo que debieron ejecutar en el anterior mandato, que no es poca cosa.

Compromís, entonces Bloc, jugó un papel estratégico a la hora de tomar decisiones en el Gobierno presidido por la socialista Gloria Calero, en la legislatura 2003-2007, donde Francesc Fernández fue concejal de Urbanismo. En esta nueva reedición del tripartito también se notará mucho la influencia de los nacionalistas en la toma de las decisiones más importantes. Ni que decir tiene que, desde Urbanismo, como ya ocurrió entonces, se podrán acelerar unos proyectos y retrasar otros. Por otro lado, también se verá nítidamente esa influencia en todos los asuntos relacionados con la cementera Lafarge, donde Compromís seguirá ejerciendo presión sin límite.

Dicen, los que quieren salvar a Darío Moreno, que él no quería pactar con Compromís, pero que se lo han impuesto desde Valencia. La verdad, no sé qué será peor.


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