El cuatripartito municipal de Sagunto va a manejar durante estos cuatro años de legislatura, en números redondos, alrededor de 300 millones de euros, que corresponden a la suma de los cuatro presupuestos municipales. No está nada mal, ¿verdad? Este mismo cuatripartito, ha tenido la suerte de llegar y besar el santo, puesto que asumió el Gobierno municipal de Sagunto cuando se empezaba a notar el cambio de ciclo económico, es decir, se ha chupado tres años y medio de vacas gordas.
Esta mejora de la economía, que se ha plasmado en nuestro territorio con el resurgir de Parc Sagunt, gracias a la apuesta de Mercadona, y la entrada en servicio del Vidanova Parc, que, por cierto, se empezó a engendrar en 2010, le ha proporcionado al Ayuntamiento de Sagunto ingresos muy suculentos, tanto de plusvalías, como de ICIO y, finalmente, de IBI, puesto que se trata de nuevas bases impositivas. Pero, con todo y con eso, nuestro cuatripartito de progreso, social y orientado a la izquierda, que diría el portavoz de EU, Guillermo Sampedro, ha logrado batir el récord de endeudamiento municipal.
En este 2018 la deuda consistorial ha crecido hasta los 37,6 millones de euros, lo que supone un incremento próximo al 50% respecto al débito que el Partido Popular le dejó al nuevo gobierno. En efecto, cuando Muniesa se fue de la Alcaldía, el Ayuntamiento de Sagunto le debía a los bancos unos 25,1 millones de euros, que, desde luego, no es moco de pavo. Tres años y medio después, 12,5 millones más. Pero, no conformes con esto, para cuadrar los ingresos del presupuesto de 2019 han tenido que incluir la venta de solares municipales, algunos de ellos muy cerca de la playa, ya saben, para hacer pisos. Lo dicho, muy progresista.
Tanto, como la decisión de prohibir en el pontazgo la entrada de camiones, medida que, como no podría ser de otra manera, afecta de lleno a los trabajadores cooperativistas de Transmorvedre, que son los que pasan por ese recorrido para transportar la caliza desde la cantera Salt del Llop hasta la planta cementera de Lafarge. ¿Les suena esto? El alcalde vuelve a las andadas. Está claro que como nuestro primer munícipe todavía no ha podido cerrar la empresa, lo intenta de otra manera, a ver si por falta de materia prima abandona, aunque lo más probable es que los que cierren sean los trabajadores de esta cooperativa, que en cada jornada laboral tienen que gastar más de 50 litros de gasoil extra, debido a ese mayor recorrido que tienen que hacer ahora. Lo mejor de todo es que ni la concejal de Movilidad Urbana, Roser Maestro, ni el resto de los socios del cuatripartito han dicho ni palabra. Repito, todo muy progresista y orientado a la izquierda.
