Los dirigentes del PCE que militan en Esquerra Unida, anuncian que van a presentar una candidatura alternativa a las primarias abiertas que, por primera vez, celebrará esta organización política. Si atendemos a las manifestaciones que Rafael García Marín, secretario de organización del PCE de Sagunto, realiza a este periódico, la verdad es que están muy decepcionados con la gestión que el Grupo Municipal de Esquerra Unida ha realizado durante estos tres años y medio de legislatura en el Ayuntamiento de Sagunto.
La gota que ha colmado el vaso ha sido, probablemente, el procedimiento seguido para contratar, como relevista del encargado general de la SAG, a Rafael Garzó, que en tiempos ocupó cargos de responsabilidad en Esquerra Unida y en el PCE, aunque ya no forma parte de esta última organización, y que mantiene una estrecha relación con Roser Maestro, concejal de Esquerra Unida y consejera delegada de la SAG.
La verdad es que, conociendo el modus operandi del PCE, no pasó desapercibido el comunicado que emitió esta formación, tras difundir este periódico que Garzó había sido contratado en la SAG. En ningún momento salió en defensa de Roser Maestro, que también es militante de la organización comunista. Tras la lectura de aquel comunicado, quedaba bastante claro que no se compartían determinadas actuaciones. Cómo se iban a compartir si, como recuerda García Marín en sus declaraciones, se enteraron por El Económico de lo ocurrido.
Pero esta polémica contratación en la SAG no es más que el último motivo de decepción para este colectivo del PCE, antes hubo otros: la forma precipitada en que el Grupo Municipal de EU formalizó el pacto de Gobierno con Compromís para gestionar el Ayuntamiento de Sagunto, la actitud que ha mantenido el grupo municipal con respecto al compromiso adquirido de remunicipalizar el agua, que ha quedado en nada, o el entreguismo de los concejales de EU a las políticas de Compromís, por citar sólo algunos ejemplos.
Así pues, el PCE logra reunir amplios apoyos de la izquierda tradicional entorno a la figura de García Marín, un hombre con solvencia y prestigio que, como el mismo recuerda, no necesita de la política para vivir, por lo que, según dice, nunca antepondrá la percepción de un salario a sus principios o el cumplimiento del programa electoral. El PCE siempre ha sido valiente cuando ha observado que Esquerra Unida se alejaba de sus principios fundacionales, baste recordar, por ejemplo, la campaña que promovieron en las elecciones de 1999 algunos elementos del partido, contra una lista electoral fraudulenta, copada por elementos del PASOC. Al final, Esquerra Unida no logró ni una sola acta de concejal, quedando sin representación municipal por primera vez desde la apertura democrática.
