No aprendemos

Viernes, 06 Abril 2018 18:45

Al hilo de la intervención que la Demarcación de Costas tiene programada para el tramo de litoral situado al sur de Castellón y al norte de Sagunto, en esta edición se publica un extenso trabajo, recordando los aspectos más relevantes de lo ocurrido en la legislatura 2007-2011, cuando se dejó perder un proyecto de la Dirección General de Costas para la fachada marítima del municipio de Sagunto. La mayoría social, formada por las fuerzas vivas más representativas de la ciudad, apoyaba la iniciativa del Ministerio, sin embargo, los intereses especulativos pesaron más que el interés general. El proyecto no se materializó y el municipio perdió una inversión de 20 millones de euros de la época y la oportunidad de modernizar el paseo marítimo, de recuperar el malecón de Sierra Menera para uso público, integrándolo en el propio paseo, y de rescatar las playas del norte del municipio.

Once años después, todo se ha deteriorado más y el Malecón ha pasado a ser de propiedad privada. Si el Ministerio no hubiera incluido estos terrenos en el proyecto del paseo marítimo, la propuesta ministerial no habría encontrado tanta resistencia, porque, bajo el lema de «Salvemos la playa», se estaban protegiendo otros intereses más inconfesables y claramente especulativos. Acuérdense que, por entonces, se hablaba de construir un hotel en este suelo.

Pero no aprendemos, once años después seguimos igual, recibiendo a pedradas a los que intentan buscar una solución para nuestra costa. Si las playas del norte están echadas a perder, arruinadas por la piedra, como es el caso, ¿qué esperamos?, ¿que se vuelvan a marchar los de Costas y se quede todo como está? ¿es eso lo que se busca? Ya se sabe que en mayo de 2019 hay elecciones municipales y autonómicas y que, electoralmente, no es muy positivo para el cuatripartito municipal que el PP se ponga a resolver ahora los problemas de la playa. Cosas de la política.

En cuestión de diez años hemos pasado de que Costas invirtiera en el paseo marítimo un potosí, a que sea el Ayuntamiento el que reclame su cesión para intervenir desde la instancia municipal y, por tanto, con fondos municipales. En el tema de las playas de Almardà, no les extrañe que sea el Ayuntamiento el que termine costeando todos los años la retirada de piedra.

En fin, vamos mejorando. Como ya dije en su día, estamos igual o peor que en la ciudad que aparece en el célebre cuento de Luigi Pirandello, 'Las sorpresas de la ciencia', que narra las peripecias de lo que ocurre en Milocca, donde las discusiones por encontrar las mejores soluciones, impiden que se produzcan avances. Recuerden que lo mejor es enemigo de lo bueno.


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