Ha tenido que perder el PP las elecciones en la Comunidad Valenciana para que los nuevos gestores de la Sanidad rebuscasen en los cajones, para enterarnos de que nos mentían, que existía una contabilidad B (el PP y sus contabilidades B) donde se ocultaba que la suma de los días de demora en las consultas pasaban de 3.500.000. Que se sustraían en los papeles a 10.000 pacientes en listas de espera; que se les negaba a 17.000 sin papeles el derecho a su salud; que se les negaba ayudas al copago a 1.300.000 personas en situación de especial vulnerabilidad y/o con rentas bajas.
Y aquí no pasa nada. ¿Se ha descubierto otra contabilidad en B? No pasa nada. ¿Se ha visto que llevan un porrón de años mintiéndonos? ¿Y qué? No pasa nada... es más, alguien dirá: “¡Vaya novedad! eso ya lo sabíamos”. El país entero parece vacunado contra los escándalos. Los escándalos ya no son lo que eran, ahora parecen situaciones normales y lógicas… siempre que afecten al PP.
Porque no nos engañemos, si la centésima parte de lo que hay fuese achacable a Podemos el escándalo sería mayúsculo … y es que esta gente de Podemos no tiene ganado el derecho a robar ni a equivocarse, ni a meter la pata, ni mucho menos a meter la mano… ¡que se anden con cuidado!
Sin embargo la impunidad de la que disfruta la derecha, no solo el PP, aunque sea el campeón, les confiere el derecho a hacer cualquier barrabasada como p.e. inmiscuirse en la guerra de Irak y ser la posible “justificación” para el yihadismo. Esta gente disfruta de total impunidad, no solo legal sino también popular y electoral. Da la sensación de que cuanto más gorda la hacen más votos recogen. Se trata de una auténtica locura pues han detectado que no se les exige, que no tienen que pagar ninguna factura y ello les envalentona cada vez más.
La impunidad absoluta de la que disfrutan les facilita hacer apuestas tan peligrosas y arriesgadas como tomarse a cachondeo el tema catalán (¿Qué otra cosa es la postura indolente y provocativa de Rajoy en este tema?). Mientras, sus “oponentes” Más, Pujol y compañía, la otra cara de la misma moneda, como represalia por sacar a colación el 3 % se nos han hecho independentistas de la noche a la mañana. El mensaje es claro: si vuestros jueces se ponen pesados construiremos otro país donde los jueces los controlemos nosotros.
Están enfrentando muy, pero que muy peligrosamente a los pueblos de España en un conflicto que no es real, que nunca ha existido, mientras ellos siguen yendo a lo suyo: la pela. Y el personal entrando al trapo. ¿A los capotes? No. A las banderas.
