En el pleno municipal ordinario de abril, donde se debatió la moción de IP, que planteaba iniciar el proceso para la municipalizar del servicio de agua potable, se dijeron muchas inexactitudes, por decirlo finamente. El edil de Compromís, Pepe Gil, para justificar el cambio de modelo, aseguró que el rendimiento de la red de agua fue del 20% durante los tiempos en que este servicio lo gestionaba el propio Ayuntamiento. El portavoz de ciudadanos habló de un poco más, el 30% de rendimiento efectivo. Como yo tengo muy buena opinión de los señores Gil y Castillo, pienso que realizaron semejantes afirmaciones por puro desconocimiento, más que por mala fe. Lo que pasa es que no hace falta ser ingeniero de caminos para darse cuenta de que semejante aseveración es una barbaridad. Basta con aplicar el sentido común. ¿Qué implica un rendimiento del 20% de la red municipal de agua?, que se pierde por fugas el 80% del líquido elemento que se inyecta en las tuberías. Es decir, ochenta litros de cada cien. Si esto hubiese sido así, muchísimos ciudadanos de este municipio no habrían tenido acceso al suministro de agua.
Lo mínimo que se puede esperar de nuestros representantes públicos, sean del partido que sean, es que se documenten un poco y no toquen tanto de oído, que en algunos casos, como el que nos ocupa, desafinan clamorosamente. Eso es lo que hemos hecho en este periódico, documentarnos, echando mano de nuestra hemeroteca, de ahí que se pueda afirmar con total seguridad que el rendimiento de la red pública de agua potable, cuando estuvo gestionada por el propio consistorio, osciló entre el 56% y el 65%, lo cual no está nada mal si se tiene en cuenta que actualmente, con Aguas de Sagunto a los mandos, esa eficiencia se ha mejorado hasta el 71%, es decir, entre 6 y 15 puntos, aunque también es cierto que el recibo nos ha subido a todos los vecinos alrededor de un 60%. Con dinero, cascabeles.
Como no podría ser de otra manera, respeto las dos posturas que concurren en este debate: la favorable a la gestión privada o mixta, y la que defiende la municipalización del servicio. Las dos posiciones son legítimas. En este sentido creo que los partidos que aprobaron la privatización encubierta del servicio, es decir, PP, PSOE y Bloc, hoy Compromís, no engañan a nadie, son coherentes con su planteamiento, pues no dicen una cosa y hacen la contraria. Lo que ya no está tan claro, es el papel de EU y de los ‘podemitas’ de ADN Morvedre, pues sus predicamentos no se ven respaldados por los hechos. En aquel pleno, ambas fuerzas políticas se retrataron en 4K. Como decía mi madre: «obras son amores y no buenas razones». Una verdadera pena.
