Este jueves, visitaba la diputada provincial de Ciudadanos el paso por el cauce del río Palancia para ir de la playa de Canet a la del Puerto y viceversa. Mamen Peris, que así se llama la susodicha, estuvo acompañada por el portavoz de Ciudadanos de Sagunto, Raúl Castillo, el de Canet, Vicente Bayona, así como por varios miembros de Iniciativa Porteña, entre ellos, su portavoz Manuel González. Como se recordará, IP presentó una moción en el último pleno municipal para plantear la necesidad de crear una comisión conjunta entre los Ayuntamientos de Sagunto y de Canet «con el objeto de buscar las opciones más adecuadas en el marco actual, tanto a nivel urbanístico y técnico como económico o competencial, para la construcción de este puente».
La verdad es que estamos principiando marzo y, como aquel que dice, dentro de nada se habrán cumplido los dos primeros años de este Gobierno municipal que preside el nacionalista Francesc Fernández. Parece que fue ayer cuando el cabeza de lista de Compromís asumía la Alcaldía, pero el tiempo corre que es una barbaridad. Lo digo porque en este periodo tampoco se ha dado una solución al problema de comunicación entre la playa porteña y la de Canet. El Partido Popular quiso hallar el remedio con el fracasado proyecto del Borde Norte, al que le encasquetaban, entre otras cargas urbanísticas, la construcción del puente.
Es cierto que las relaciones entre el actual Gobierno municipal y la Confederación Hidrográfica del Júcar, no pasan por su mejor momento. Hasta el propio alcalde ha reconocido que el 12 de junio de 2015, es decir, un día antes de su toma de posesión, la CHJ prohibió que se pudiera aparcar en el río a su paso por el casco histórico, aunque fue a mediados del pasado enero cuando impidió fisicamente que se pudiera acceder al cauce para estacionar. Sin embargo, una administración que pretende cambiar el tejido productivo, reemplazando las empresas contaminantes por actividades sostenibles, que cada dos por tres cita al turismo como uno de las alternativas económicas, tendrá que buscar una solución a este problema.
¿Cómo es posible que alguien que piense en el turismo como un motor económico presente y futuro, no haya caído en la cuenta de que es urgente conectar adecuadamente la playa de El Puerto con la de Canet, evitando ese camino de cabras en el que se ha convertido el actual paso? Hay voces contrarias a la construcción de un puente, pero lo que está claro es que hay que ofrecer opciones. La imagen que estamos dando es deplorable, tercermundista y, en todo caso, muy perjudicial para el desarrollo turístico del área.
