Funcionamos, generalmente, conducidos por la percepción que tenemos de las cosas. Deberíamos tener claro que no debemos fiarnos en absoluto de dicha percepción pues de sobra es sabido que la vista engaña (los sentidos) y que debemos esforzarnos para ser más reflexivos y menos intuitivos.

Estar equivocados respecto a la realidad es preocupante, pero aún lo es más tener una percepción errónea sobre lo que piensan o hacen los demás; suele generarnos una peligrosa tendencia a creer que disfrutamos de menos tolerancia y menos bienestar del que tenemos en realidad. Ello colabora, generalmente, a que tengamos una percepción miedosa e intolerante del mundo sin que los datos reales justifiquen tal cosa.

Las falsas percepciones pueden conducirnos a situaciones críticas con su contribución al auge del fanatismo xenófobo y la adopción de políticas de extrema derecha. Una acreditada empresa encuestadora británica ha realizado un trabajo en más de cuarenta países para valorar la diferencia entre la realidad objetiva y las percepciones personales en lo relativo a cuestiones humanas y demográficas. Esta encuesta es muy completa y trabajada y aquí, en esta breve columna, solo puedo citar algunos datos que me parecen esclarecedores. Compararé datos de España con los de un país significativo para nosotros: Alemania. La cifra real, basada en datos objetivos, va en negrita después de la opinión mayoritaria manifestada en la encuesta de cada país entre paréntesis.

Ante la pregunta: ¿qué porcentaje de la población del país es musulmana? En España se respondió (14%) 2% y en Alemania (21%) 5%

La gente, en casi todas partes, cree que la sociedad es menos feliz que lo que en realidad dicen ser. Ante la pregunta: ¿Se considera feliz o muy feliz? España (41%) 86%; Alemania (45%) 84%.

Y pasamos del pesimismo de algunas contestaciones al irreal optimismo de otras: ¿Qué parte del PIB gasta en salud su país? España (17%) 9%; Alemania (20%) 11%

De cada 100 domicilios ¿Cuántos cree que son propiedad de los que viven en él? España (56) 79; Alemania (28) 45.

Y así continúa en variadas cuestiones de ética o moralidad, comprobándose que las percepciones personales exceden con mucho a la realidad objetiva. La encuesta demuestra que en España, como en otros países desarrollados, percibimos el mundo como más amenazador de lo que realmente es e infravaloramos nuestro entorno social; que predominan y se difunden falsas percepciones no basadas en hechos reales o con bases objetivas. Que lo objetivo es que este país no está tan mal como hemos llegado a creer y que la gente es mejor de lo que nos muestran la prensa, las televisiones y sus tertulianos. Que tenemos un país y un pueblo que no se merecen los gobiernos que padece.

Otra cosa es que algunos partidos de corte mafioso se hayan apoderado de él, pero ese es otro tema.