No es mala idea remodelar el Paseo Marítimo. Nadie podría estar en contra. Lo que se ve raro es que cuando Costas anunció que lo iba a hacer por su cuenta se montase el lío que se montó hasta conseguir que se fuese con su idea a otra parte (y los veinte millones que tenían para sufragarla también) La excusa que se esgrimió en su momento fue que se iban a llevar “nuestra” arena de la playa. Una excusa estúpida pero que funcionó para espantar la inversión.

 

Me llama la atención y me intriga el hecho de que todo lo que concierne a la gestión de las “cosas del Puerto” no fructifiquen, no se realicen, o salgan mal, o bien que sea a un precio impagable o distorsionado. La Gerencia pudo ser adquirida cuando la Reconversión Industrial, gratis o casi gratis. En aquel momento el felipismo nos hubiese dado lo que fuese con tal de que aceptásemos el desmantelamiento industrial del país. Se perdió la ocasión y treinta años más tarde cuando hemos querido recuperar la Gerencia para el pueblo nos está costando un ojo de la cara.

 

Creo, estoy convencido, de que hoy si queremos que el Puerto adquiera por sí mismo entidad como pueblo habrá que invertir mucho dinero y eso habría que hacerlo por etapas porque hemos heredado muchos agujeros para tapar, por ello es imprescindible establecer prioridades partiendo de un análisis de la realidad, objetivo, pensando en el futuro y en la disponibilidad de fondos económicos. Ello nos llevaría en primer lugar, no me cabe la menor duda, a la puesta en utilidad del Horno Alto desencajonado de su rotonda-prisión. El Museo Industrial tendría que ponerse en servicio a continuación. Ambas son obras ya realizadas y que hoy por hoy en el estado en que se les tiene para lo único que sirven es para avergonzar y acomplejar a los ciudadanos de este pueblo.

 

Después de quitarnos esa vergüenza de encima habría que poner en uso las que fueron las Oficinas Generales dejando las salas necesarias para que la Unión Musical pudiese acometer su proyecto de Conservatorio de Música y el resto de las salas para una Tenencia de Alcaldía en condiciones. Asimismo habría que pensar en que el Economato, si no se le encuentra utilidad pública de momento, podría alquilarse para conseguir fondos para tantos gastos como los que habríamos de acometer.

 

La Ciudad Jardín de la Gerencia, terminada de rehabilitar, podría incluso autofinanciarse si se alquilan algunos de los chalets a empresas mientras que otros chalets se utilizarían para servicios públicos o fines sociales.

 

Después de este sencillo repaso ¿en qué lugar pondríamos la “necesidad” de rehacer el Paseo de la Playa? La buena gobernanza depende en gran medida del acierto a la hora de establecer prioridades.