Dice la Real Academia Española que “estatismo” significa “Inmovilidad de lo estático” en su primera acepción y en su segunda acepción dice que “estatismo” significa “Tendencia que exalta el poder y la preeminencia del Estado sobre los demás órdenes y entidades”. Pero si lo que queremos es definir “El Estado”, habría que sumar las dos acepciones en un solo significado. Y si a mí se me pide una definición emplearía tres palabras, “Estatus, mamones y privilegiados”. He dicho solo tres y cumplo, pero me arrepiento porque reflexionando en busca de esas tres palabras, me surgieron más de treinta. ¿Verdad que a usted también le salen… más de treinta?
Lo peor que a un país le puede ocurrir es que el estado sea el país y el país sea el estado. Esto ya sabemos que ocurrió en este planeta azul hace 101 años, pero terminó la experiencia en 1991. La experiencia estatista integral, o comunismo, o socialismo real, o lo que fuese… se extendió a medio mundo. Hoy persiste una rancia ideología asimilada, llamada “Populismo”, que nada tiene que ver con el P.Popular, nada.
Determinar qué partido ostenta el estatismo íntegro y absoluto, hoy, no es posible. Y no lo es, porque nadie lo reclama. Estos partidos, supuestamente socialistas, son definidos o nominados como populistas, nacionalistas, independentista, algo del pueblo, podemos ganar, todos juntos, verdes y lechuguinos, anti-leches, bloques de adoquines, etc. Lo que verdaderamente siento es que al glorioso PCE, se lo han cargado con integraciones, coaliciones y traiciones; no le han dado ni el derecho de permanencia histórica, y ni siquiera por reconocimiento de méritos de lucha social y de lucha armada cuando fue necesario. La traición surgió de sus mismas filas, de sus ideólogos de mentes nacionalistas, es decir, de su neo-izquierdismo-nacionalista, o lo que es lo mismo… de su neo-fascismo, el fascismo de izquierdas o nazi. Ser estatista y al tiempo nacionalista se asimila al nazismo.
Rodrigo Borja. Profesor ecuatoriano universitario y tratadista de ciencia política. Es licenciado en ciencias políticas y sociales y doctor en jurisprudencia por la Universidad Central del Ecuador, donde también fue profesor de la Facultad de Derecho. Rodrigo Borja aporta a su enciclopedia, teoría y práctica, fue diputado y jefe de gobierno. Pues Rodrigo Borja dice en “La Enciclopedia Política”. lo siguiente:
Esta palabra, que proviene del francés “etatisme”, tiene dos significaciones principales: una en el campo de la filosofía, que significa la inmovilidad de lo estático y que, en consecuencia, se opone a lo dinámico; y otra en el ámbito de la política.
El estatismo es la preeminencia del Estado. Por lo general este concepto se vincula con el marxismo, en razón de la transferencia de los instrumentos de producción hacia el sector público de la economía que éste propugna. Pero en realidad el concepto es más amplio. Es la traslación al Estado de responsabilidades y tareas, especialmente en el campo económico, que normalmente competen a la iniciativa privada. Y esto ha ocurrido no sólo en el >marxismo sino también en el >fascismo. Aunque con motivaciones diferentes, ambos sistemas ampliaron desmesuradamente el radio de acción estatal. En general, son estatistas las ideologías políticas que atribuyen al Estado funciones absorbentes. El proceso de <estatificación marxista se inspira en el estatismo y conduce hacia él. Los >totalitarismos fascistas incurrieron también en esta desviación. Es célebre la expresión de Mussolini: “Nada contra el Estado, nada fuera del Estado, todo dentro del Estado”. El Estado ubicuo de los fascistas y el Estado monopolizador de los comunistas fueron históricamente dos muestras claras de estatismo.
En Cuba, el estatismo integral, dejó paralizado el país durante 54 años. Hoy amplían su ya iniciado “movimiento” de hace unos años con la ley conocida como la del “Cuentapropista”, y que con otras muchas, como la ley de emigración, la de viajar y la de inversiones de capital extranjero, hacen que el modelo socialista cubano inexorablemente, vaya transitando hacia el capitalismo, y la libertad de sus gentes, dejan paso a la iniciativa del pueblo cubano. Del conjunto del pueblo, de las personas y no del estado, el gobierno de los estatistas o funcionarios está en declive, el pueblo no lo quiere. Quiere libertad, quiere más sociedad y menos estado. Los estatistas, creen que el Estado es el instrumento de dominación por el cual deben someter a los ciudadanos para alcanzar los “fines colectivos”. Lo que realmente ha alcanzado este movimiento político no es el “empoderamiento” si no el empotramiento de su persona y el enchufe de sus allegados, amigos y familiares. Tal es así, que dentro del espectro colectivista estatista, pueden coexistir comunistas y socialistas, progresistas y socialdemócratas, nacionalsocialistas y fascistas, teocráticos místicos y materialistas divinos, verdes y animalistas del pollo frito. Tan pronto han conseguido gobernar en los ayuntamientos y autonomías, los estatistas han comenzado a aplicar su teoría de estado prohibicionista a la sociedad, es parte inseparable de su idiosincrasia. ¡Empodérate apañero!
En el liberalismo los conceptos de justicia, leyes y ética fluyen desde la visión e interés del individuo como un ser libre hacia la conformación de una sociedad libre pero comprometida. En el caso del estatismo prima la concepción de masas y colectivos sobre el individuo y su libertad; la formación de una sociedad de servidores (contribuyentes netos) al servicio de políticos y funcionarios. El concepto e idea de la libertad de la persona-individuo, es primario en el liberalismo, basado en el derecho de la persona-individuo de dirigir su destino, y es esa misma libertad desde la que puede ejercer el cambio y la corrección para mejorar su propia jerarquía de valores y ser libre de ir en su búsqueda mediante la libertad de empresa, libertad cultural, libertad religiosa y libertad para oponerse a la esclavitud del estado... y los estatistas.
El estatismo y sus estatistas propagan las bondades del estado protector bajo mensajes cortos, falsos y de gran impacto popular, ofrecen un estado donde el individuo no tiene que esforzarse y donde solo tiene derechos. Por el contrario degradan la libertad de los ciudadanos. Los estatistas propagan la maldad de las empresas, que la competencia no es buena, que la especulación es mala, que las multinacionales son malas, la globalización es mala, que el capitalismo es explotador, que los bancos son usureros, que el empresario es ladrón… Sin embargo los liberalistas alegan que todos especulamos y es bueno, que las empresas privadas son las que dan riqueza, trabajo y pagan impuestos, que la competencia es buena y malo el monopolio (el estado es monopolio) que las multinacionales trasladan riqueza a los países, que la globalización de comercio es generador de igualdades sociales, que la competencia de los bancos es buena y necesaria y que el empresario es quien genera su propio puesto de trabajo y el de otros. Si quieres trabajo crea tu puesto…y el de otros, hazte emprendedor. Son visiones y conceptos contrapuestos. ¿Quién tiene razón?
El estatismo te garantiza un puesto de trabajo, un sueldo, formación, vivienda, sanidad y entierro gratis. Es evidente que, como en un principio decía, los estado estatistas integrales han fracasado con sus políticas de “Todo es el estado”; llámense socialistas o comunistas, bolivarianos, peronistas, franquistas, castristas, fascistas o nazis. Sin embargo la ideología estatista persiste en algunos países sudamericanos, incluso en España ha crecido desde la crisis. Lo curioso es que sus defensores ponen como ejemplo a estos países pero… la emigración no fluye de los países capitalistas hacia los estados comunistas (ya sea a Cuba, Venezuela, Argentina, China, Corea del Norte, Nicaragua, o Ecuador ) o de los llamado socialismo XXI o socialismo híbrido.
El flujo de personas se produce desde estos paises estatistas integrales o desde los paises pobres o en guerra, hacia los países capitalistas o liberales; y nunca al reves. ¡Coño! No se van allí ni sus admiradores e ideologos. En todo caso alguno se fue a Venezuela para asesorarles de cómo se monta un estado del socialismo siglo XXI… Todo a cambio de cobrarles fantásticas sumas de dinero que “lavaron” a través de una empresa capitalista falsa, para pagar menos en la Hacienda Pública Española ¡Que jodidos!
