El Reparto

Jueves, 22 Mayo 2014 01:01

 
El reparto de la riqueza, es el mayor problema al que se enfrenta el capitalismo. Y es la máxima aspiración de la izquierda mayoritaria, y también de la derecha mas sensible y más social, también mayoritaria. Quieren que se reparta más equitativamente, de forma más justa, y que la distancia entre el menor ingreso y el mayor, no sea como en algunos casos en que es de más de 30 veces el sueldo más usual, o cincuenta veces el sueldo mínimo, nada justifica esta enorme diferencia. No hay diferencia entre “Pijaitos” de izquierda o “Pijaitos” de derechas, de ambos lados hay muchos escandalosos casos legales, corrupción a parte ¿verdad?
La izquierda, exceptuando a la extrema nostálgica, ya no debate, ni expone sobre la instauración del socialismo. Expone y debate sobre la mejora del capitalismo. Una importante parte de la izquierda tiene como banderín de enganche el ecologismo, el feminismo, el anti-fascismo y la “bicha- nacionalista”, pero no debate ni expone sobre la sociedad socialista, esa sociedad soñada sin capital, sin propiedad… ¡Eso no! Un apreciado amigo del PCE, pretendía convencerme de las bonanzas de la teoría económica keynesiana, y todo ello, quizás sin percatarse de que al fin y al cabo, es teoría capitalista al cien por cien. En conclusión, hoy las izquierdas en todas sus presencias, olores y colores, se conforma con mejorar “El Capitalismo”, pero sigue siendo anti-capitalista porque eso vende, cuestión de mercado… capitalista.
 
La cuestión de hoy en este artículo es “El Reparto” ¿El reparto de qué? Distingamos la riqueza y el ingreso. En términos generales podemos definir la propiedad de la riqueza como la posesión de los recursos y bienes materiales, con control activo de estos, por ejemplo con valor catastral en el caso de los inmuebles. Y al ingreso como la cantidad de dinero que una persona consigue para poder gastar en un periodo determinado. Es obvio que la posesión de bienes materiales no siempre produce rentas, a veces consumen rentas. Pero también sabemos que poseer los medios materiales, facilita enormemente la generación de rentas. Aquí y hoy nos referiremos a las rentas, esas que deben ser declaradas a la Hacienda como IRPF.
 
Marx, aquel burgués alemán anunció, como un profeta religioso, el fin del capitalismo por sí mismo, debido al exceso de la oferta y el incremento masivo del desempleo, lo que supondría al final del desarrollo capitalista ante el desplome de los beneficios. Entonces vendría como fruta madura la sociedad comunista. Pero esto, desde entonces, ya son muchas las veces que ha ocurrido, y el capitalismo resurge con más fuerza y nuevos conceptos de “Reparto”. ¿Qué ocurre entonces, porqué no cae el capitalismo? Pues queridos “apañeros” mal que nos pese “nos vendieron la burra” o “nos la metieron doblada” que significa más o menos que nos engañaron, el cuento era realmente bonito. En realidad la revolución dentro del capitalismo sucede cuando Keynes comprobó los mismos efectos, pero propuso actuar sobre la demanda, así de facil. Keynes nada inventó, esa ley de la oferta y la demanda, el “toma y daca” o trueque equilibrado, estaba ahí en estado natural, ecológico. Keynes fue un resucitador del capitalismo adelantado.
 
Lo que no calcularon los marxistas fue que el capitalismo, por su capacidad de adaptación, se transformó en una sociedad de consumo, en la cual sus análisis sobre los medios de producción, del trabajo, la plusvalía y el capital son erróneos e incompletos y hacen aguas. Así pues, en esas estamos todos incluso los comunistas, en cómo repartirnos una parte de la “Plus Valía Marxiana” entre los salarios o ingresos. Pero no solo repartir las plus valías (beneficios), los cuales ya aportan impuestos al estado y dividendos al capitalista, si no que las rentas o salarios sean mejor repartidos, con menores diferencias entre los que más aportan y los que menos. Preguntas sobre la evolución a lo largo de la historia de la desigualdad del reparto y la concentración de la riqueza son contestadas en el exitoso libro de “Capital, en el siglo XXI” de Thomas Piketty, se analiza una colección única de datos de veinte países, desde el siglo XVIII hasta hoy, para descubrir patrones económicos y sociales clave . Sus hallazgos transformarán el debate y fijaran el orden del día para la próxima generación del pensamiento económico y político a cerca de la riqueza y la desigualdad. Del pensamiento económico y político del capitalismo ¡Pijaitos!
 
Piketty muestra que el crecimiento económico moderno y la difusión del conocimiento nos han permitido evitar desigualdades en la escala apocalíptica predicha por Karl Marx. Pero no se han modificado las estructuras profundas del capitalismo y la desigualdades tanto como se pensaba en las décadas siguientes a la Segunda Guerra Mundial. Pero las tendencias económicas no son actos de Dios, si no resultados de las acciones del hombre. La acción política ha frenado las desigualdades injustas y peligrosas en el pasado, Piketty dice, que el reparto puede hacerse de nuevo y mejor. Un nuevo teórico del resurgir del capitalismo que triunfa. Este muerto está vivo.

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Modificado por última vez en Jueves, 22 Mayo 2014 11:10

 

 

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