“Dos versiones distintas de lo que es España” era el título de la peor y más retrógrada visión que se pueda hacer de este país llamado España desde tiempos inmemoriales. Claro que esa visión retrograda es propio de quien no ha evolucionado, y de los que aún andan tratando de poner a un lado a los buenos, y al otro a los malos, son los totalitarios. Hay quienes pretenden que elijamos una u otra forma de las dos Españas, y que ellos mismos diseñan copiando la España del pasado, la de la guerra civil y posteriormente la del régimen de Franco.

 

Elijan la España del nacionalismo españolista, esa de la Iglesia, el ejército, los fachas centristas. O esa otra, la de los nacionalistas llamados periféricos, esa que reclama la separación territorial por razones de sus cualidades genéticas e históricas, por su cultura, por su lengua diferente, por su bandera heredada de un conde, rey, o rediseñada… y porque España les roba. Solo puede elegir una de las dos, lo dice el profesor Navarro.

 

 

Esta unión solidaria de los pueblos de España, votada por todos, solo puede ser cambiada por el voto de todos, nunca por una fracción del todo. De no ser así, sería injusto que los pequeños egoístas, se apoderasen del suelo y los derechos que corresponde a todos. Esta es la grandeza, sumar y no dividir, sumar cada vez hasta que la humanidad entera posea la tierra sin fronteras y liberada de ideologías perniciosas, las que manejaban el terror, los asesinatos y la extorsiones, las de las afrentas, fronteras, banderas y gaitas.

 

Su artículo es ridículo, simplista, pasado de tiempo y frentista, señor Navarro. Parece que el tema de los nacionalismos le perturba la visión objetiva de la realidad. La Constitución fue votada por todos los ciudadanos españoles, catalanes, vascos, andaluces… todos, menos usted que estaba haciendo las Américas como emigrante económico, y no como exiliado político. Esa constitución reconoce las libertades y la solidaridad entre los pueblos y nacionalidades de España, sus lenguas, culturas, signos y banderas, así como su autogobierno, superior a las de otros países como Francia, EEUU y Alemania con sus Landers.

 

Al señor Navarro le parece impropio que a algunos socialistas y comunistas sean partidarios de la unidad y no del separatismo, y para justificar lo injustificable dice que “No es en Catalunya, sino en el resto de España, donde hay que buscar las causas del crecimiento del independentismo. Y presenta la teoría del El hartazgo con el nacionalismo españolista y el centralismo de Madrid.

 

El señor Navarro que tiene poca paciencia con Fomento, o lo que es más probable, que no tenga ni pajolera idea del proyecto europeo de la Red de Alta Velocidad…pues, justifica el separatismo catalanista, diciendo que viajar en tren desde Barcelona a Bilbao, se tarda más que viajar de Barcelona a Madrid, y por eso cada vez hay más nacionalistas independentistas catalanes, y dice el señor navarro que: “El establishment madrileño, es uno de los mayores beneficiarios de aquel nacionalismo españolista que tiene una concepción radial del Estado."

 

Dice el señor Navarro: Hoy, ir en tren de Barcelona a Madrid lleva poco más de dos horas. Ir de Barcelona a Bilbao, la misma distancia, lleva algo más de seis horas. Naturalmente que el establishment españolista, basado en Madrid, no ve ninguna explotación en este hecho.”

 

Según afirman desde el Ministerio de Fomento, el AVE llegaría a Bilbao antes de 2016. El AVE realizaría este trayecto en apenas 2 horas y 10 minutos, con lo cual los pasajeros invierten menos tiempo de viaje que cogiendo un vuelo de avión. Así que lo que parecía malo, será bueno, pues en el año 2.016, si Fomento cumple, el problema independentista catalán habrá terminado cuando el tren, que saliendo de Barcelona llegue antes a Bilbao que a Madrid, tema resuelto.

 

También quedará resuelto el gravísimo problema “radial y no poliédrico” que tanto obsesiona al eminente profesor de ciencia política geométrica. Hasta ahí llega la estupidez, el retorcimiento y al mismo tiempo, el desconocimiento de la geografía de España y los planes de futuro para las comunicaciones de España y Europa. Con el corredor Mediterráneo-Cantábrico, los tiempos se reducen a la tercera parte entre Bilbao-Santander-Victoria y Barcelona-Valencia-Castellón. ¿Hay mayor ceguera que la que produce el nacionalismo? La desgracia de Madrid es estar en el centro por que Felipe II en 1561 dispusiese poner sus reales culeras en la Villa de Madrid ¡Maldita sea!

 

El nacionalismo independentista no quiere una federación...quiere la independencia porque esa es su esencia. Si no asumen la actual constitución que otorga más derechos de autogobierno que otorgaba la República Española del 33, o las de hoy, como la Federación Helvética o la de EEUU, o la República francesa…¿cómo van a asumir una República Federal Española? Es curioso ver como algunas izquierdas y progres independentistas, lloran y culpan a España de la perdida de los fueros del régimen señorial de “Los Austrias” en la batalla de Almansa. Están muy apenados por aquella perdida de los derechos de los marqueses, condes y señores en la España medieval. Para ellos esos fueros era progresía, cuando en verdad era conservadurismo esclavista.

 

Para que todos seamos iguales, no debe haber privilegios y leyes desiguales entre territorios. Es el individuo el ostentador de derechos, sea de donde sea. ¡Y dejémonos de historias! Ser anti-nacionalista no es cosa buena, como no lo es ser anti-comunista, ni anti-fascista. Ser “anti” determina estar enfrente y “en contra de”, o sea, militar en contra de alguien o contra algo, es un concepto beligerante y totalitario. Los que nos posicionamos en el “No-nacionalismo” frecuentemente se nos cataloga como “Nacionalista del bando contrario”; así que para un nacionalista español somos nacionalistas separatistas y para los nacionalistas separatistas somos nacionalistas españoles o “fachas”.

 

Este posicionamiento incomprendido, tiene esta desventaja explicada anteriormente, pero tiene, por el contrario, una enorme ventaja. La gran mayoría de los ciudadanos son “No-nacionalistas” sin ellos ser conscientes, en realidad les importa un pimiento. Son esos ciudadanos que lo que desean es que les dejen de historias, que ni son afiliados ni militantes. Que lo que desean es vivir en su pueblo hoy, y mañana poder ir sin más trámites a donde deseen o necesiten, que tengan los mismos derechos y deberes, la misma seguridad social, la misma educación, la misma sanidad, las mismas leyes fiscales y sentirse tanto español como valenciano o extremeño, al tiempo que europeo. Ese ciudadano sin fronteras y sin distinción nacionalista, es esa España de tercera versión, y que el profesor Navarro ha excluido u olvidado.