Suecia: La salud

Lunes, 08 Julio 2013 14:00


 
 
*La terapia no invasiva de las enfermeras suecas.
 
Lo mejor de la Seguridad Social en Suecia, es sin duda el servicio de enfermeria, solo hay que ver el video demostrativo sobre las nuevas terapias "no invasivas" mediante la cura de "La Manzana", todo natural y de gozada. Dicen los expertos que quien entra grave, sale curado y altamente relajado. Tiene algunos efectos secundarios: Alta fiebre, altas pulsaciones y muy alta tensión (algunos las pichan) pero el que sale vuelve para seguir con el tratamiento de mantenimiento.
 
                * ''Del monopolio... al pluralismo''
 
                * ''De la asignación administrativa... a la libertad de elección''
 
 
 
El viejo Estado benefactor de Suecia se caracterizaba por darle a los ciudadanos un tipo de bienestar muy amplio pero sobre el cual los mismos tenían muy poca influencia directa y aún menos libertad de elección. Este Estado gestionaba directamente y de manera monopolista los servicios que asignaba a los ciudadanos buscando “darles a todos lo mismo”. El nuevo Estado de bienestar, que surgemfermerae de las reformas modernizadoras iniciadas en los años 90, afirma la responsabilidad pública en vez de la gestión pública, el pluralismo en vez del monopolio y la libertad de elección en vez de la asignación administrativa. Estos son los principios que, por ejemplo, han regido las amplias reformas del sector público educativo y de la sanidad, afirmado una gran responsabilidad pública en cuanto a que nadie le falte una educación o sanidad digna y de calidad pero no en detrimento de la pluralidad de proveedores o de la libertad de elección ciudadana.
 
Lo que de esta manera se ha entendido es que nada tiene que ver el garantizar el acceso de todos a ciertos servicios como la educación y la sanidad con el hecho de que sea el sector público quien directamente los gestione. Las fórmulas que los países de la Unión Europea han elegido para hacer sostenible su sanidad pública son distintas, pero el fondo es el mismo: el ciudadano debe ayudar a financiar el sistema sanitario. En España el debate del copago sanitario está sobre la mesa desde hace más de veinte años. Desde que el famoso «informe Abril» planteó que los pensionistas con más recursos pagaran parte de sus medicinas, como hacen los ciudadanos en activo. Pero ningún Gobierno se ha atrevido a ponerlo en marcha. Ahora, en plena recesión económica, el fantasma del copago vuelve a sobrevolar al sistema sanitario español. En Europa, la frontera entre la sanidad pública y la privada cada vez está más diluida. Los sistemas sanitarios han dado entrada a entidades sanitarias y han optado por el pago de consultas, pruebas y días de hospitalización para moderar el gasto. La mayoría son medidas destinadas a evitar los abusos, más que a recaudar fondos. Estas son las fórmulas que funcionan en otros países de nuestro entorno.
 
- Alemania: un bono de 10 euros Dentro del sistema estatal existen varias formas de copago. Para la compra de medicamentos, la aportación de los pacientes es del 10% del precio, con un mínimo de 5 euros y un máximo de 10. Ese copago debe ser desembolsado por todos, incluidos los pensionistas. En el caso de hospitalización, el paciente debe abonar 10 euros por día, aunque con un límite máximo de 28 días laborables por año. Además, para ser atendidos por un médico de cabecera, dentista o cualquier otro especialista en su consulta, los pacientes del sistema público deben realizar un pago único trimestral de 10 euros, sin importar las veces que acudan al doctor en ese período. La visita al pediatra no se cobra.
 
- Francia: seguro privado Está totalmente generalizada la contratación privada de una «complementaria» (seguro complementario) que pague las medicinas o gastos hospitalarios no cubiertos por la seguridad social. Hay muchas medicinas, operaciones u hospitalizaciones no cubiertas. Los asegurados tienen entonces dos alternativas: pagar de su bolsillo o tener contratadas las prestaciones de una mutua o seguro complementarios. En términos prácticos, cada asegurado, tiene dos tarjetas: la de la seguridad social, y la complementaria. A la hora de pagar las medicinas o la operación médica, las farmacias u hospitales aceptan todas las tarjetas de las «complementarias». Si el asegurado no tiene contratado ningún seguro complementario debe abonarlo de su bolsillo.
 
- Suecia y Noruega: 15 euros por consulta El sistema de asistencia médico sanitaria en Suecia es de financiación pública y está fuertemente descentralizado. Los ciudadanos pueden elegir el médico o centro sanitario que deseen, pero pagan una cantidad por servicio. Cada paciente paga entre 150 y 200 coronas suecas (15-20 euros) por visita al médico, sea generalista o especialista. Para limitar los gastos de los pacientes y enfermos crónicos hay una protección contra costes elevados que implica que una vez superados los 85 euros de gasto, todas las visitas al médico u hospital, serán gratuitas. Existe el mismo sistema con un nivel de 180 euros para los medicamentos recetados. Todas las operaciones son gratuitas y los pacientes ingresados pagan unos 7 euros diarios. En Noruega, el sistema es casi idéntico al sueco. Las visitas al médico cuestan unos 20 euros. También es libre la elección del médico o especialista. Los sin recursos y desempleados no pagan y los jubilados tienen subsidios. Reino Unido: similar al español En el Reino Unido no existe copago sanitario, salvo en el caso de determinados medicamentos, como sucede en España. Las visitas al médico o a los servicios de urgencias son gratuitas, así como la atención en el hospital. En cuanto a las medicinas, las más comunes se recetan gratuitamente y en otras el precio es compartido por el paciente. Mayores de 60 años, embarazadas y enfermos crónicos tienen todas los medicamentos gratis con receta. El Gobierno aún no ha barajado la posibilidad del copago en sus planes para la reducción del déficit público, ni esa medida fue incluida en ningún programa político en las recientes elecciones.
 
* “Nosotros somos quienes pagamos a los políticos” dicen los ciudadanos suecos, añadiendo “No vemos ninguna razón para que el dinero del
     contribuyente sea usado para darles una vida de lujo”
 
* Visto lo que se cuece en la Suecia del tio Vicenç, creo que ya va siendo hora de poner a estos impresentables gestores sociales y políticos de
   patitas en la calle, ¡A tomar por... vientos!
 
   ¿No será cosa de traernos a su equipo de parlamentarios y enfermeras? Si hacemos votaciones "democráticas-asamblearias-ya", el resultado
     es  del 100% seguro y garantizado, seguro porque a ver quien es el mariquita que no levanta la mano a puño cerrado ¿Quien?

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Modificado por última vez en Miércoles, 10 Julio 2013 22:31
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