Ciudadanos engañados

Escrito por Francisco Gómez Caja
Viernes, 11 Febrero 2022 19:33

Hace unos días fui testigo de un más que lamentable hecho de los que cada día hay 11 en nuestro país, 3.941 personas se suicidan cada año. Toda persona que siente ganas de morir, es porque la vida se le ha hecho insoportable, y la cantidad de dolor que tiene en su vida no le renta. Vivimos en un mundo cada vez más individualista, y esto hace que no existan esos frenos sociales que detectaban que una persona se estaba empezando a deteriorar sicológicamente. La soledad crece, aumentan las rupturas familiares, crece el desarraigo y todo esto ahonda en el dolor. Y con todo esto del coronavirus ha arrastrado según organizaciones solvente como Foessa a 2´5 millones de personas a la pobreza, once millones viven en situación de exclusión, y se ha duplicado la cifra de hogares con serios problemas de convivencia por falta de empleo y bajos ingresos. Todo esto hace una vida más difícil, aunque muchos no lo quieran ver.

Y ante tanto desasosiego, padecemos gobernantes que están favoreciendo a las grandes corporaciones internacionales, y que están arrasando el tejido productivo nacional. Gobernantes que quiere cargarse la agricultura y la ganadería, y que ya ha conseguido cerrar decenas y decenas de miles de pequeños comercios, políticos que están trayendo la pobreza y el sometimiento a los intereses plutocráticos transnacionales. Creo que mucha gente a pesar de estar fanatizada y borreguizada , se le debe de ir cayendo la venda de los ojos, y se debe de dar cuenta que el rollo de los partidos políticos actuales es una gran mentira.

Nadie es más culpable de la orfandad del mundo, y del hundimiento de sus valores y de sus certezas, que los líderes políticos. Los partidos políticos nacieron en teoría con el fin de facilitar la participación ciudadana en la política, servir de intermediarios entre la sociedad y el poder. Pero la experiencia ha demostrado que de aquellos idílicos partidos- puentes ya no queda nada. Descubrieron que era más rentable “dominar” al ciudadano que representarlo ante el poder. Hoy se han incorporado tanto al estado que se han apoderado de sus estructuras y recursos, y como segundo paso han destruido también los valores y lo han sustituidos por vicios y vulgaridades, insuficiente para sostener el edificio humano. Fueron aniquilados el respeto, la libertad, la verdad, el apoyo mutuo y la decencia, mientras reforzaban el relativismo, la mentira, la envidia, la violencia. El deseo desmesurado al dinero y la ambición, han convertido al mundo en una pocilga plagada de arbitrariedad, desigualdad, desamparo y abandono de los débiles, riqueza para unos pocos, y terror paralizante para casi todos.

A lo que hoy llamamos democracia, le faltan controles éticos, y controles políticos, que deben de ser examinados psíquica y moralmente, por comisiones independientes, debe haber autentica separación de poderes, y otorgar un lugar preponderante a la sociedad civil, y al ciudadano que debe influir, y sobre todo supervisar la labor de los gobernantes, pudiendo incluso destituirlos. La impunidad debe acabar, como también la tolerancia frente a la corrupción y los cheques en blanco, que les permiten gobernar como les da la gana. Han conseguido un poder absoluto en todos los terrenos de la vida, dominando el dinero de todos con cada día más y más impuestos. Manejando el dinero de todos nadie puede ya concebir ni siguiera sus derechos sociales, (tengo una enfermedad esperare meses, o pagaré en la privada, y si no tengo me moriré). Hasta tal grado de degradación hemos llegada en la actual dictadura democrática que no nos damos cuenta que ya no respetan ni nuestra salud ni nuestras vidas (que tiempo cuando podías ir al médico, o en plena noche venia a tu casa). ¿Quizás es que había más sanitarios y menos pacientes? ¿O quizás es que entonces tenían valor nuestras vidas?

Pedro Sánchez no es un tirano corrupto que ha surgido de la nada, y ha alcanzado el poder para desgracia nuestra. Él al igual que Rajoy, Zapatero, Aznar y Felipe González han sido unos malos presidentes porque se han dedicado a maltratar a nuestro país. Siempre han actuado por intereses propios y del partido. Los que tenemos algunos años, podemos analizar las malas decisiones tomadas en este país, pero que siempre han servido rentables para ellos (Si en un artículo hablaba de las buenas empresas vendidas, que me dicen del AVE un tren elitista y carísimo que nadie en Europa, ni Alemania lo tiene, mientras más de media España tiene un borreguero. Pero es el que más comisiones ha dejado y deja a la clase política y a los partidos). Todos los que nos han gobernado han sido productos criados y macerados en una organización llamada partido político, que son los verdaderos responsables. Lo bueno es que la humanidad siempre ha desconfiado de los partidos políticos. La revolución francesa los prohibió en sus comienzos, igual que cuando nació la nación americana, y los argumentos siempre fueron los mismos, lucharían no por el bien común, sino por su propio beneficio, y así ha sido. Han contribuido a despedazar a la sociedad y a las naciones. Porque analicen como nuestro nivel de vida ha ido en deterioro en todos los campos por favor piensen y analicen.

Cualquier país moderno que quiera ser libre y prosperar tiene que prohibir los partidos políticos, de la forma que los conocemos ahora. Hay que limitar sus poderes, someterlos a leyes y controles democráticos de gran fortaleza. El mundo solo cambiara para mejor, cuando además cambiemos los humanos, y de cada diez uno sea decente y tenga fe en sí mismo. El mundo así mejorara, y no podrán algunos seguir vertiendo su estiércol y sus leyes de plomo y miedo.

Un abrazo de Paco.

Francisco Gómez Caja

 

 

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