Distancia de seguridad, sí, pero con los asesinos

Escrito por Raúl Castillo Merlos
Viernes, 18 Diciembre 2020 20:01

Hacía tiempo que no la veía, ¡maldita pandemia!, pero sabía que todos estos meses habrían servido para que una mente inquieta como la suya, rebosara de ideas que debatir conmigo. Noelia me contaba su sorpresa e indignación con lo ocurrido con Bildu y el gobierno de España, me explicaba su angustia al comprobar que su propio hijo de 19 años no conocía a Miguel Ángel Blanco, desconocía lo que significa el “espíritu de Ermua” y lo que todavía es peor, equiparaba a la banda terrorista ETA con un comando yihadista más.

-- ¿De qué sirve que nuestros hijos, el futuro de nuestro país, nuestros futuros médicos, abogados políticos, policías, sepan cuáles son los ríos de España, si no conocen la historia más reciente, sobre todo la fea, esa que nunca debemos de olvidar para aprender de ella?” -- me decía con rabia en sus ojos.

Noelia cogía carrerilla y ya no había nadie que la parara…-- últimamente no soporto las noticias, porque todo es un despropósito, desde que llegó el bicho ya nada nos sorprende, nos hemos acostumbrado a las cifras, a los muertos, a las meteduras de pata, a donde dije digo ahora digo Diego y entre mascarillas, hidrogel, cerramientos perimetrales y distancia de seguridad transcurre nuestra vida. Los de mi generación, todos sabíamos lo que era un coche bomba, el etanol, la metralla, y los cadáveres tapados con mantas, sabíamos que era un zulo y un impuesto revolucionario, los de mi generación oíamos a nuestros padres, trabajadores, clase obrera, gritar e indignarse cada vez que ETA decidía que alguien debía morir y daba igual las ideas políticas, porque ¿cuántos niños murieron?, ¿cuántas personas vieron rotas sus vidas porque unos seres pensaban que estaban en posesión de la verdad y todo valía por la causa, por una Euskal Herria “libre”?

Lo de BILDU es la gota que colma el vaso, es aquí donde el gobierno debería de cuidarnos sabiendo que es un peligro saltarse la distancia de seguridad, sí, pero con los asesinos y chantajistas que todavía tienen las manos manchadas de sangre. Los mismos que buscan cadáveres en las cunetas defendiendo con todas sus fuerzas la memoria histórica, olvidan que con los que han pactado los presupuestos nunca pidieron perdón a las viudas, hijos y familiarices de los asesinados. En el País Vasco, muchos de los asesinados de ETA eran enterrados en otros lugares que no fueran su pueblo, para evitar actos vandálicos en las tumbas, porque aparte de asesinarlos, los estigmatizaban a ellos y a sus familias. Hoy, parte de la antigua HB, brazo político de ETA, asesinos y terroristas, tiene representación en el Congreso de los Diputados de todos los españoles, y por lo que parece, nos tiene que parecer algo normal… pero me niego a normalizar ese esperpento. --

Como Noelia, la inmensa mayoría de españoles solo pedimos dos cosas, memoria y justicia.

Raúl Castillo Merlos
Concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Sagunto

 

 

 

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