No sin paracaídas

Escrito por Laura Ruiz Jurado
Lunes, 14 Octubre 2019 11:15

¿Cuántas decisiones importantes tomamos a lo largo de nuestras vidas? Decidimos si queremos estudiar o no y el qué, si queremos una relación de pareja estable, qué tipos de empleos podemos elegir o a cuáles podemos aspirar, si tenemos o no hijos, si compramos un piso o mejor vivimos de alquiler, si cambiamos de empleo, si la ciudad o el campo es lo nuestro, si afrontamos pedir un ascenso, si accedemos al gran favor que nos piden o mejor les decimos que no queremos hacerlo, si adoptamos un perro o dos gatos, si cambiamos de residencia este año …

Asumimos que en determinados momentos de nuestras vidas se planteará alguna de estas situaciones y tendremos que decidir sobre ellas, en ocasiones, acertando con nuestra elección. Otras deberemos rectificar o valorar un posible cambio. No todas las opciones tendrán un papel decisivo en nuestras vidas, a veces la importancia será relativa, de cualquier forma, conviene estar preparados y saber planificar con cierto grado de seguridad nuestro futuro.

En el artículo de hoy nos centramos en esas decisiones más importantes que requieren ser maduradas con antelación. En primer lugar, es crucial que sepas qué buscas y a qué lugar te lleva la posible decisión que escojas, de ahí la importancia de planificarte. Coge papel y boli.

1) ¿De dónde partes? ¿Por qué surge tu necesidad de cambio? Escribe el punto en el que te encuentras y el motivo por el que estás pensando en tomar una decisión importante en tu vida.

2) Plantea de manera clara y específica tu objetivo. Hazlo de manera realista. Muchas veces el deseo de hacer un cambio nos lleva a elegir opciones de las que nos podemos arrepentir en cuestión de tiempo. ¿Qué buscas exactamente con tu decisión o cambio? ¿Sabes lo que quieres conseguir en el área de tu vida en la que te repercute?

3) Recopila información sobre los recursos y oportunidades a tu alcance. ¿Con qué tipo de ayudas o facilidades cuentas a la hora de tomar esa decisión? ¿Cuentas con la ayuda de otras personas? ¿Tienes recursos económicos suficientes para hacer frente al cambio? ¿Te sientes con las habilidades personales necesarias a nivel psicológico y emocional?

4) Evalúa las alternativas posibles. Te recomiendo que no te lances al vacío sin paracaídas, puede parecer una idea muy romántica y atrevida, pero te aseguro que el golpe puede doler. Analiza la repercusión de cada opción que valoras, pros y contras o costes y beneficios que obtendrías con cada una de ellas.

5) Prepara un plan de acción en un documento por escrito. Desarrolla bien las ideas principales en las que sería necesario trabajar para conseguir tu objetivo.

6) Traza un programa de trabajo viable. Descompón todas las ideas anteriores en pequeños pasos, especifica los tiempos que necesitarás para cada uno de ellos, qué implicará de ti cada una de esas fases, posibles acciones, etc.

7) Si con todos los resultados sigues creyendo viable tu decisión, adelante, comienza a trabajar en ella.

Laura Ruiz Jurado
Psicóloga

 

 

SUCESOS

SALUD