Como todos los años, en esta época llega la gripe y el número de casos va aumentando progresivamente. En la semana 48 del 2016 hubo 38 casos por 100.000 habitantes, por lo que en la actualidad estamos por debajo del umbral de epidemia, establecido para la temporada 2016-2017 en 55 casos por 100 000 habitantes, según han informado desde la Asociación Española de Pediatría.

 

Como otros años los que enferman con más frecuencia son los niños, con un aumento de casos en los menores de 15 años. El virus de la gripe predominante es el virus A (H3N2). Esta cepa está incluida en las vacunas de la gripe que se están administrando en la temporada 2016-2017.

 

En los niños, las manifestaciones más frecuentes son la fiebre, la tos y la mucosidad nasal. Los niños mayores y adultos tienen también malestar general y dolores musculares. La mayoría de los síntomas se resuelven en 5 a 7 días, aproximadamente, aunque la tos y el cansancio pueden persistir varias semanas.

 

Por lo general, no es una enfermedad grave, aunque puede resultarlo en los ancianos y en los niños de menor edad o en personas con enfermedades crónicas. La gripe es muy contagiosa y se puede transmitir de persona a persona a través del aire por la tos y los estornudos, las manos o por medio de objetos que hayan sido contaminados con el virus, como un juguete o una toalla.

 

Si el niño tiene fiebre o malestar se puede utilizar paracetamol o ibuprofeno. El objetivo no es tanto bajar la fiebre como que el niño se encuentre un poco mejor. No se deben dar aspirina ni medicamentos antigripales que la contengan. Además, hay que ofrecer al niño líquidos con frecuencia y evitar el humo de tabaco. Cuando el niño está enfermo es mejor que esté tranquilo en casa, al menos hasta 24 horas después de que desaparezca la fiebre. Para evitar el contagio es preferible usar pañuelos desechables para cubrirle la nariz y la boca al toser o estornudar. Lavar al niño las manos con agua y jabón con frecuencia. Hay que recordar que la gripe se cura sin antibióticos.

 

La vacunación antigripal se recomienda a niños a partir de los 6 meses que tengan enfermedades que les hagan más propensos a las complicaciones, como asma, diabetes, enfermedades renales, enfermedades del sistema inmunológico, etc; niños sanos a partir de los 6 meses de edad, adolescentes y adultos sanos que convivan con pacientes de riesgo y miembros del entorno familiar, cuando existan lactantes menores de 6 meses de edad con factores de riesgo, ya que esos no pueden recibir la vacuna antigripal.