Con el paso del tiempo, nuestra piel va perdiendo elasticidad y firmeza, aparecen arrugas y se marcan más las líneas de expresión. Todo ello debido a varios factores como la falta de cuidados en la piel, los efectos del sol, del aire frío, de agentes externos tóxicos como la polución, etc. A todo esto tenemos que sumarle otro factor. La poca producción de colágeno y elastina de la piel.

 

A partir de los 30 años más o menos, las células encargadas de producir colágeno y elastina, comienzan a ralentizar dicha producción y aparecen arruguitas, flacidez, etc. Es lo que se conoce como el proceso natural de envejecimiento de la piel.

 

Para paliar los efectos del envejecimiento y demás factores dañinos, contamos con la Radiofreciencia facial.

 

Consiste en la aplicación de ondas de radiofrecuencia en la piel para conseguir un calentamiento de la dermis, capa en la que se encuentran las fibras de colágeno y elastina. Este calentamiento provoca un drenaje linfático, favorece la circulación y sobretodo, estimula la producción natural de colágeno y elastina y repara las fibras rotas de nuestra piel. De esta forma, la piel se reafirma visiblemente, mejora el tono y luminosidad, la piel se ve más esponjosa, desaparecen pequeñas arrugas y se mejoran las líneas de expresión.

 

Este tratamiento es no invasivo, por lo que no tiene ningún efecto nocivo en nuestro organismo. Un tratamiento completo consta de 10-12 sesiones, aunque pueden ser menos si se trata de una piel joven. Y lo mejor es continuaremos produciendo colágeno y elastina durante varios meses después de terminar el mismo.

Radiofrecuencia corporal

 

El proceso natural de envejecimiento de la piel, afecta a todo nuestro cuerpo, como es lógico.

 

En este caso, los efectos anteriormente explicados se darán de igual manera, por lo que es muy demandado para reafirmar la piel de zonas corporales con flacidez después de una pérdida considerable de peso, después del parto, como complemento para tratamientos anticelulíticos, etc. La piel se reafirma considerablemente.

 

Pero a esto, tenemos que sumarle más efectos beneficiosos. El calentamiento del que hablábamos antes, provoca también que el líquido retenido en la zona a tratar, disminuya, combate la celulitis dura, ablandándola para poder tratarla después y reducir centímetros de contorno. En casos de celulitis más blanda localizada, siempre y cuando no sea una cantidad alta, también hace que se disuelva y desaparezca.

 

Tanto en la zona facial como en la corporal, es bueno hacer sesiones de mantenimiento (una cada mes o mes y medio) tras concluir el tratamiento, para así poder alargar sus efectos por más tiempo.

 

No dudéis en probarlo alguna vez. Sus efectos son más que evidentes y así, podréis lucir un rostro firme y joven o un cuerpo igual de firme y sin imperfecciones.