La Conselleria Sanitat Universal y Salut Pública ha ofertado como novedad la posibilidad de que los centros docentes, a través de sus Unidades de Prevención Comunitaria de Conductas (UPCCA) de referencia, participen en los talleres Ludens (de prevención de juego tradicional y juego online), dirigidos a jóvenes escolarizados entre 15 y 19 años de edad. Esta medida se ha puesto en marcha como respuesta a la gran demanda de intervención en esta materia recibida en la conselleria.

 

La labor de la conselleria es formar y ofrecer los contenidos de prevención frente a las distintas modalidades de juego a los técnicos municipales de las 76 UPCCA existentes, que son quienes, con la formación adquirida, ofrecen e imparten los talleres a los centros docentes. Los contenidos se han elaborado en la Universitat de València Departamento de Psicología básica de la Facultad de Psicología), con quien se suscribió un convenio de colaboración.

 

Hay que tener en cuenta que, en lo relativo a adicciones a Internet y a juegos en el móvil, el 26% de demanda de tratamiento en 2015 a los recursos que dependen de la conselleria proceden de menores de edad, según el informe de la Sociedad de la Información de la Fundación Telefónica, el 63,2% de los ciudadanos utilizan smartphone en nuestro país, un porcentaje que sube al 68% en el caso de los usuarios de telefonía móvil de entre 16 y 24 años. La utilización generalizada de este tipo de dispositivos inteligentes ha traído como consecuencia una utilización cada vez mayor de aplicaciones, entre ellas las de juegos.

 

A la vista de lo anterior, el denominado juego patológico se ha convertido en una de las adicciones más peligrosas, especialmente entre los menores y jóvenes. En este sentido, el creciente uso del móvil y las redes sociales aumentan los riegos de la adicción. En cuanto a la accesibilidad de los menores al juego, los técnicos de las UPCCA están observando que, a pesar de que ser mayor de edad es un requisito para poder jugar, fuera de la red los menores encuentran muy accesibles las tragaperras en los bares o los juegos de casino en salones.

 

En cuanto al juego a través de Internet, es muy sencillo saltarse los controles cuando no se exige una identificación fehaciente. Además, en ocasiones, utilizan a compañeros mayores de edad o a adultos, incluso a sus propios padres, para poder apostar y cobrar. Asimismo, el hecho de que los menores tengan prohibido jugar no quiere decir que una vez alcanzada la mayoría de edad, ya no sean vulnerables a la adicción. Jóvenes y adolescentes mayores de 18 años son una población de riesgo.

 

En el caso de Internet y los juegos en el móvil, los datos del Indicador de Tratamiento de la Conselleria de Sanitat, que incluyeron por primera vez esta adicción en 2015, muestran que el 26% de demanda a tratamiento proceden de menores de edad, seguido de los jóvenes de 19 a 29 años (13%).

 

La edad media de casos por adicción a Internet es de 30 años, frente a los 40 años de los registros por ludopatía. A este respecto, los menores representan únicamente el 1% de los casos en el juego convencional frente a los adultos de 35 a 44 años, que constituyen casi un tercio.

 

Respecto al género, tanto en la ludopatía (máquinas tragaperras, bingos, casinos, etc) como en los juegos online, el perfil mayoritario es varón. En el caso de la ludopatía entre los menores el 100% son chicos, frente a los juegos online donde el porcentaje de chicas alcanza el 10%.

 

A la vista de los registros estadísticos, desde la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, se están impulsando nuevas acciones preventivas especializadas en estas recientes adicciones entre la población menor y juvenil.