Fachada de la puerta de urgencias del centro de salud nº1 de Puerto de Sagunto

A las diez de la noche de un día cualquiera de invierno, uno de los tres doctores de urgencias del centro de salud de Puerto de Sagunto recoge sus cosas y se marcha. Ha terminado su turno. Ahora, los otros dos médicos y un enfermero o enfermera son los encargados de atender las urgencias nocturnas de más de 46.000 potenciales pacientes. Es decir, de los aproximados 40.842 vecinos de Puerto de Sagunto y los más de 6.000 de Canet d’En Berenguer.

Debido a los recortes en sanidad, desde hace tres años este consultorio cuenta con un médico de guardia menos cada noche. Esto provoca que, en muchas ocasiones, el personal no dé abasto y el tiempo de espera para ser atendido alcance máximos de hasta dos horas. Según una doctora del centro de salud porteño, Merche Sanz, «se ha dado el caso de tener que dejar el centro sin médicos porque los dos de guardia nos hemos ido a atender dos domicilios graves al mismo tiempo». Obviamente, esto provoca retrasos también en la atención ambulatoria. Los pacientes llegan y no pueden ser atendidos.

En palabras de Sanz, la epidemia de la gripe está provocando que la situación sea todavía más «caótica» ya que es ahora cuando más se disparan las atenciones los a domicilios. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana, varios ciudadanos de Puerto de Sagunto pudieron comprobar de primera mano el colapso de las urgencias nocturnas y las graves carencias que arrastra. Tal y como explica uno de ellos, «mientras atendían a mi suegra en mi domicilio, los servicios de urgencias recibieron una llamada alertando de que había otro caso grave. Como solamente hay una enfermera, esta no podía acudir al otro destino». De modo que el paciente tuvo que esperar a que la sanitaria terminara y pudiera desplazarse. Pero la salud no siempre espera.

Esto es solo un ejemplo de lo que ocurre cuando hay varios casos graves y poco personal disponible: no se puede hacer frente a todo y hay que esperar, a veces demasiado. De hecho, el mismo usuario de los servicios de urgencias relata que «los trabajadores iban agobiados. Que haya solo dos médicos y una enfermera para una población de más de 40.000 habitantes como es Puerto de Sagunto y, además, también para Canet d’En Berenguer, es una situación, no de abandono, pero sí de riesgo porque si coinciden las urgencias no se pueden atender».

Aurelio Duque, doctor del Centro de Salud de Puerto de Sagunto, cree que la disminución de personal que se produjo con motivo de los recortes está provocando «retrasos importantes en la atención de las urgencias y la falta de un buen filtro para saber cuáles son las más y las menos graves».

En este sentido, Duque explica que son los celadores los que seleccionan los casos más graves en función de los síntomas que manifieste el paciente, su apariencia u otros múltiples factores. Esta tarea, de vital importancia, corresponde a los médicos y no a ellos pero, sin embargo, «se hace así».

En la misma línea, el doctor reitera que este problema de falta de personal y de organización se solucionaría adaptando el servicio al aumento de la población (en verano) o al aumento de la demanda (en época de gripe). Y es que «en verano vivimos otro caos porque tanto el municipio de Puerto de Sagunto como el de Canet d’En Berenguer aumentan considerablemente su población», afirma también la doctora Sanz. Y pese a ello, no hay un incremento de personal, de forma temporal, para poder hacer frente a los nuevos pacientes. Por eso, la carga de trabajo para cada facultativo en las guardias «es muy fuerte».

Ante la pregunta casi obligada sobre si Conselleria conoce cómo esta funcionando este servicio, Duque responde que «la Conselleria puede coger las estadísticas de atención y comparar los años anteriores con la actualidad. Verán la tendencia creciente de atención a pacientes porque cada vez la gente es mas mayor y tiene mas patología crónica».

Como buen profesional, el doctor crea su propio diagnostico de la situación de las urgencias nocturnas: «el servicio es incompleto y no está adecuado a las necesidades. Han recortado personal pero no han puesto ningún plan organizativo para las épocas de mayor demanda».

Los sanitarios reafirman su postura explicando que también deben acudir a las urgencias que ocurren en las residencias de ancianos de Puerto de Sagunto y Canet, y eso implica desplazarse. Igualmente, recuerdan que hace unos 5 o 6 años, aparte de los tres médicos de guardia nocturnos, había otro facultativo y otra enfermera de refuerzo para cubrir la época de epidemia de la gripe. Todo estaba planificado para agilizar el proceso y evitar los colapsos, y realmente funcionaba.

Pero esas no son las únicas carencias de la sanidad pública. Otro problema derivado de los recortes y la falta de personal es que los facultativos empiezan a hacer las visitas a los domicilios cuando acaban la consulta a las dos de la tarde. «¿Tú te imaginas que alguien que esté enfermo desde las ocho de la mañana tenga que esperar hasta esta hora para ser atendido?», sostiene preocupado Duque.

Ante esta situación y en busca de una solución, muchos médicos acuden de 11 a 12 horas a los domicilios para dar una atención más inmediata. Además, si todos realizan las visitas a las mismas horas y los pacientes necesitan placas o cualquier otra prueba, lo que se colapsa a partir de las dos es el hospital. De este modo, también evitan confluir en el mismo margen horario.

Por último, Aurelio Duque destaca que este panorama se repite en muchos centros de salud de toda España. Su argumento es claro: «si recortas personal y no creas ningún plan de contingencia, se van a atascar las urgencias porque cada vez hay gente más mayor, más vulnerable y con más enfermedades crónicas». Así, el doctor asegura que lo ideal sería que todos los casos de gripe se trataran en primaria y que solo los casos más graves derivaran en el hospital. Sin embargo, «la gente viene aquí, ve la cola, ve lo que tardamos y se va a allí. Al final, es más caro para el sistema porque allí también los tienen que seleccionar».

La respuesta de Conselleria

Mientras tanto, la Conselleria de Sanidad declara que «no hay constancia de queja alguna por parte ni de los usuarios, ni del personal, relativa al funcionamiento del Centro de salud de Puerto de Sagunto». A esto añade que «ese centro, como es habitual, se adecuó a una menor demanda asistencial como consecuencia de un decrecimiento de la población de la zona en la que está. De hecho, en el 2014 tuvo asignadas 1243 tarjetas sanitarias menos de las que tenía en el 2012».

Respecto al tramo de las 22 a las 08 horas, en el que hay un facultativo menos desde hace tres años, la administración autonómica responde que «esto es en cuanto al personal de atención continuada ya que de lunes a jueves el centro está abierto por las tardes y hay otros facultativos y personal de enfermería, residentes de Medicina de Familia y Comunitaria,  que en caso de necesidad, podrían también reforzar  los servicios de urgencias».