Potenciar la atención primaria ahorraría tiempo y costes según el médico del Centro de Salud de Puerto de Sagunto

Aurelio Duque: «Las urgencias no se colapsan por la gripe, se colapsan por una mala gestión»

Viernes, 06 Febrero 2015 12:23

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Aurelio Duque lleva alrededor de 17 años dedicado al sector sanitario en el Puerto de Sagunto como médico de familia en el Centro de Salud nº1. Vasco de nacimiento y porteño de adopción, se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco. Ha publicado numerosos artículos  referentes a temas de atención domiciliaria y coordinación primaria-especializada. Duarente su carrera, se ha interesado por el estudio de la salud mental a nivel de atención primaria lo que le ha valido un hueco en diversos paneles de expertos. Crítico con unos recortes presupuestarios que están afectado de forma negativa a la eficiencia médica y preocupado por la falta de recursos dedicados a la sanidad pública en los últimos años, Duque reclama una mayor voluntad de planificación y de organización por parte de la Consellería. Los recortes hacen más evidente el colapso y la masificación de los servicios sanitarios y los doctores de atención primaria intentan paliar esta situación que se ve agravada por los problemas estacionales. Sin embargo, es optimista y cree que el final de esta lucha está cerca.

¿Podría hacerle un diagnóstico al Centro de Salud de Puerto de Sagunto?
El diagnóstico para el 2015 es el mismo que el del 2014, 2013, 2012…Muchas necesidades y pocos recursos que además están mal organizados y peor gestionados.

¿Cuál es su principal problema?
El principal problema es la organización. No hay equipo de trabajo, la coordinación de la dirección no tiene clara las medidas que tiene que tomar para que el centro funcione mejor con los recursos que tenemos. Cuando faltan recursos, sobretodo en enfermería, y además se piden y no se nos los dan, evidentemente algo está fallando. En este caso lo importante es hacer visible el problema.

Los problemas estacionales no ayudan.
Claro. El tema es que las necesidades aumentan considerablemente en relación a la disponibilidad de recursos que tenemos. En verano, por ejemplo, hablamos de un aumento de pacientes ya que el centro acoge a también a personas de Canet y de las residencias de ancianos de la zona. En invierno tenemos la típica infección respiratoria sumada a la habitual gripe que incrementan las necesidades, sobretodo de la gente mayor o los enfermos crónicos. Da la sensación de colapso y de masificación cuando en realidad el problema es que hay un equilibrio inestable. No funciona bien habitualmente, con gripe o sin gripe.

¿Cómo han afectado la crisis y las medidas de austeridad a los servicios de salud?
Los recortes han hecho que desde el 2012 haya un enfermero o una enfermera y un médico o una médica menos a partir de las 22h. Eso repercute en que haya más demora para atender los casos urgentes y que haya más listas de esperas en las puertas de urgencias de los centros de salud. Esto genera muchos problemas, además, cuando hay que atender urgencias fuera del centro que pueden coincidir en el tiempo entre sí o con la atención de pacientes en el propio centro. Ahí el facultativo tiene que dividirse y priorizar. Es una vergüenza.

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¿Qué está pasando con la sanidad pública en Puerto de Sagunto?
Lo primero que tenemos que entender es que el ciudadano tiene el derecho a la protección de la salud, como recoge la constitución. En Puerto de Sagunto, a pesar de que se haya abierto un centro nuevo, las necesidades siguen aumentando muy por encima de los recursos de los que disponemos. Hay un hecho clave que ocurre a raíz de la inauguración del Centro de Salud nº2 en marzo de 2010, después de diez años de esfuerzo. Tras la apertura no se creó una zona básica en cada centro. ¿Qué quiero decir con una zona básica? Una delimitación territorial de 25.000. Los dos centros de Puerto pertenecen a una única zona básica que abarca el Puerto y Canet. Teóricamente deberían dar servicio a la población que hay pero se quedan cortos. En horario ordinario, de 8h a 15h, sí que hay más facultativos pero cuando hablamos del horario nocturno hay un vacío muy grande. El contexto de la crisis ha marcado mucho el funcionamiento y el desarrollo de toda la atención a las urgencias porque ha agravado el problema. Antiguamente, teniendo los recursos más o menos adecuados de cara al verano, cuando hay un aumento de la población, y de cara al invierno, donde hay un aumento de  la demanda, el sistema ya se quedaba corto,  ahora con la llegada de los recortes se hace más visible. No es la gripe la causante de esta situación. Es la gripe sumada a la insuficiencia de recursos y a una gestión ineficiente.

¿Está afectando esta escasez de recursos a la calidad de la atención médica?
Sí, por supuesto. Nos vemos obligados a atender a la gente más rápido. Vamos a decir que le dedicamos menos tiempo con lo cual vamos directos al problema biológico y, a veces, los problemas psicológicos y sociológicos se quedan en un segundo término. La Ley de Cuidados Inversos recoge que aquellos que más necesitan de atención médica son los que menos vienen a consulta, es decir, varía en proporción inversa a su necesidad. La semana pasada me ocurrió un hecho que llama mucho la atención. A las diez de la mañana me sacaron del centro por una llamada del 112, algo grave, porque parece ser que una mujer había fallecido en su domicilio, que resulta que está al lado del centro. Resulta que se trataba de una mujer de unos 75 años, con un hijo sordomudo, que hacía mucho tiempo que no venía a la consulta. Había muerto de una bronquitis, una bronquitis que puede coger cualquiera sin más riesgo. En aquella casa vi pobreza. Con esto que quiero decir, que hemos llegado a un punto de exclusión social. Los recortes lo que también hacen es que la gente no demande asistencia sanitaria. Hay un sufrimiento social generalizado de la gente más vulnerable.  Esto es la punta del iceberg, esta un problema del que a veces no somos conscientes hasta que ocurre algo más grave como lo que le ocurrió a esta mujer.

¿Cree que el sistema sanitario español ha perdido universalidad?
Ya la ha perdido. Con el Decreto Ley de 2012 excluyó a los inmigrantes irregulares, excluyó a los estudiantes de 26 años en adelante. Desde la aprobación de este Decreto Ley ya no hay sanidad universal y gratuita. Si eres inmigrante tienes que pagar o hacer un compromiso de pago, por ejemplo. La sanidad que pagamos todos con nuestros impuestos solo te acepta si estás asegurado. Por otro lado, hay muchos colectivos de personas vulnerables que tienen unas necesidades sanitarias y sociales especiales. Digamos que si cae la parte del bienestar social para estas personas, cae también la sanitaria. Algunas de las cosas que atendemos médicos y enfermeras corresponden a bienestar social pero ya no podemos. Teleasistencia, residencias, pisos tutelados, centros de día, todo de pago y, en el contexto de crisis en el que estamos, la gente no se lo puede permitir.

¿Cómo está afectando la economía de las familias a su salud?
La gente está sufriendo mucho: los vulnerables, los enfermos crónicos y la gente que los atiende. No hay dinero para pagar centros de día o residencias y a lo largo del tiempo los cuidadores, ya sean familia o amigos pierden la salud física y psicológica porque supone mucho estrés cuidar de personas con algún grado de dependencia, porque tienes que pagar las medicinas… Otro problema es que por falta de dinero, la gente empieza a prescindir de algunos medicamentos, al principio sin importancia: paracetamol, ibuprofeno, y luego los imprescindibles como Seguril.

¿Qué hace un médico o un enfermero o un farmacéutico, cuando ve que hay gente que se está quedando fuera del sistema?
«Usted lo que puede hacer es venir al final del día sin cita», se les dice. Se les abre la puerta al final de la consulta, ¿Qué vamos a hacer?

Según un informe España es uno de los países europeos que más ha recortado su gasto en sanidad entre 2009 y 2012 ¿Cuáles son los principales problemas derivados de ello?
España, generalmente, y hablo de lo que mejor conozco, el nivel primario de la sanidad, no tiene los medios adecuados para filtrar bien la atención primaria de la especializada u hospitalaria. Si la atención primaria es raquítica o tambaleante al final lo que ocurre es que el sistema no puede prevenir problemas cuando todavía se pueden tratar y es cuando la gente se marcha a los hospitales y se producen los colapsos, porque no se ha parado el problema antes. Otra de las cosas que nosotros nos encontramos son las listas de espera. Que un paciente llame un lunes a las ocho y cuarto porque ha pasado una mala noche o un mal fin de semana y le den cita para el miércoles o el jueves quiere decir que algo no funciona bien. ¿Qué hace la gente? Pues con buen criterio dicen, « ¿Que me dan cita para el miércoles? Pues me voy a urgencias.» Esa es la expresión de que las cosas no se hacen bien, de que no hay una sanidad primaria potente y accesible, que es lo que buscamos. Eso se puede solucionar organizando bien las agendas. Por ejemplo, vamos a reservar un número de citas por la mañana para personas que llamen de urgencia. Las urgencias no se colapsan por la gripe, se colapsan por una mala gestión.

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¿Cómo se podrían evitar estos colapsos?
Con un plan de contingencia, pero no lo hay. Eso sí, cuando hubo sospecha de ébola nos convocaron a todos los que trabajamos en primaria para explicarnos cómo se ponía y como se quitaba el traje. Casos de ébola no hemos visto ni uno en la vida y de gripe todos los años sobre estas fechas. Es algo previsible y lo previsible se puede planificar. Todos los años mueren 1.000 personas de gripe en nuestro país, 1.000. Hace ocho años las cosas estaban  mejor organizadas, había un médico y un enfermero de refuerzo, y te hablo de refuerzo, para los meses de antes y además de quedaban durante esta campaña invernal. Ahora ni hay refuerzo en la atención cuando hay epidemia de gripe y encima nos han quitado a los de la noche que ayudaban a paliar esa situación en la que los paciente tenían que esperar al día siguiente.

Además de la falta de personal y la falta de recursos, el Centro de Salud de Puerto de Sagunto tiene problemas de infraestructuras.
El mantenimiento es otro de los problemas, sí. Yo empecé a trabajar en este centro de salud en el año 92 y trabajábamos solo por la tarde, de 14h a 21h. Se van haciendo reformas,  pero va creciendo la población y se ha quedado pequeño. La estructura, el aire acondicionado, las luces, el material… Es muy importante de cara el futuro la innovación organizativa y la innovación tecnológica. Seguimos con el mismo electro que hace 20 años, el sistema informático está obsoleto. Además del mantenimiento, otro de los problemas es que no se invierte en tecnología ni en innovación organizativa. Las cosas no funcionan como en los 90. La eficiencia depende de ello. Otro problema es la interoperabilidad. Que tú con tu tarjeta SIP puedas ir a cualquier comunidad y puedan ver tu historia clínica. Eso ahorra tiempo y costes pero no hay inversión.

¿Es el Centro de Salud de Puerto de Sagunto el único que se enfrenta a estos problemas de falta de recursos?
Que va. No es una cosa generalizable pero sí está en la mayoría de los centros de salud urbanos. Tú vas al área del Hospital General o la del Arnau y los centros de salud y los puntos de atención continuada están igual. En las ciudades grandes, la gente cree que es más accesible ir a los hospitales y no se hacen tantas colas en el nivel primario. En los centros de salud periurbanos: Paterna, Torrente, el Puerto…eso ocurre en todos los puntos de atención continuada. Es algo por lo que no se han tomado iniciativas ni se ha modernizado ni se ha gestionado bien. Los coordinadores de los centros son marionetas de la dirección. El problema está en que no se valora la atención primaria y los médicos que trabajan ahí somos algo más que personas que extienden recetas y solicitan vacunas. Han mejorado mucho las cosas pero aún queda camino pero para potenciar la atención primaria una de las cosas más importantes es la profesionalización de la gestión. Muchos de los coordinadores de los centros de salud no son profesionales, son gente que los han puesto a dedo. No han aprobado la oposición, no han elaborado un proyecto…Es un cargo de libre designación.

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¿Consellería es consciente de la situación en la que se encuentran los centros sanitarios?
A Consellería lo único que le interesa son las estadísticas. 186 casos de 100.000 quiere decir que aún no estamos en situación epidémica. Pero si cada día llegan 4 gripes a la consulta lo estamos. Lo que ocurre es que nos piden opinión. Hay una serie de médicos centinela que sirven para detectar casos de gripe, por ejemplo. Estos son los que codifican y envían toda la información pero no preguntan a los demás cuando les podemos proporcionar de una información más precisa y directa.

¿Echan en falta una vía comunicativa con las autoridades?
Claro. No hay espacio de comunicación ni de participación. La comunicación viene de arriba. Te envían un correo electrónico y te dicen, estamos en febrero, «Este es el mes de la violencia de género» y te piden que hagas un breve cuestionario a víctimas o familiares de víctimas de violencia de género. ¿Han contado con nosotros? No. ¿Han estudiado si es el momento apropiado? No. En febrero, en época de gripe pensamos que no es el momento más apropiado. Nos da la sensación de que es propaganda política. Esto quita tiempo clínico, que es lo que nosotros necesitamos, tiempo para los pacientes.

¿Cree la sanidad está politizada?
Sí. Desde el momento en el que se ha excluido a personas, no hay equidad y no hay justicia social, claro que está politizada. Recientemente venía en un periódico que el comité de empresa del hospital de Alzira pedía volver a la sanidad pública. Los que trabajan en Alzira, que es una concesión administrativa, piden volver a la Consellería de sanidad.

El aumento de las listas de espera, los recortes. ¿Se está promoviendo que los ciudadanos pierdan confianza en el sistema y se dirijan a la privada?
Por supuesto. Quien nos gobierna ahora está intentando poner una sanidad mixta: mitad privada y mitad pública. Está intentando desmantelar el sistema público de sanidad para que la gente contrate seguros: Adeslas, Asisa, Sanitas… O como hacen en otros países, yo te contrato pero tu atención sanitaria es con este seguro. Desmantelar la sanidad pública es una política suicida, antisistema.

La sanidad más cara es la Americana y es privada.
Sin duda, y en la que hay más desigualdad. Yo no he ido nunca pero sí que se de gente que cuenta que ha tenido un cólico renal y le han hecho pagar la ecografía. Aquí en España, cuando llega un enfermo complejo a las concesiones administrativas lo derivan a la pública y ellos se quedan los casos sencillos, los que se pueden solucionar con un acto médico o dos como por ejemplo un embarazo.

Minimizar los constes en tiempos de crisis es importante ¿Se les requiere a los médicos un determinado ahorro a la hora de tratar a un paciente?
Es curioso. En Alemania los médicos tienen un tope de gasto de medicamentos, un tope de gasto en pruebas, un tope de gastos de derivación…Si tú te pasas de ese tope, te lo quitan de tu sueldo. ¿Tú qué harías? ¡Qué perversión! Dejas fuera a mucha gente que necesita de determinados cuidados, medicamentos o pruebas. En cuanto a España, hay algo en el sistema sanitario, tanto en hospitales como  en centros de salud, que no funciona. Puede ser la comunicación, la coordinación o la selección de los profesionales. La crisis ha afectado también a nuestra forma de trabajar pero eso no lo vamos a hacer.

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Hablamos de la atención a los usuarios del centro pero, ¿En qué han afectado las estas políticas a los trabajadores del sector?
Ya de entrada el sistema necesita mejorar la motivación de los profesionales. Y no hablo solo de dinero, hablo de prestigio, liderazgo y las condiciones de trabajo. Quien nos gobierna piensa que con un contrato de gestión en el que se te pagan 600 euros al año por cumplir una serie de objetivos la gente ya está contenta. A mí mi trabajo me gusta, me pagan los pacientes con su reconocimiento, me gustaría que el jefe también lo reconociera. Hace falta una política de incentivos monetarios y de otra cosa: días libres para ir a congresos, para formación, para formar a chicos jóvenes… Los recortes han afectado a los profesionales en que la motivación es más baja, hay mucha resignación y la gente va “a cumplir”, qué triste es decirlo. Hay una desmotivación general de los profesionales del sector sanitario porque las condiciones no son buenas y porque no hay una política motivadora, no digo incentivadora, porque parece siempre dinero y no es así. Las condiciones de trabajo no son buenas, siempre con prisas. Además, en los centros de salud echamos de menos más trabajo en equipo porque aunque haya menos recursos tiene que haber más cohesión. Al final lo único que te queda es el reconocimiento de los pacientes, que es por lo que todos trabajamos, porque intentar ayudar a la gente.

Las importantes modificaciones normativas introducidas en el año 2012, ¿Podrían suponer un punto de difícil retorno? ¿Qué final ve a esto?
Yo soy optimista. Llevo 25 años trabajando en primaria y he visto la evolución y puedo decir que estamos mejor. Pero queremos estar mejor, queremos estar en primera división. Tiene que venir gente con ganas de cambiar y apostar por la base del sistema sanitario, la atención primaria, por la organización y por la formación. No solo son medios, sino voluntad de planificar. El ser humano tiene una resistencia grande al cambio pero nos ha tocado vivir en una coyuntura de crisis económica, de valores e institucional que va a hacer que tengamos que afinar de qué forma podemos modernizar la sanidad pública y seguir dando servicio al ciudadano y hacerle atractiva al ciudadano la atención primaria.


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Modificado por última vez en Viernes, 20 Febrero 2015 23:54

 

 

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