Los residentes en el Fusión, a través de su asociación de vecinos recientemente constituida, han presentado este viernes 2.300 firmas en el registro del Ayuntamiento de Sagunto. Lo que exigen al Gobierno municipal son soluciones, después de una década de abandono clamoroso. Ni que decir tiene que los habitantes de esta zona se han quedado con la boca abierta cuando han comprobado que las líneas de alta tensión se han enterrado en el tramo que transcurre por los terrenos del futuro parque comercial VidaNova Parc, pero mantienen su trazado aéreo en el Fusión, lo cual les ha indignado todavía más. Y es que siempre ha habido clases.

El Fusión fue una operación urbanística especulativa a gran escala, como otras tantas que hubo en aquel tiempo, cuyo principal impulsor, además del agente urbanizador, fue el hoy alcalde de la ciudad, Francesc Fernández, que en aquellos años ocupaba la concejalía de Urbanismo. La operación se camufló con el ‘noble’ pretexto de unir con trama urbana Sagunto y el Puerto para, de esta manera, impedir la segregación. Al final, salió mal porque no podía salir bien y las verdaderas víctimas de esta ‘cagada’ son los vecinos que ahora residen en este PAI y que sufren todos los problemas que se derivan de un proyecto inacabado.

Sin embargo, han pasado años y el abandono desde la administración municipal es total.

Algunas fuentes, consultadas por este periódico, aseguran que terminar el Fusión puede costar alrededor de ocho millones de euros y otros dos más enterrar las líneas de alta tensión. A lo tonto, tonto, estamos hablando de unos diez millones en números redondos. Si se ejecuta el aval del urbanizador, la cifra que tendría que aportar el Ayuntamiento se podría reducir a siete u ocho millones, que, lógicamente, tendremos que aportar entre todos los vecinos.

Es curioso cómo funcionan los negocios, si todo hubiera salido a pedir de boca, el PAI se habría terminado y más de uno se habría montado en el dólar, pero como el fracaso de esta operación ha sido espectacular, ahora serán los ciudadanos del municipio los que tengan que rascarse el bolsillo para arreglar el entuerto. Eso de privatizar los beneficios y socializar las pérdidas es muy neoliberal. Siempre se requiere la intervención de la administración para evitar un mal mayor, en el caso de Bankia, los ahorradores, y en el del Fusión, los que residen en el PAI. En ambos casos, a pagar el ciudadano, mientras los responsables del estropicio se van de rositas.

El martes próximo, los vecinos trasladarán su protesta al pleno y van a seguir dando la barrila porque, sencillamente, quieren dejar de ser invisibles. La verdad es que tendrán que aprovechar el año preelectoral.