El neo fascismo de la neo izquierda.

Jueves, 06 Octubre 2016 12:27

LA NEO-IZQUIERDA
 
Hemos visto en la historia política de España reciente, como los partidos políticos supuestamente representantes de los intereses de los trabajadores, principalmente el PCE antes e IU después, el PSOE y ahora Podemos y sus confluencia claramente "Nazi-onalistas", tomaban derivas de marcada ideología localista. De tal forma que la cuestión “Identitaria” ha calado tanto en sus cuadros y militantes, que hasta sus siglas han sido debidamente adaptadas a los tiempos de las “identidades”. Casi todos los partidos tienen su propia adaptación versión "identitaria" a la autonomía en que opera. 
 
El Partido Socialista Obrero Español, renunció al marxismo y se adaptó a la Socialdemocracia, y el Partido Comunista de España, deseoso de alejarse del Eurocomunismo de Carrillo, se integró en una jaula de grillos de muy diferentes tonos, IU a nivel nacional y EU (por ejemplo) a nivel Autonómico en Valencia, el asunto es incrustarse en los movimientos "NAZIONALISTAS", que es lo que les da votos. Todo esto es muy comprensible ante el colapso mundial de los regímenes socialistas o comunistas. Lo imprevisible e increíble ha sido la metamorfosis acaecida en los partidos llamados de izquierdas, antaño internacionalistas y hoy “Identitarios” y, colaboradores con independentista nacionalistas de corte fascista, véase el comportamiento anti obrero de EU y Podemos (ADN) en Sagunto. Juntos con los Nazio-nalistas intentando cerrar Lafarge, y poniendo en la calle, en el paro, a sus trabajadores directos e indirectos. ¡Malditos fascistas! Se pongan las iniciales y banderas que se pongan, los hechos, la realidad es esa "Neo fascismo de izquierdas".
 
Esta es la perspectiva que se ha desarrollado en el transcurso de los años noventa a la actualidad. Es sobre la base de la crisis del internacionalismo y que la obsesión por la identidad ha tomado la iniciativa, oscureciendo el horizonte planetario, el fascismo se incrusta en la izquierda. La izquierda internacionalista es presa de sus obsesiones por la identidad, y los localismos residuales de antaño, hoy adquieren una energía desesperada que arrasa y tritura las ideologías universalistas, los partidos, y las clases sociales a cualquier nivel; véase la unión de la CUP, ERC, partidos de extrema izquierda y el nuevo PDC que sustituye a CDC, partidos de la derecha financiera catalana. Maniobra de la clase burguesa catalana de Jordi Pujol para lavar sus robos al estado catalán. Ya tenemos el neo fascismo que triunfa en cualquier mano, sea la derecha o la izquierda, esta ideología es la que propició el Brexit y la que propicia los nacionalismos independentistas en muchos países europeos, y es la misma que desde las izquierdas difunden contra la unión de Europa. Esto marca el comienzo de la crisis del universalismo de la igualdad de los pueblos y ciudadanos. Aquel ideal que fue extendido por el socialismo proletario, y que entonces y hoy, se enfrenta a una perspectiva de valor ético, político y existencial, más allá de las diferencias culturales, fronteras, lenguas y etnias. Estos movimientos neo fascista sin ideas igualdad de derechos, si no de ideas diferenciadoras entre pueblos y ciudadanos, es lo que propicia las izquierdas y es su mejor bandera, la que exhibe sin vergüenza... y antes no. ¡Antes no!
 
El internacionalismo no es un valor abstracto a seguir, si no un hecho de la experiencia colectiva que se vivió en la lucha de los trabajadores en todo el mundo, por sus derechos legítimos como ciudadanos de primer orden, y por la unidad de los intereses de los trabajadores que no conocía fronteras. Los trabajadores tienen los mismos intereses en todos los lugares de todo el mundo. Los nacionalismos identitarios carecen de la solidaridad intercultural supranacional, y son beligerantes con sus diferentes étnicos culturales y vecinos. Véase los más de mil asesinatos del nacionalismo vasco y la beligerancia confrontista del nacionalismo catalán, una confrontación, dicen ellos, incruenta. También lo dicen, hoy, los nacionalistas vascos después de haber asesinado, pero tanto un nacionalismo como el otro, cuando gobiernan en sus comunidades emprenden las acciones discriminatorias a través de las características lingüísticas, costumbres, banderas, himnos y nueva reconstrucción de la historia... discriminaciones incruentas en continua confrontación con los "españoles". Enemigo necesario a quien culparle de todo, necesario para levantar la bandera del odio xenófobo. Dejaré de ser español, para dejar de ser enemigo de alguien y que ya no me llame "ladrón".
 
Esta verdad elemental, (Que los trabajadores tienen un mismo interés en todo el mundo) no permitió vislumbrar el profundo cambio cultural que se fraguaba bajo un nuevo fascismo, “El Identitarismo nacionalista”. La derecha localista en unión a los identitarios de la izquierda local, crean las condiciones para la difusión de una agresividad muy extendida en la forma de la reaparición de "El pueblo diferente". El pueblo como identidad diferenciada de los otros. La reaparición en la escena mundial de los "pueblos", es el signo de la derrota de la unión de la clase trabajadora: “Los pueblos” tienen la particularidad de su fuerza identitaria, que no es ni reflexiva ni científica, se acepta o se discute, se es partidario o contrario. Sin un proyecto universal, el “Identitarismo” es la particularidad del idiota.
 
Tras la derrota militar de Alemania e Italia en el 1945, los movimientos políticos del socialismo y comunismo internacionalista, estuvieron en su apogeo… y el fascismo, en todas sus formas, nos pareció que pertenecía a una época pasada, que estaba militarmente vencido y muerto, que se fue para siempre. Pensábamos que el odio hacia “El diferente” la manipulación del pueblo, la glorificación de las banderas y las “identidades”, ya no sería posible ni siquiera bajo las banderas de la socialdemocracia capitalista. Sólo la socialdemocracia, nos parecía a los comunistas, que era capaz de dividir el movimiento de los trabajadores y subordinarlo al reformismo y el estatismo. Pensábamos los comunistas que los fascistas y su ideologia, sólo reaparecerían en la escena gracias a la iniciativa y la bondad del estado reformista capitalista. Pero estábamos equivocados, el neo-fascismo identitario ha resurgido desde la derecha y la izquierda, incluso con mucha más fuerza resurge la xenofobia y el fascismo en las 15 antiguas Repúblicas Socialistas Soviéticas. 
 
EL NEO-FASCISMO
 
El fascismo, esa palabra extraña, esa palabra sin forma y complementada con el nazismo. Durante mucho tiempo me esforcé por encontrar un concepto capaz de definir las diferentes (y contradictorias) formas de autoritarismo, de la agresión nacionalista o étnica, pero sin éxito. El “identitarismo” o neo-fascismo periférico en España, es copia o mutación del fascismo falangista del franquismo, solo se diferencia en el tamaño de las fronteras y en la ambición. El fascismo identitario del franquismo ambicionaba “El Imperio universal”; y hoy, algunos neo-fascistas cercanos, aspiran tan solo “El Imperio de Don Jaime” y reconquistar Almansa. ¡Que jodidos! Que estúpidos, dicen que España nos quitó nuestros fueros a los valencianos. Y se auto califican como de izquierdas.
 
Las características comunes del fascismo y el identitarismo, son el culto a la tradición, el rechazo de lo universal, la acción popular callejera, el miedo a la diferencia, las banderas y los símbolos. Como una definición satisfactoria y completa no es posible confeccionarla, corremos el riesgo de definir el fascismo como todo lo que nos disgusta, y de identificar el fascismo, simplemente, como el partido de la imbecilidad y la violencia, o como el partido del mal. Y esto, naturalmente, no funciona, no define nada. Hijos de puta, los hay en todos los sitios, son como los"Pokemos". Ser fascista es ser identitario y ser identitario es ser fascista, pero esto no define la bondad o la maldad de la persona. Ser identitario puede serlo una buenísima persona... equivocada. Lo nefasto es la ideología identitaria y fascista.
 
“El Fascismo” en su máxima extensión conceptual abarca el nacionalismo, el localismo, el independentismo, el fundamentalismo religioso, el autoritarismo político, la agresión, etc... Y que puede ser llevado de nuevo a una obsesión fundamental: la obsesión por la identidad, la obsesión por la pertenencia, con origen modelado, con carácter reconocible y el culto al símbolo y la bandera.
 
La presión que parece guiar fundamentalmente aquellas conductas que entran dentro del ámbito del «fascismo » es la presión a reconocernos como idénticos, identificables, y por lo tanto perteneciente a una comunidad (de la lengua, la fe, la etnia, el territorio... ) sobre la base del origen modelado. Sólo el origen es testigo de pertenencia, y como sabemos, el origen es una ilusión, una leyenda, un atributo que es más o menos compartido, pero carece de fundamento y el “origen modelado” es la leyenda recién horneada, como por ejemplo “La Vasca”. Su fundador e ideologo fue un gran fascista xenofobo.
 
“La Identidad” es la re afirmación rencorosa y agresiva de la particularidad propia contra todas las demás particularidades, en el nombre de ninguna universalidad.
 

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Modificado por última vez en Jueves, 06 Octubre 2016 19:56
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