Tras la frustrada reunión de Garzón con Iglesias el, para mí, apreciado actor Willy Toledo le pide públicamente a Iglesias que deje de “hacer el imbécil”. Conociendo el estilo directo de Willy y su implicación con los movimientos de izquierda no creo que haya que tomarle muy en cuenta su estilo directo y faltón. Debemos relativizar sus expresiones.
Willy, junto a un amplio sector de la izquierda, están empezando a dar muestras de su “sentido democrático” haciendo observaciones críticas a cualquier cosa, palabra o actitud que venga de Iglesias. Percibo la evidente necesidad para algunas personas de desmarcarse de Iglesias (y de paso de Podemos) por aquello de parecer más puros que nadie. Ellos pueden que no sepan que estas posturas son elitistas: tomar partido significa mancharse; no tomarlo es dejar solos a los que luchan.
Podemos en este momento no es un partido, ni una agrupación de electores, ni una confluencia de movimientos sociales, sino un poco de todo esto. Su estructura actual es insostenible en el tiempo y como tal tiene muy poco futuro. Sus creadores lo saben muy bien y juegan (tienen que hacerlo) con eso. Podemos, si no nos las apañamos para estropearlo, será una herramienta muy poderosa para echar de la Moncloa al PP. Esa es la prioridad y lo único que justifica el esfuerzo, y el riesgo, de votar a un “partido” que hoy no tiene la estructura necesaria para ser o construir una alternativa de gobierno al uso.
La urgencia de un cambio radical para este país no nos permite votar a los de siempre para seguir siendo minoritarios, sin tener posibilidad de cambiar nada. Iglesias y compañía son gente que saben de esto y de lo que hay que hacer para ganar.
Saben a lo que juegan y los Willy Toledo o los Garzón o los Cayos Laras parece que aún no se han enterado. Los de IU son gentes de principios, gentes fieles a sus partidos, de aquellos que mueren gloriosamente en sus trincheras, pero no saben salir a descubierta a jugársela. Garzón y otros muchos aún no son capaces de darse cuenta de que al final de este año, de seguir así, el único éxito posible al que pueden aspirar es a haberle quitado a Podemos cerca de un 5% de los votos (que a lo mejor resultan vitales) y entrar todos, unos y otros posiblemente, en periodo de desaparición.
¿Cuándo se darán cuenta de que la estructura de Podemos no es la de un partido, sino un lugar de encuentro donde sumar entre los que tienen claro que así no puede continuar el país? ¿Cuándo entenderán que la prioridad de hoy no son las siglas, ni las banderas, ni los himnos sino acabar con la casta y con la caspa?
