No es lo mismo “ser de izquierdas” que ser “izquierdista”.

Ser de izquierdas es “optar por los pobres, indignarse ante la exclusión social, inconformarse con toda forma de injusticia o, como decía Bobbio, considerar una aberración la desigualdad social.”

El teólogo, marxista y fraile, impulsor en Brasil de la Teología de la Liberación, conocido como Frei Betto, dice que: Ser izquierdista (patología diagnosticada por Lenin como ‘enfermedad infantil del comunismo’) es quedar enfrentado al poder burgués hasta llegar a formar parte del mismo. El izquierdista es un fundamentalista en su propia causa. Encarna todos los esquemas religiosos propios de los fundamentalistas de la fe. Se llena la boca con dogmas y venera a un líder. Si el líder estornuda, él aplaude; si llora, él se entristece; si cambia de opinión, él rápidamente analiza la coyuntura para tratar de demostrar que en la actual correlación de fuerzas…

El izquierdista adora las categorías académicas de la izquierda, pero se iguala al general Figueiredo en un punto: no soporta el tufo del pueblo. Para él, pueblo es ese sustantivo abstracto que sólo le parece concreto a la hora de acumular votos. Entonces el izquierdista se acerca a los pobres, no porque le preocupe su situación sino con el único propósito de acarrear votos para sí o/y para su camarilla. Pasadas las elecciones, adiós que te vi y ¡hasta la contienda siguiente!

Como el izquierdista no tiene principios, sino intereses, nada hay más fácil que derechizarlo. Dele un buen empleo. Pero que no sea trabajo, eso que obliga al común de los mortales a ganar el pan con sangre, sudor y lágrimas. Tiene que ser uno de esos empleos donde pagan buen salario y otorgan más derechos que deberes exigen. Sobre todo si se trata del ámbito público. Aunque podría ser también en la iniciativa privada. Lo importante es que el izquierdista sienta que le corresponde un significativo aumento de su bolsa particular.

Pasar de la ilusión revolucionaria al pragmatismo.

Es lo que ha vivido la izquierda griega en pocos días. Los socios del Club los ha dejado en dique seco ¡No hagas promesas con mis dineros! Con frecuencia, a nombre de la izquierda se cometen tantos abusos, se trafica de tal manera con falsedades e incluso, cuando dirigentes reputados de la izquierda llegan al poder, se consuman acciones y decisiones tan distantes de las aspiraciones de esa vertiente ideológica, que no solamente se difuminan las diferencias entre derechas e izquierdas, sino que se igualan a la hora de comer langostinos o hacer uso de tarjetas opacas al fisco. Es una vergüenza para las personas de ideología de izquierdas que los números unos del ranking de los que más gastaron, con las indecentes tarjetas, fueron de izquierdas. Además, tales arbitrariedades de carácter individual abonan en el descrédito de todas las izquierdas. Los comportamientos incorrectos individuales solo pueden ser justificados por la ideología de derechas, ya que esta sustenta la igualdad de oportunidades respaldando privilegios corporativos o clasistas. La ideología de derechas queda reforzada por la defensa del individuo y su libertad, están justificadas sus individualidades.

La izquierda presume de igualdad económica, social, justicia y comunidad o colectivismo. Esto implica que la calidad del conjunto es la suma de la calidad de sus individuos. Izquierdistas de manifestación, bandera y pancarta… hay muchos, pero gente de izquierdas ejemplarizantes… no tantos. Ser de izquierdas es predicar y dar trigo, predicar y ejercer lo predicado, predicar y ejemplarizar. Es tener la convicción de que en el modo de ser de izquierdas, contiene el compromiso y el comportamiento político de igualarse a las clases sociales que quiere representar, en los derechos y en los niveles económicos. No sirven los privilegios justificados por razones meritorias y aún menos por razones clasistas. La izquierda debe ser honrada o no es izquierda. La ilusión no debe ser sustituida por la realidad.

La incoherencia de la Izquierda

Quienes, desde posturas de izquierda, se enfrentan al autoritarismo y a las dictaduras de derechas, las represiones de la libertad de manifestación, la tortura, al encarcelamiento sin sentencia, a las leyes “mordaza” en España… Es precisamente esa misma izquierda la que defiende y justifica a un personaje como el Presidente Maduro en Venezuela, que ha alcanzado una intensa concentración del poder y que se ha convertido en perseguidor de quienes no comulgan con ese desplante autocrático, llegando a la represión de la oposición y al asesinato. A este gobierno de la miseria y la represión se le considera de izquierdas. Estamos ya no ante una confusión ni ante un empleo con ligereza de ese término sino frente a un auténtico abuso de las tradiciones y los principios de las izquierdas. Esta postura podria ser de "mierda" pero no de "izquierdas".

Las conceptos de izquierda y derecha son relativos y (aplicados en política) sus contenidos han cambiado sustancialmente, el nacionalismo principal componente de la derecha y el fascismo, hoy es patrimonio ineludible y adherido a la izquierda, se han meado en el internacionalismo proletario y se abanderan con cualquier trapo de cualquier color, menos el rojo y cualquier simbolo menos la hoz y el martillo. Se entiende que estas herramientas han desaparecido de los talleres y el campo ¿pero porque no poner un tractor y una prensa? Son sin duda una izquierda derechizada.

La izquierda Podemista

A las actuales corrientes políticas, sean cuales fueren sus nombres oficiales, sus seudónimos, o denominaciones subliminales, por ejemplo “Podemos”, “Ciudadanos”… se las sitúa en la línea sustantiva averiguando si propugnan más o menos Estado que sus rivales en lucha por orientar o conquistar el poder. La corriente política o partido que aspire a menos privatizaciones, desregulaciones, recortes, más subsidios, ayudas, menos impuestos, carreras y másters gratis incluso para los vagos y vividores de los dineros públicos… así se localiza quien está a la derecha de las otras, o a su izquierda, siempre bien entendido que la izquierda representa a los débiles, la justicia y la igualdad ¡faltaría más!. Esa es la clave del acertijo que hoy se enmascara bajo las retóricas publicitarias.de los partidos parlamentarios y los nacidos “En La Plaza” Lo demás resulta políticamente secundario y, de allí, la general anemia intelectual y ética de la clase gobernante. En conclusión práctica, la derecha nos roba con su mano izquierda y la izquierda con su mano derecha ¿O viceversa?

Solo le faltaba a la izquierda izquierdista, el advenimiento indeseable de aspirantes a gobernarnos quienes no tiene más haber en su curricular ciudadano el haber estado medrando con sueldos obtenidos en la endogamia universitaria. Y como complemento el no haber cotizado y pagado impuestos. ¿Creerán estos “pijaitos” que dan explicaciones a un pueblo estúpido? Presentan una factura de mierda, mal confeccionada, sin certificación de veracidad o compulsación de 425.000 €uros, dicen haberlos obtenido del Banco ALBA. Un supuesto banco perteneciente a tres países suramericanos. ¿Sin oferta pública? Le dieron 425.000 €uros al ajustadito profesor de “Política”, por un informe de “economía”, sin más a dedo y por guapo. Monedero tiene un amplio historial de cobros en negro, azul, rojo… de los que dar cuenta a “Super-Montoro”, su enemigo natural por ideología y naturaleza recaudatoria del ministro de Hacienda Pública. Es seguro que Monedero está librando una dura batalla social y moral, y una lucha contra sus postulados izquierdistas que no de izquierdas, y más bien por sus actividades profesionales de los últimos años. Él lo resume todo como una "guerra" de "la casta" y "los medios de comunicación" contra Podemos. Pero aunque Monedero no le tenga miedo a Montoro y presente sus problemas con La Hacienda como un asunto de entre "amigos" y "enemigos", no estaría de más que pague sus impuestos como todos los ciudadanos, los de los 425.000 y el resto que no pagó. ¡Ya se verá!