¿IDENTIDAD?

Domingo, 12 Mayo 2013 01:09

PATRIOTISMO
 
El orgullo patrio, los valores de la nación, el acervo cultural y costumbres, los símbolos, la bandera, el himno, los héroes patrios, nuestra tierra, nuestra historia, las guerras victoriosas, las batallas... y sobre todo los enemigos de la patria, contra quien. Todo esto y más, conforma nuestra identidad nacional. El estado, la nación o el maestro, se cuidarán de que desde niño te lo aprendas y que te sientas orgulloso de ser español, valenciano, catalán, alemán o chino; todo dependerá de donde hayas nacido hoy, o en qué tiempo de la historia naciste. Esto no lo eliges tú, te lo imponen. Tienes el deber de ser PATRIOTA.
 
Esta identificación del individuo con una nación patria, necesita excluir a los otros identitarios con sus otras patrias. Y así es vendido al pueblo por las clases dominantes, por los que viven, a cuenta del cuento de la patria. Al igual que la identidad religiosa, la raza, el idioma, la historia bélica y sus héroes... esta confrontación diferencial entre los diferentes pueblos del planeta, es pernicioso para la humanidad en su conjunto, ayer y hoy. ¿No bastaría con el DNI?
 
LAS SEMILLAS DEL NUEVO FASCISMO
 
En España y hoy, dependiendo de donde hayas nacido o estés como residente, deberás habértelas con los nacionalistas, identitarios o independentistas. Todos, ya sean de derechas o de izquierdas, tienen su discurso integrador, solidario, ecologista y social. Algo insólito (lo de solidario e integrador) cuando sus predicamentos son “Primero lo nuestro” “Nosaltres, els valencians”, la clasificación de “charnegos”, “maketos” para los foráneos no nacidos en Cataluña o el PaisVasco . La solidaridad y las actitudes de las poblaciones autóctonas ante los inmigrantes de diferentes orígenes y procedencias, extranjeros o nacionales de otras autonomías, son claramente discriminatorias para los llegados.
 
Los nacionalistas necesitan de un programa escolar que forme a los niños en sus nuevas historias nacionales, sus himnos, banderas y diferencias con los demás, necesitan la diferencia. Policías con uniforme diferente, leyes diferentes, derechos sociales diferentes… la diferencia es su “identidad” igualitaria para uniformar a la población en el nuevo fascismo. Los ciudadanos no nacionalistas, requerimos la igualdad en derechos sociales, la solidaridad, la eliminación de fronteras, la cultura adogmática, el silencio del patriotismo, la exclusión de la exclusión, la vivencia de las culturas sin exaltaciones patrióticas y el uso de las lenguas en libertad e igualdad. Los ciudadanos que anteponemos al individuo por encima de la nación, solo pedimos que a los que estamos y a los que vengan… ¡nos dejen en paz!
 
LA IDENTIDAD NECESARIA
 
Los procesos de identidad, son inherentes al ser humano, por ser individuo social, inteligente y ser consciente de su existencia y su entorno. Antropológicamente y en sus orígenes la identidad grupal era necesaria para la supervivencia del grupo, así que de forma natural el grupo se defendía o agredía con objeto dominar su ámbito territorial, comer o procrear. Desde los asuntos más simples y banales, hasta los más necesarios y violentos, se solventaban con y desde el grupo. La identidad es quizás la más importante necesidad de reconocimiento de la cultura de los humanos. A los individuos sociales, no les basta con la identidad personal, no les basta con el DNI, necesitan de otras identidades grupales, pertenecer y sentirse adscrito a un grupo social o varios.
 
Así vemos que la identidad individual y grupal es necesaria al ser humano, y que de hecho, no debe presentar negatividad y ser malo para el individuo ni la para la sociedad. El problema se presenta entre el vínculo que se induce entre las identidades de unos grupos, con las identidades de los otros dentro de un mismo entorno social, geografía o interés contrapuesto. O sea, las identidades confrontadas, (más bien, hechas confrontar) para reforzar la identidad propia, y en contra de la negación de las otras. La identidad española, se forja hoy, negando a los países del entorno territorialidad y leyes en territorio considerado español, somos soberanos. En otros tiempos en Europa se disputaba mediante guerras, las fronteras, la religión, la forma del estado, la soberanía, las leyes y las costumbres culturales, todo podía ser masacrado y destruido por razones identitarias. España pretendió imponer la catolicidad, Francia guerreó para imponer su forma de estado, su cultura y su imperio, Alemania desencadenó una guerra para imponer su hegemonía como raza…Hoy Europa intenta que cada país europeo ceda, por partes, su soberanía. Su objeto es desmontar las identidades perniciosas, igualar más y mejor a sus ciudadanos, cosa que como ya vemos, es difícil, pero no imposible.
 
EL NACIONALISMO LLEVADERO
 
Sin embargo las identidades nacionalistas desintegradoras persisten, y están en alza a día de hoy. Lo “catalán”, como forma de construcción nacionalista, lo “valenciano”, lo “vasco”, lo “gallego”, lo “aragonés”… todo ello, frente al Estado Español, o lo “aragonés” y lo “valenciano” frente a lo “catalán”, lo “navarro” frente a lo “vasco”... La identidad propia frente a la identidad del otro. Las identidades de unos se crecen y resaltan, yendo en contra de los otros. A estas identidades yo las identifico como “Identidades Criminales”… egoístas y perniciosas, esas nos sobran.
 
No es el nacionalismo, en sí mismo, el causante del egoísmo y agresividad perniciosa, si no el político y su política nacionalista, su letanía y propaganda fascista, su cantinela de agravios a los otros. Sociológicamente, el nacionalismo cumple o debería cumplir, una función beneficiosa, que es evitar la anomia. La anomia es un estado amorfo del individuo y la sociedad a falta de estímulos y objetivos, lo cual le lleva a la inanición incluso al desarraigo social. Pero, el nacionalismo mal dirigido, maliciosamente empleado, acaba por volverse irracional egoísta y opresivo. En su deriva por inculcar sus señas de identidad, el nacionalismo te obligará a comulgar con sus principios, llevar su bandera, su himno, a que cantante debe oír, a que equipo de fútbol debes aplaudir, y quienes deben ser tus héroes… y lo peor, a quien debes despreciar, a quien “escrachear”.
 
EL NACIONALISMO PRESCINDIBLE
 
No se requiere demostración para aceptar que hay unas identidades más integradoras y mejores que otras, menos agresivas y mas amigables. Todos aceptamos que los extremeños, los murcianos y los manchegos, tiene menos problemas de carácter nacionalista con sus vecinos, que Cataluña con sus vecinos aragoneses, valencianos y sobre todo con el conjunto España ¿Son, los extremeños, menos amantes de su tierra, costumbres etc.? Pues no, tan solo que su nacionalismo y señas de identidad, no tienen carácter de agravio ni pretensiones independentistas, ni de anexionismo territorial de los vecinos, no son expansionionistas, sus políticos no lo son, cuestión de historias de condes, marqueses y señoríos.
 
Las identidades más opresoras son las que no dependen de la voluntad del individuo. Es el caso del nacionalismo radical. Todos nacemos donde la madre que nos parió tuvo la oportunidad, la mayoría de las veces involuntariamente, nadie elige dónde nacer. Pues a pesar de esto… alguien te pone una bandera en la mano, un himno en la boca y un enemigo a batir, y de ti se espera que seas un héroe patrio. Esto nos pasó con Franco, pero solo era una sola bandera y un solo himno, menos mal. Lo jodido es que hoy debes elegir no menos de cuatro banderas; la de España, la valenciana, la catalana, la dels Maulets la del ayuntamiento, la del sindicato, la del partido político, la del equipo de futbol… y la europea. ¿falta alguna?

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Modificado por última vez en Domingo, 12 Mayo 2013 22:02

 

 

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