Esta semana hemos escuchado a nuestro Molt Honorable President de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, poner en marcha una auditoría de todo el sistema público valenciano, ya que el sector público que dejó el Gobierno de PSPV, Compromís y Podemos se dedicó a gastar sin control en aspectos de dudosa legalidad y por ello se ha tomado una decisión tan importante como auditar a todo un sistema público.
Y ustedes pensarán, ¿a qué viene esto? Pues bien, a que el 92% del sector público no realizó los procedimientos de contratación pública conforme marca la normativa, es decir, únicamente 4 de las 54 entidades del Sector Público Instrumental han recibido una valoración positiva por parte de los auditores. La administración valenciana se sirvió para saltarse la mayor parte de las recomendaciones que hay sobre la gestión y tramitación de los contratos menores y gastos sin expediente ni crédito presupuestario. Algo trasladable a nuestro gobierno local del socialista Darío que basó el 2023 en realizar un número de contratos menores excesivo para un consistorio, concretamente 780 contratos con un gasto de más de 4 millones de euros. Por no hablar de la falta de transparencia con la publicación de dichos contratos que desde el 1 de julio de 2023 no se publicaban.
En cuanto a personal, la propia Intervención de la Generalitat certifica que sólo en el ejercicio 2021 se produjeron más de 4.000 contrataciones de personal no autorizadas por la Dirección General de Presupuestos y que el gasto público de las empresas del sector público valenciano se disparó un 47%, pasando de los 400 millones de 2015 a los 600 millones el último año de gestión íntegra del tripartito.
Pero damas y caballeros, el bochornoso espectáculo va más allá, pues en el 45,8% de las entidades se detecta un riesgo alto en el control de pagos, resultando que en 22 de las 46 entidades que están sujetas a este tipo de verificación por parte de la Intervención General y las auditorías, se detecta un riesgo alto en el área de controles de pago, produciéndose pagos sin la autorización de la persona correspondiente o incluso existiendo pagos a cuentas bancarias cuya identificación no es correcta, ¿sabía el Botànic a quién le hacía transferencias?
Esto es una pincelada del desastre que se ha encontrado nuestro partido en la Generalitat Valenciana, en nuestra casa la de todos. Es tal la nefasta gestión que el mismo president ha querido anunciar la auditoría general porque el desastre del PSOE y botànic es de una magnitud impensable y. lo peor de todo, es que lo vamos y estamos pagando ya los platos rotos todos los valencianos y valencianas. Como también estamos pagando la mala gestión económica del gobierno socialista de Darío que, aunque se subió la nómina, también decidió que a partir de 2024 los vecinos de nuestra ciudad pagarían más en el IBI, más en el impuesto de circulación y más en el recibo del agua.
Invito a todos y cada uno de nosotros a reflexionar que la izquierda hace mucho tiempo que dejó de estar al lado del pueblo y es más, dejó de lado al pueblo por mucha estrategia mediática y de comunicación que quieran utilizar para hacernos ver lo contrario.
Ocho años de desgobierno y despilfarro van a salir a la luz porque hay que ser valiente para tomar tal decisión y auditar todo un sistema público pero también hay que ser sensato y buscar la verdad de un gasto descontrolado que sólo deja facturas sin pagar y millones de deuda.
Maribel Sáez Martínez
Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sagunto
