Tomar partido hasta mancharse

Escrito por Ramón García Ortín
Jueves, 26 Octubre 2023 10:55

El pasado miércoles 25 de octubre, diversas organizaciones convocaron un acto ante la Tenencia de Alcaldía de El Puerto, que se suponía era en apoyo de Palestina y de condena del sistemático genocidio de su pueblo a cargo de los sionistas, que en los últimos días se ha recrudecido hasta extremos de crueldad sin límites contra la población de Gaza. La sorpresa fue que tras el emotivo discurso del primer orador, en representación de los palestinos, los oradores de la localidad, queriendo quedar bien con dios y con el diablo, hicieron un discurso equidistante entre el pueblo palestino y los sionistas, entre oprimidos y opresores, entre colonizados y colonizadores, entre ocupados y usurpadores, que dejó perplejos a los ciudadanos de origen, principalmente marroquí, y avergonzados al resto de los asistentes, vamos, un discurso que hubiera firmado Biden, Macrón, Pedro Sánchez y el resto de dirigentes compinches del imperialismo y el sionismo. Un discurso con abstractas alusiones a la fraternidad y a la paz que sonaba obsceno cuando los atropellos, la masacre, la vienen realizando los mismos continuamente desde hace más de setenta años. Hasta el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dada la situación, le ha dado una patada a la equidistancia. No todos somos iguales. Los discursos leídos en la convocatoria apenas podrían aprobar el examen si se hubieran predicado desde un púlpito, desde luego realizados en la plaza pública no.

El argumento que me dio uno de los oradores …es que las imágenes de… hacían necesaria una condena expresa a Hamas, seguramente serían las mismas que vio el Sr. Biden de niños decapitados. Si a estas alturas aún nos formamos la idea de lo que ocurre en el mundo por las imágenes de la televisión, apaga y vámonos, nunca mejor dicho. Si en tiempos de paz la prensa y todos los medios del régimen, tanto públicos como privados, ocultan, distorsionan y falsean la realidad, machacando o silenciando a toda voz discordante con la versión oficial, en tiempos de guerra la tergiversación llega hasta el esperpento, se distorsiona y se simula de forma tan grosera que insulta a la inteligencia, nos toman por idiotas.

No tengo la menor duda de la honestidad y buenas intenciones de quienes redactaron los escritos que se leyeron delante de la Tenencia de Alcaldía, pero hay situaciones en que las buenas intenciones no son suficientes, adaptando a Gabriel Celaya a la situación actual diría «maldigo los discursos de quien no toma partido, partido hasta mancharse».

La creación por los colonialistas británicos del engendro de estado que llamaron Israel, se basó en la expulsión a sangre y fuego de los palestinos de sus tierras y de sus casas, mirando exclusivamente por sus intereses en esa zona geográfica, una situación que solo se ha podido mantener mediante el terror ejercido por un ejército y unas milicias sionistas armadas hasta los dientes, predicar ahora que te des besitos con quien te ha tirado de tu casa no es muy lógico.

Mientras los jóvenes palestinos combatan a los ocupantes a pedradas y mueran a balazos, el occidente elegante, de chaqueta, camisa blanca y corbata, mirará hacia el techo, y en según qué casos, como mucho y muy exquisitamente, exigirá que se aclaren los hechos. Ahora, si los milicianos palestinos en lugar de piedras tiran cohetes y fugazmente vuelven a la casa de donde les han expulsado y hacen prisioneros a los ocupantes, la cosa cambia, ¡qué horror!, ¡que salvajada!, ¡que terroristas! exclaman los mismos, rasgándose las vestiduras y con igual cinismo proclaman: ¡si los tienen que aniquilar, los aniquilen, pero con moderación, respeten los derechos humanos!

La desigual y persistente resistencia del pueblo palestino forma parte muy importante de la lucha contra un imperialismo que en estos momentos se resiste a perder su hegemonía y lo hace sin ningún reparo en recurrir a la guerra, sembrando el planeta de conflictos armados que pueden transformarlos en un conflicto global, cuyas maniobras bélicas ya ensayaron, también a nivel global, con la cobertura de una “pandemia”. Por todo ello dan ganas de lanzar vivas a todos los milicianos palestinos.

Abramos los ojos y apaguemos la televisión, con los tebeos del Capitán Trueno estaríamos mejor informados de lo que pasa en el mundo. Y apoyemos a los palestinos en su lucha, que es la nuestra.

 

 

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