Llama la atención que lo más comentado de esta semana vuelva a ser el Malecón de Menera, para muchos de un valor incalculable por su historia y su potencial de cara a un uso exclusivamente público. Otros, mientras tanto, ya le han puesto precio a un lugar emblemático, 190 millones de euros, nada más y nada menos.
Para poner en contexto lo que supone esa astronómica cantidad les pondré un ejemplo claro, todo el Ayuntamiento de Sagunto maneja un presupuesto de alrededor de 80 millones de euros, así que como decía aquella película de allá por la década de los 50, creo que de Berlanga ¡Bienvenido, Míster Marshall!
Durante estos últimos meses la población está siendo víctima de argumentos por parte de la empresa y de movimientos que me llaman mucho la atención. Por ejemplo ¿no les llama la atención que ciertos partidos cambien su postura de la noche a la mañana? Desde luego que “la propiedad” ha sabido poner en el escaparate de la opinión pública el malecón pero también hay que ver que no todo vale en esta vida.
Como digo, este tiempo atrás he podido comprobar cómo se ha jugado con el desconocimiento de la población a base de desinformación, y es que en redes sociales he observado cómo se han usado corrientes de opinión favorables a un malecón privado de un modo voraz, usando un tema farragoso, complicado y difícil para beneficio propio.
Del otro lado, nos encontramos los que al parecer mantenemos nuestros principios intactos, los que somos conscientes que pese a ser un tema muy enrevesado nos mostramos firmes en nuestras convicciones e ideas. Somos conscientes del potencial que muestra el malecón y no vamos a retroceder ni un paso porque cualquier actuación que implique la privatización de esos metros cuadrados sería un robo para nuestro pueblo, aunque ya bastante nos han robado con el paso del tiempo y la privación de poder disfrutarlo sin que sea un lugar para el botellón, un pipi-can o un descampado, como se atrevió a señalar la propiedad.
No quiero comenzar a enumerar fechas, sentencias o tribunales de justicia. Con este artículo deseo que la ciudadanía valore que el malecón debe ser público, un lugar de encuentro y por ello el Ayuntamiento, sobre todo, y la población debemos ser dinamizadores de acciones porque tenemos la fuerza suficiente para revertir la situación en la que nos encontramos, podemos salir del bucle infinito en el que parece que nos hemos metido.
Solamente, a modo de apunte, recordaré que los metros cuadrados del Malecón son suelo no urbanizable por lo que eso de construir torres de no sé cuántos pisos, hoteles, piscinas olímpicas y demás creo que es otra fantasía millonaria a la que nos tienen acostumbrados.
Desde luego, que hoy en día, no me queda claro el significado de esos 190 millones de los que hablan. Por cierto, proyecto presentado en un espacio emblemático como es el futuro Museo Industrial, sin musealizar… Para lo que ha quedado, en fin, pero eso ya da para otro artículo de opinión.
Eduardo Márquez Fuertes
Presidente de Iniciativa Porteña
