Buenas noticias… ¿Seguro?

Escrito por Ramón García Ortín
Viernes, 04 Noviembre 2022 21:02

Buenas noticias era el título del último artículo que publicó José María López Barquero en este periódico el pasado 21 de octubre, que concluía en los siguientes términos: «Los PGE, a tenor de los datos publicados, van en la buena dirección. El mayor gasto social de la historia, siguiendo la línea de los aprobados en 2021 y 2022, con fuertes incrementos en sanidad y atención primaria, educación y becas, atención a la dependencia…».

Con todo respeto y afecto, te voy a manifestar mis discrepancias: Elogias el incremento del salario mínimo (SMI), pero veamos si es para tirar cohetes: En diciembre del 2017, CCOO y UGT firmaron un acuerdo con el gobierno del PP, la CEOE y CEPYME, para elevar el SMI que pasaría de los 707 euros de 2017 a los 850 euros en el 2020. Los precios estaban estabilizados, un incremento del 1,5% en esos tres años, el acuerdo fue calificado de histórico por los sindicatos. El gobierno de Pedro Sánchez lo ha elevado a 1000 euros mensuales, pero con una inflación desbocada, según el Instituto Nacional de Estadística, los alimentos, entre el 2021 y lo que llevamos de este año 2022 han subido un 15,8% y la electricidad, gas, vivienda… un 28,5%. Haciendo números no sale mejor parado el acuerdo con el PSOE.

Si el aumento del salario mínimo benefició a algo más de medio millón de trabajadores, a pesar de la inflación, esta conlleva el empobrecimiento del resto, hasta agosto de este año 7,1 millones de trabajadores habían pactado convenios colectivos con un incremento salarial en torno al 2,6%, la pérdida del poder adquisitivo es notable.

En cuanto a sanidad y atención primaria, dices que va también en la buena dirección. Me congratulo de que goces de tan excelente salud, se nota que no has tenido necesidad del servicio de atención primaria, ni hospitalaria y desconoces en qué situación están. En educación, brevemente, pásate, José Mari, por el IES Jorge Juan y el Eduardo Merello y luego me cuentas.

Sí es preocupante que incluyas entre los logros del gobierno la atención a la dependencia, no sé en qué lugar del mundo habrás vivido en estos últimos años, cuando se ha producido el exterminio de miles de dependientes sobre todo en las residencias de ancianos, y no solo en Madrid. La política de confinamientos, aislamientos y restricciones, que ha llevado a multiplicar el número de jóvenes que decidan saltar por la ventana, ha provocado que a los más débiles les haya precipitado su fallecimiento. No hacía falta ser un experto en geriatría para saber que iba a ocurrir, cualquier persona que haya estado al cuidado de una persona dependiente lo podría haber previsto. Esperemos que no transcurran 75 años para tener un nuevo capítulo de Memoria Histórica.

El estado de excepción que jurídicamente era de guerra, porque el mando de las operaciones lo llevaban los militares, se trataba de maniobras prebélicas muy serias, con todos los ingredientes como tales: La reclusión de toda la población, los toques de queda, los exhaustivos controles policiales, la exhibición del ejército en las calles, los salvoconductos de “vacunación”… Maniobras que han provocado la mortandad con la que nos asustan. Ha sido la preparación para la Nueva Normalidad que anunciaba Pedro Sánchez, el asalto brutal del neoliberalismo en nuestro país y el enfrentamiento, incluida la guerra a través de la OTAN, con el resto de las potencias.

El estado de pánico e histeria colectiva le ha permitido al gobierno iniciar el desmantelamiento de la sanidad pública, sin resistencia, han desaparecido las manifestaciones de las batas blancas de las calles, allanando el camino a las grandes empresas privadas del sector, que llevan tiempo preparándose para el asalto.

En educación, los conciertos con centros docentes privados siguen aumentando, las universidades privadas también. Mientras, la pública con más carencias y el movimiento en su defensa desarbolado. La prepotencia y beneficios de las entidades bancarias por las nubes y el empobrecimiento de toda la población a ritmos acelerados.

Los que tenían que organizar la respuesta a tanto atropello, y les habíamos depositado nuestra confianza, resulta que son corresponsables de ello, ahora, eso sí, con la mejor de las sonrisas nos ofrecen tiritas para la cabeza que nos acaban de abrir. Un sobresaliente cum laude en marketing para este gobierno de “progreso”.

Y suma y sigue, pero no nos preocupemos, Barquero, que el Gobierno, Bruselas y el Pentágono lo tienen todo previsto, el sistema ES-Alert nos enviará un mensaje al móvil si el peligro nos viene del cielo para que nos dé tiempo a buscar un agujero donde protegernos y para que no se nos olvide la mascarilla, que la salud es lo primero.

Ramón García Ortín
Matemático y licenciado en Derecho

 

 

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