Esperando respuestas

Escrito por José María López Barquero
Viernes, 04 Noviembre 2022 21:03

Nunca un minuto se había utilizado tan miserablemente para pretender deslegitimar a un presidente del gobierno en España. Me refiero al tiempo que Felipe VI esperó en su Rolls Royce a Pedro Sánchez, en el desfile de las FFAA. Telediarios iniciando su emisión o cabeceras de periódicos conservadores, se hacían eco de la noticia como si fuera lo único que ocurría en nuestro país. El PP, Cs y Vox, su cohorte mediática y tertulianos bien pagados, amplificaban la noticia, al igual que hacían con los insultos y abucheos en el desfile, a un presidente elegido democráticamente; Felipe VI no puede decir lo mismo. Es significativa la frase de Alfonso Guerra: «hay personas que lo mismo que abuchean a un presidente del gobierno, aplauden a una cabra. Cada uno elige quien le representa mejor».

Son estas mismas derechas y medios de comunicación los que se encargan de manipular a la ciudadanía, haciéndonos creer que son la mayoría de los españoles/as los que abucheaban a Pedro Sánchez, cuando eran unos pocos los que le dedicaron algunos improperios: «cabrón», «hijo de puta» y «cobarde», por llegar tarde para esquivar los insultos. La realidad es bien distinta ya que millones de ciudadanos/as seguimos apoyamos las medidas económicas y sociales del gobierno de coalición tal y como se constata en diferentes encuestas.

No soy votante del PSOE, ni tampoco conozco a Pedro Sánchez, y aunque tengo serias diferencias políticas e ideológicas, llamarle cobarde, no tiene nada que ver con la realidad. Se enfrentó al aparato del PSOE y a intocables líderes, como González, Guerra o Bono. El gobierno de coalición que preside, está haciendo frente a situaciones inéditas y complejas como la COVID 19, guerra de Ucrania, efectos de la crisis e inflación, aplicando numerosas medidas que benefician a la inmensa mayoría de la ciudadanía que no tienen parangón en nuestra historia democrática. Se está enfrentado a una derecha política cuya única propuesta es votar que no a todo y proponer, de manera electoralista, rebajar impuestos, porque cuando gobiernan, los suben como hizo Rajoy. Y, desde luego, el gobierno de coalición se está enfrentando a poderes económicos, como la banca o grandes empresas energéticas entre otras, así como a sectores conservadores de la judicatura y a esa caverna mediática que siempre espera que vengan los suyos para recibir la recompensa económica.

Felipe VI ha esperado un minuto a un presidente elegido democráticamente, pero llevamos más de 1 millón de minutos esperando que nos diga, si conocía los negocios de su padre y qué motivos le habían llevado a renunciar a la herencia que pudiera corresponderle. ¿Por qué le retiró la asignación prevista en el presupuesto real? ¿Desconocía su designación como beneficiario de una fundación cuyo propietario era un familiar directo de Juan Carlos, que sufragaba correrías y negocios? Los borbones necesitan rabos de pasa para la memoria, ya que también su hermana Cristina, desconocía o no se enteraba de los negocios por los que su marido, Urdangarin, fue condenado a pena de cárcel.

Felipe VI ha esperado un minuto a un presidente elegido democráticamente, pero los españoles/as llevamos más de 1 millón de minutos esperando que su padre nos dé explicaciones de sus chanchullos económicos y su fuga, que no exilio, a Abu Dabi. Exilio, penurias y calamidades, fue lo que sufrieron los republicanos españoles que tuvieron que abandonar su país después de la victoria franquista. «Explicaciones de qué» fue su respuesta hace unos meses, en su visita a Sanxenxo, ante preguntas de los periodistas.

Felipe VI ha esperado un minuto a un presidente elegido democráticamente, pero llevamos 2 millones de minutos, esperando que haga cumplir la Constitución en relación con la renovación del CGPJ.

Que el PP se haga eco de ese minuto no se compadece con el comportamiento de sus dirigentes. Llevamos más de 1 millón de minutos esperando que la Sra. Ayuso nos diga la verdad sobre las personas fallecidas en las Residencias de mayores de Madrid como consecuencia del COVID, sin que fueran derivadas para recibir tratamiento médico a un Hospital. Llevamos 10 millones de minutos esperando que José María Aznar nos dé explicaciones del porqué nos metió en la guerra de Irak a sabiendas que estaba basada en una gran mentira, tal y como ha quedado acreditado en el informe público, elaborado por el exprimer ministro del Reino Unido, Gordon Brown. Toni Blair e incluso George Busch, aunque este con menos firmeza, han pedido disculpas por las consecuencias del conflicto y por fiarse de datos erróneos.

Sobre el silencio de Núñez Feijóo, ante las preguntas que le formuló el presidente Sánchez en el último debate producido en el Senado, lo dejaremos para otra ocasión.

José María López Barquero

 

 

SUCESOS

SALUD