Se han cumplido 20 años que se celebró, el evento en el Centro Cívico del Antiguo Sanatorio, sobre Reconversión y Revolución, donde entre otros, se habló de la Industrialización de la zona y Patrimonio Industrial. Asimismo, se abordó por el Alcalde Sr. Silvestre Borrás, el fiasco idílico del Sr. Zaplana, de la Ciudad de las Artes Escénicas, el día en su intervención nos anunció que la C.A.E (Ciudad de las Artes Escénicas) iba a ser una realidad, pues el Gobierno Valenciano, nos dijo Borrás, tenía aprobado un presupuesto de 12.000 millones de pesetas para llevar a cabo dicho proyecto, con la creación de empleo de distintas disciplinas en formación artísticas.
En este mismo acto, también se conmemoró el centenario del nacimiento en 1907, de la Compañía Minera de Sierra Menera, con su trazado de ferrocarril de vía estrecha para transportar el mineral de las minas de Ojos Negros hasta su embarcadero creado al efecto, para comercializar el mineral a distintas industrias europeas, entre otros Inglaterra, durante la I Guerra Mundial de 1914.
En relación a lo expuesto, se creó la entidad para poner en valor nuestro patrimonio industrial que quedó después del cierre de A.H.M., creada en 1917, con demolición precipitada y muy poco reflexiva. Opino que había prisa de los responsables para tapar sus vergüenzas, pues la reflexión sí se hizo en varios países europeos con siderúrgicas semejantes, para preservar algunas instalaciones modélicas, como las que había aquí, como la subcentral eléctrica.
Después de muchas idas y venidas, ante la inoperancia de las autoridades con falta de voluntad política del Ayuntamiento de Sagunto y del Gobierno Valenciano, el Presiente del Patrimonio tuvo que dimitir, ante la falta de diligencia, pues llevaba años restaurada la nave de Efectos Industriales, destinada para ubicar los restos del patrimonio industrial con muy buena documentación fotográfica, documentos de la historia y creación de la siderúrgica saguntina, asimismo de la Compañía Minera de Sierra Menera, las dos industrias más importantes instaladas en Sagunto en el Siglo XX, y ahí está la nave muerta de risa y acompañada también por el olvidado y restaurado Horno Alto Nº 2, poniendo en valor la poca vergüenza de los responsables de las instituciones mencionadas, de privar el derecho a las nuevas generaciones de conocer la historia industrial de Sagunto.
Ángel Olmos Gauses
