Durante esta semana se ha cuestionado uno de los contratos de nuestra Empresa Pública que tiene como finalidad el desarrollo y ejecución de los planes y acciones de comunicación a llevar a cabo por la SAG. La crítica al respecto viene dada con el argumento de que queremos hacer publicidad en lugar de resolver los problemas los problemas de limpieza “con más inversión” y “más personal”. A simple vista parece que el argumento es lógico, pero, como es habitual en estos temas, se oculta una parte de la información y la otra parte se manipula.

Cuando se habla de mayor inversión y de mayor personal habría que ser un poco riguroso con la información. Los datos son públicos y a ellos me remito. Entre el año 2008 y el año 2015, los sucesivos gobiernos del PP recortaron el presupuesto de la SAG en 1,6 millones de euros (más de 260 millones de las antiguas pesetas) y la plantilla media bajó de 328 personas a 312 personas. En la pasada legislatura, el gobierno local de coalición EUPV-COMPROMIS-PSOE-ADN aumentó el presupuesto en más de 1,5 millones de euros pasando de 312 a 387 personas de plantilla media. Y en tan solo un año el actual gobierno ha incrementado el presupuesto de la SAG en 850.000€. Los datos son muy claros, este gobierno y el anterior invierte cada vez más y hay más personal para dedicar a la mejora de los servicios que se prestan desde la Empresa Pública y este es uno de los mecanismos más importantes para tener una SAG más fuerte y una Ciudad más limpia y sostenible.

Aclarado este asunto cualquiera podría hacerse la pregunta de ¿para qué un contrato de publicidad? Lo primero que hay que explicar es que no se trata de hacer publicidad y poner anuncios en los medios de lo buena que es la empresa, para eso no haría falta un proceso como el que hemos llevado a cabo ni los requisitos exigidos, se haría publicidad directamente y ya está.

Esta es una cuestión mucho más profunda, de futuro y de visión de una Empresa Pública que evoluciona hacía una nueva realidad. La SAG es hoy en día un ejemplo no solo en la Comunidad Valenciana, sino en el resto de España, tanto por el volumen de trabajo que tiene encomendado como por la buena gestión como Empresa Pública. Durante años hemos sido y seguimos siendo la prueba de que lo público funciona y de que la receta neoliberal de privatizarlo todo no es la solución, sino una gran mentira. A pesar del gran servicio que se presta el Consejo de Administración de la SAG (que está compuesto por todos los partidos políticos) es consciente de que, existe un déficit de comunicación entre la empresa y las vecinas y vecinos de la Ciudad que se adapte al siglo XXI. Y no solo eso, sino que hasta algunos miembros del propio Consejo han participado en la propia redacción de los pliegos técnicos para llevar a cabo este contrato.

Y ese consenso dentro de una Empresa como la nuestra es una enorme fortaleza, capaz de conseguir que en muchas ocasiones todos los partidos políticos remen en una sola dirección, consolidando así el futuro de la SAG como servicio público de calidad. Lamentablemente, algún partido lo critica ahora sin haberlo hecho dentro del Consejo de Administración, el cinismo elevado a le enésima potencia.

La iniciativa que llevamos adelante se traduce en acciones concretas como una nueva página web que, con los contenidos que ya tiene, sea mucho más dinámica y accesible para la ciudadanía; campañas de información sobre los servicios qué se prestan y cómo se prestan; utilización de las redes sociales como mecanismo de difusión y mejora de los servicios; acciones de educación ambiental que repercutan en un mejor cuidado de nuestros espacios público; mejora y agilidad en la respuesta ante quejas ciudadanas. Algo imprescindible para una empresa que, no solo tiene un presupuesto de más de 14 millones de euros, sino que presta servicios públicos esenciales para nuestra Ciudad.

En definitiva, la hoja de ruta que hemos marcado desde el Equipo de Gobierno hacia la SAG es clara, a la vez que incrementamos progresivamente la inversión en servicios, instalaciones y personal apostaremos también por la comunicación, educación, transparencia, información, concienciación y responsabilidad colectiva, como garantía de una Ciudad más limpia y más verde.

Roberto Rovira Puente
Vicepresidente de la SAG