Vivimos en un pueblo abandonado

Escrito por Francisco Gómez Caja
Viernes, 18 Septiembre 2020 19:00

Hace unos días al andar por el paseo marítimo de Puerto de Sagunto exclame ¡Jo…! 30 años para que asfalten un aparcamiento, mi compañero me rectifico, y 40 también. Cuando llegué a casa me puse a pensar, porque tanta dejación y desidia en la administraciones de este pueblo.

Normalmente cada cuatro años cambiamos de Alcalde y de partido político en el poder, y ninguno, que yo recuerde, de los nueve que han gobernado, le ha preocupado lo mas mínimo la zona más emblemática del Puerto, y la que más riqueza nos puede proporcionar por el turismo (aquí lo repelemos con un solar de tropecientos mil metros llenos de maleza y suciedad, con campos de tenis con alambradas y telas llenas de mugre, con contenedores desbordados de basuras y con el total abandono de toda la zona marítima). “La realidad es que la institución municipal es el freno y la marcha atrás, para un desarrollo equilibrado. Cuando hay más de medio millón de funcionarios trabajando en las entidades locales; en nuestro pueblo hay 1.100, y media docena de empresas que con sus operarios hacen trabajos puntuales, que es lo que realmente se realiza.

Durante 42 años tenemos una Constitución y se supone que una Democracia, pero padecemos una administración totalmente ineficaz. Con funcionarios colocados a dedo se ha dotado de sueldo a los estómagos agradecidos de los partidos, el resultado es que este pueblo ha ido hacia un deterioro progresivo. Ya hace muchos años alguien decía: “Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes”. El incremento de personal se hace para poner remedio a la incompetencia, hasta que el proceso de ascenso eleve a los recién llegados a sus niveles de incompetencia.

Por supuesto hemos crecido como pueblo, y muchos otros, como nuestro vecino que con solo un pequeño polígono industrial, en el que dan todas las facilidades, y el turismo, han pasado de menos de 3.000 habitantes a 30.000 en verano, y han creado miles de puestos de trabajo y riqueza, con el atractivo de una playa, ni mejor ni peor que la nuestra. La diferencia ellos cuidan el entorno y el pueblo hasta el más mínimo detalle, hasta con mimo y cariño, y nuestro Ayuntamiento lo destroza cada día un poco más, y se puede ver y sentir la desidia y la desgana con que se realiza todo, y así al mismo tiempo que hemos crecido hemos ido perdiendo calidad de vida, vivimos en un pueblo que nos repele y aleja. Las consecuencias no tenemos un pueblo, ni una playa, ni un entorno que podamos vender a nadie. (Si nuestro anterior Alcalde se fue a FITUR a exportar la mentira de que aquí teníamos humos tóxicos para así poder cerrar una empresa, no le importo difamar y desprestigiar “a su pueblo”)

Hace tiempo hice un artículo que titulaba “Concejales que odian a su pueblo” hablaba de la trampa y del obstáculo que tenemos para ser un pueblo como cualquiera, y esto es una realidad que no voy a repetir, aunque muchos no quieren verlo, a pesar del tiempo trascurrido y de las pruebas concluyentes que existen.

Recuerdo que antes todo el mundo limpiaba y regaba su puerta, ahora tendríamos que hacer lo mismo, solo que ahora pagamos impuestos por un tubo para que lo hagan los servicios municipales, pero la realidad es que el pueblo está de pena. ¡No me digan que somos más marranos que nadie! esto no es verdad, la realidad es que la misma mierda de perro en el mismo lugar te la encuentras meses y meses hasta que la deshace el sol la lluvia y el viento, y se queda mezclada con la gravilla negra asquerosa, que lamentablemente son las zonas que más abundan en este pueblo.

Recuerdo que hace unos años, mi amigo Paco Herraiz empezó un trabajo bastante desagradable y costoso que ninguna administración quería hacer, arrancar las paleras que con sus pinchas habían invadido el castillo, haciendo de él un lugar inaccesible e infranqueable. La administración, excepto el arqueólogo municipal pasaba del grupo que con el tiempo se formo. A los que les gusta figurar tiraron a Paco y se constituyeron es una asociación llamada “Voluntarios por el Patrimonio” que se dedica a lo mismo, y realizan el trabajo que debía hacer Patrimonio Nacional o la Conselleria Valenciana de Cultura que tiene la gestión. El Alcalde y el concejal Quico se pasean cuando les parece, y debe de dar guasa que les digan a los voluntarios, que hacen lo posible para que la administración les deje trabajar.

Señor Alcalde para cuidar, mantener o solo digamos para tener limpio, el patrimonio Industrial no necesita pedir permiso a nadie. ¿Habrá que hacer otra asociación que se dedique a trabajar de forma altruista? Mientras la empresa municipal que debía hacerlo Vds.la han convertido en una ONG, para que con solo pasearse y llevar uniforme tengan un buen sueldo.

Tendremos que crear la asociación “Amigos del Patrimonio Industrial” para intentar poner en marcha el Horno Alto, el Museo, el Pantalán, la Ciudad Jardín, la Cooperativa etc. Otra asociación que sean “Amigos del Deporte y de la Cultura” para que haciendo mucha fuerza ponga en marcha las inversiones pertinentes para que nuestros equipos tengan el lugar que les corresponde por su categoría y nuestros jóvenes puedan estudiar. Otra asociación que sean “Amigos de las Plazas” para que inventen algo que las hagan habitables. Otra asociación que se llamen “Amigos de Nuestra Identidad” para defender la escuela de Aprendices, el barrio Obrero, los quioscos y todo lo que es parte de nuestra historias y se deja abandonado hasta que se hunde. Otra asociación “Amigos de la Limpieza” para que cada día salgan a limpiar adecentar y desinfectar el pueblo. “Amigos de la Naturaleza” para intentar mantener con vida jardines árboles y plantas. Para cada realización o actuación de las muchas de las que carece este pueblo los vecinos tendremos crear alianzas, pactos, sociedades, consorcios, o pandillas de trabajo para así dejar de tener un pueblo en el más lamentable abandono.

Pero todo habrá que hacerlo con los consiguientes permisos autorizaciones y licencias de la autoridad. No nos pase como a un grupo de jóvenes que están tratando de adecuar y adecentar un pueblo abandonado, y el político de turno los quiere meter a la cárcel.

Un abrazo de Paco.

Francisco Gómez Caja

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