Esta semana ha tenido lugar el debate del estado del municipio. No se trata de un debate cualquiera sino aquel en el que se analiza la situación de la ciudad.

La realidad es que Quico Fernández en un discurso plano, sin alma, dio evidentes signos de representar un gobierno agotado.

Solo demostró, pese a los beneficios que han supuesto para nuestra ciudad el cambio de ciclo económico, que, tras más de tres años de legislatura, su gobierno no alcanza el aprobado, ni por asomo.

Con los sindicatos, mal, con los trabajadores, mal, con los funcionarios, mal, con los hosteleros, mal, con los comerciantes mal, con los cuerpos de seguridad mal, con las fallas mal, con las casas regionales mal, con los católicos, mal, con los trabajadores de Lafarge, mal, con lo de la SAG, mal, con la oposición, mal, con los medios, mal, con la conselleria mal, la UNED, mal, protección civil, mal, con los vecinos, mal, pero es que, ¡hasta entre ustedes mal! Esta ciudad con ustedes está mal.

Se han convertido especialistas en generar problemas y no darles solución pese a que en esta legislatura cuentan con una mejora de los ingresos y de proyectos para “entrar a vivir”. Pero ni por esas.

Son un gobierno de malos becarios con sueldo de ingenieros. A estas alturas, casi finalizando la legislatura queda claro que todo es consecuencia de su incapacidad dominante y la de su equipo aderezada por la sumisión a sus siglas incapaz de reivindicar al Consell de Oltra y Puig lo que nuestra ciudad necesita.

Se han especializado en echar el muerto a otros. Pero es que tras más de tres años ya nadie se cree que la culpa sea de cualquiera menos de Quico Fernández y su cuatripartito.

Todo menos hacer autocrítica y asumir esa mezcla de parálisis e incapacidad que hace gala su gobierno. Y es que trabajar, les gusta más bien, poco.

Pero si pese a todo eso, la ciudad fuera bien por su gestión…, pero no: está mal. Tres años suspendiendo en gestión.

No solo no se ha mejorado un solo servicio público sino que acumulan un largo listado de fracasos y de enfrentamientos sociales y, lo que es peor, entre los propios integrantes del cuatripartito.

Tras más de tres años ha quedado demostrado que recibir un Ayuntamiento saneado y con proyectos no es garantía de éxito.

La incapacidad de Quico Fernández y su cuatripartito, ha hecho mella y, de qué forma, en el día a día, quedando patente que ni haciendo suyos los proyectos que heredaron del Partido Popular han sido capaces de hacer algo en tiempo y forma.

Son el gobierno más caro de la democracia y ha demostrado con creces que su eficiencia y eficacia es inversamente proporcional al millón de euros que les cuesta a los vecinos.

Hay 21 millones de euros sin utilizarse, el 80% de las inversiones no se han hecho. No se ha invertido en la ciudad. Un retroceso para nuestro municipio

En algo más de tres años tienen el récord de pérdida de credibilidad y confianza de un gobierno.

Ataques a la industria, pésima política comercial, zonas vecinales olvidadas y patrimonio abandonado, sin mejoras sustanciales en los servicios públicos.

En síntesis, han activado confrontaciones con todos los colectivos. Todo fruto de sus errores, tanto en la ejecución como en la rectificación. Han sido sus opositores

Ahora le encanta Parc Sagunt, los centros comerciales, el pantalán, el solar de Quevedo… Proyectos del PP que Quico Fernández no apoyó y que hoy se apunta porque no le queda otro clavo donde agarrarse.

Durante estos más de tres años les hemos exigido en balde que trabajen. Ahora al Sr. Fernández se le ha acabado el tiempo y las excusas.

Lo reconoció en el Pleno. “Estamos haciendo el ridículo como siempre”. Esta será su frase más celebre. Será el epitafio de la muerte de su gobierno.

Sergio Muniesa Franco
Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sagunto