El miedo a que suceda algo malo

Escrito por Vicenta Enguix Torres
Lunes, 01 Octubre 2018 10:31

Las obsesiones son pensamientos recurrentes que aparecen cuando menos te lo esperas o cuando menos deseas que lo hagan, y su presencia es molesta, ya que suele provocar malestar, así como la sensación de obligatoriedad para la realización de algún acto compulsivo (ritual).

La causa de los pensamientos obsesivos, lo que provoca que una persona tenga pensamientos obsesivos es generalmente el miedo a que suceda algo malo: miedo a que se queme la casa por dejar la llave del gas abierta, miedo a perder el trabajo si no lo hago todo perfecto, miedo a que me deje mi pareja, miedo a se muera alguno de mis seres queridos, etc. Y esos miedos generalmente tienen consecuencias catastróficas (aunque la probabilidad racional de que sucedan sea mínima) y es por eso que se vuelven obsesivos, porqué, aunque la probabilidad sea mínima, si sucediera provocaría consecuencias negativas en la persona, y ésta por tanto pretende evitarlas a toda costa tratando de controlar cada detalle, aunque no dependa de él/ella que suceda.

Si nos paramos a pensar, casi todo el mundo tiene miedo a que se mueran sus seres queridos, a perder el trabajo, a que se le incendie la casa, etc, pero no todo el mundo genera pensamientos obsesivos. Para que eso suceda debe haber ciertos rasgos de personalidad como el perfeccionismo, el pesimismo, elevada necesidad de control, pensamiento dicotómico (todo o nada), baja tolerancia a la frustración, etc.

Lo primero que hay que hacer para luchar contra las obsesiones es aceptar su aparición y saber que lo que estás pensando es un pensamiento obsesivo, es decir, ser consciente del problema. Por ejemplo: cuando llega una época de estrés en el trabajo o situaciones complicadas en casa, me aparece el miedo a suicidarme. Sé que no me quiero suicidar, pero cada vez que tengo un cuchillo cerca me aparece un miedo horrible a cortarme.

Una vez se ha detectado el problema, lo siguiente es ser consciente también de los comportamientos compulsivos que te lleva a realizar esa obsesión. Siguiendo con el ejemplo anterior, me doy cuenta de que para evitar suicidarme evito cocinar con cuchillos afilados y muy punzantes.

El siguiente paso es uno de los más complicados, para evitar el pensamiento obsesivo hay que dejar de realizar el ritual o compulsión. Si no realizas la compulsión, te demuestras a ti mismo/a que lo que temes realmente no sucede nunca. Así, según el ejemplo del miedo a suicidarte, si te pones delante del cuchillo y compruebas que no lo coges para cortarte, lucharás contra el miedo enfrentándote a él.

Finalmente, para conseguir que los pensamientos obsesivos desaparezcan, hay que atacar la causa. Por tanto, es aconsejable realizar comportamientos que ayuden a reducir ese estrés o trabajar los problemas que hay en el núcleo familiar.

Los pensamientos obsesivos son muy difíciles de trabajar sin el acompañamiento de un terapeuta experto, así que es más que recomendable (si te sientes identificado/a con este problema) que acudas a un profesional para luchar contra los pensamientos obsesivos.

Vicenta Enguix Torres
Psicóloga

Modificado por última vez en Lunes, 01 Octubre 2018 10:34

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