Lo que fue y no es

Escrito por David Navas Pires
Viernes, 22 Julio 2016 16:33

Recuerdo cuando se creaban círculos y las reuniones eran el pan de cada día. Recuerdo cuando se decía “ni de derechas ni de izquierdas”, o “aquí cabemos todos”, “no importa el carnet”. Semana tras semana se buscaba el movimiento y el empoderamiento ciudadano, y yo feliz de formar parte de tal empresa. Se decía que con las listas abiertas todo el mundo podría llegar al ayuntamiento y el oído solo recibía sonidos de placer y de armonía.
 
Pablo Iglesias tenía un tono más dócil, más educativo. Trataba de enseñar y en algún que otro discurso utiliza datos e investigaciones sociológicas, al igual que Bescansa o Errejón, para fundamentar su tesis. Pero en menos de nada, ante la amenaza del «populismo» y de los ataques al «comunismo», Podemos tuvo que utilizar una estrategia más agresiva y pasó al de «casta», que fue verdaderamente bien, y si añadimos las «puertas giratorias» tenemos una mezcla explosiva que atrajo a las masas en fila india.
 
Pero Podemos es ya otro partido más, y me cansa. Me cansan todos los partidos, es estresante ver esa lucha por el poder desmesurado, ni siquiera intentan mirar sus pies, todos los partidos creen tener la fuente de la vida en sus razonamientos antediluvianos. Y yo me pregunto, ¿para cuándo un partido diseñado desde el problema actual?, ¿para cuándo un partido basado en razonamientos del siglo XXI y no desde el liberalismo del siglo XVII o el comunismo del XIX? ¿es que nuestros pensadores no piensan en la realidad histórica actual?
 
Podemos ha utilizado las armas que ha tenido, entre ellas la más poderosa de todas, la mezcla entre «indignación», «corrupción» y «crisis», para llegar donde ha llegado, y cuando debía utilizar a las masas, lo hacía para reunirlos en las plazas para dar miedo al enemigo, como si lo que estuviera en juego fuese el orgullo y no el país, y cuando realmente debía hacer caso a sus propuestas básicas, como los círculos, destruyen todo tipo de enemigo político interno y acaban por ponerse ellos al poder. Se cerraron listas a su manera, cosa que vi normal, pues al poner listas abiertas te arriesgas a que gobierne el municipio un tío que no tiene ni idea de nada y acabemos todos en la peor de las situaciones. Pero a nivel nacional, había muchísimo competente que pasaba la prueba. Por otro lado, lo que me indigna, es ese lenguaje que la izquierda utiliza contra la derecha, y el que utiliza la derecha contra la izquierda.
 
No sé si os habéis enterado todavía, pero estáis confundiendo el equipo de fútbol con el partido político, y hay dos grandes diferencias que este pueblo no comprende, y es que el partido de fútbol que defiendes, gane o pierda, no va a afectar a tu educación, a tu bolsillo ni te van a faltar o sobrar médicos, en cambio el partido político que defiendes sí. El PP de hace 10 años no es el PP de ahora, el Ciudadanos tampoco, ni el PSOE, ni ninguno. Todos quieren regalarnos los oídos basándose en cazar el voto y para ello recurren siempre al Estado de Bienestar, al que no dejan de hinchar e hinchar para conseguir llegar a la cima. Todos buscan el argumento necesario, pero no para hacernos ver cuál es el problema y lo que hay que hacer, sino para comprar el voto de la manera más ruin y demagógica posible. Por eso se lanzan botellas de vidrio a la cabeza, porque necesitan destruir al contrario pase lo que pase, en vez de hacer debates o discursos cargados de estudios y razonamientos, pues es más fácil destruirte a ti que me impides avanzar, que hacer una propuesta razonable y que el pueblo decida.
 
Es por esto mismo que todos los partidos son máquinas electorales, cuanto más voto capte, mejor, total, luego me veré obligado a hacer lo que diga la comunidad internacional y me tocará agachar la cabeza, pero yo seguiré utilizando la indignación y palabras tabú como «comunismo», «capitalismo» u otras como «Guerra Civil».
 
Tenemos lo que nos merecemos. No votamos a partidos políticos, votamos a miserables, a mediocres. Y nos pegamos a ideas que ni de lejos se acercan a la realidad actual, nos pegamos a aquel razonamiento que cree enemigos y no soluciones, y luego el votó irá a lo que me vendan en la tele.
 
Soy yo el indignado. Con los partidos de hoy en día, con la falta de estudios y de teorías que construyan un nuevo horizonte, con la falta de conocimientos y el ansia de poder. Soy el indignado cuando a la gente le preocupa más el Barça y el Madrid que ver las bibliotecas vacías y las librerías en la ruina.
 
Si la sociedad avanza es gracias a la tecnología, no por las personas que miren hacia el futuro, que no las hay, pues todas ellas luchan por el bastón de mando.
 
David Navas Pires
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